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PILAR CHATO
Martes, 19 de enero 2010, 09:17
Dice que en la llegada a Progreso, en el Yucatán (México), hace un par de días, había tanta gente que hasta se había invitado a los muertos a que salieran a pasear para recibir al 'Zamná'. Vital Alsar ha puesto en este puerto el punto final a su décima expedición en el mar. 77 años de los que casi 50 los ha pasado surcando retos a bordo de alguna embarcación con mensaje. Este último proyecto, 'El niño, el mar, la paz' a bordó de la 'Zamná', quería trasmitir al mundo una idea de comunicación y paz y, además, tenía para él un significado especial porque su gestación ha durado diez años y varios intentos fallidos. Tras 14.000 millas de navegación y una veintena de puertos que han llevado a Alsar desde México al Mediterráneo, pasando por Nueva York, el viaje ha concluido. Cozumel era en realidad el puerto final, pero la idea se gestó en Yucatán y el marino cántabro quería este último gestó con el origen de su idea.
Un merecido descanso con la familia, conferencias y la preparación de un documental con lo acontecido en este viaje de cinco meses, son los proyectos en tierra del marino y «después Dios dirá». Seguro que hablará en clave viajera.
Lo más duro de este proyecto fue sacar adelante el barco, diez años y tres intentos y a lo largo de todo el periplo Alsar ha tenido la sensación de vivir «esa lucha del mal contra el bien, del yin y el yan». El 'Zamná' consiguió salir adelante, pero en la ruta ha tenido el mar en contra el 85% del tiempo. Este cántabro viajero apela a su férrea voluntad de marino para encontrar una justificación a este hecho: «La mar pule y para que las cosas brillen hay que pulirlas». No obstante, sus años de experiencia no encuentran explicación a algunos hechos, parte de los cuales pondrá en conocimiento de los organismos de oceanografía para ser analizados.
Entre Miami y Nueva York fue un viaje «muy pesado» en contra de todas las previsiones científicas. Hasta Mallorca la expedición fue más sencilla, pero rumbo a Italia de nuevo algunas sorpresas y los vientos alisios que tienen que ser constantes de este a oeste no soplaron como era de esperar. Pero lo que tiene más sorprendido a Vital Alsar es una ola constante que les acompañó las 3.000 millas (5.600 kilómetros) de regreso hasta Puerto Rico. «Una ondulación de noroeste, una 'ola boba' de entre uno y seis metros que jamas desaparecía aun en días de calma chicha. No se si sería un presagio de lo ocurrido en Haití, pero no hacía pensar en nada bueno. Me gustaría saber si aún sigue ahí», narra el marino.
El 'Zamná' , explica Vital Alsar, está muy vinculado a la predicción maya de que el 22 de diciembre de 2012 será el final de una época oscura de la raza humana y que a partir de entonces se iniciará una etapa de paz cuyo arranque durará 15 años y llegará a su máximo esplendor en 2027. Alsar espera que ese 22 de diciembre de 2012 le pille «en cualquier parte de la tierra» y dice desear que esa «advertencia» de los mayas «sea una realidad».
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