Vecinos de Fresno del Río y Aradillos rehabilitan la cabaña de 'La Valleja'

Los vecinos de Fresno del Río, motivados por los miembros de la Asociación Cultural, trabajan para legar a las generaciones venideras aquello que heredaron de sus antepasados. Una prueba reciente ha sido la rehabilitación de la cabaña 'La Valleja' construida "por el Conceju de Fresno del Río en 1965", según reza el grabado que se aprecia en una piedra próxima a la cabaña.

Un grupo de vecinos de los pueblos de Fresno del Río y Aradillos han trabajado en reconstruir esta vieja cabaña de monte que con mucho esfuerzo habían construido sus padres y abuelos a principios de los años 60 y que el paso del tiempo y las fuertes nevadas del año 2005 habían echado abajo por completo.

La Cabaña de 'La Valleja' se sitúa en el puerto comunal de Fresno y Aradillos, localidades de Campoo de Enmedio, a unos ocho kilómetros de Aradillos en dirección a Bárcena Mayor, entre el paraje bellísimo, conocido como Paguenzo y el Pozo de la Arbencia.

En estos parajes, ya pasaban antaño los pastores de Fresno y Aradillos grandes temporadas cuidando de los ganados de ambos pueblos. Los ganaderos de ambas localidades eran los encargados de construir todos los años una cabaña con palos y cubierta de terrones para que el pastor pudiera guarecerse.

En loss años 60 se decidió construir la cabaña con materiales más duraderos. Y así lo hicieron, subiendo los materiales con burros. El hecho de ver derruida esta emblemática obra y desmoronado el trabajo que con tantos esfuerzos realizaron sus antepasados, movió a la Junta Directiva de la Asociación Cultural Fresno del Río a buscar financiación para la adquisición de materiales e incluso costear la obra con sus propios medios económicos.

Así, después de algo más de un año, las gestiones realizadas dieron sus frutos y una sociedad privada financió gran parte de los materiales siendo el resto sufragado por la propia Asociación, con una aportación por parte de la Junta Vecinal de 200 euros.

Una docena de personas

El equipo de voluntarios, formado aproximadamente por una docena de personas, emprendieron la bonita pero a la vez dura labor de la reconstrucción. Unos aportaron sus propios medios de trasporte, todoterrenos y tractores, otros sus habilidades con la paleta o su pericia en la conducción de maquinaria pesada y los demás su trabajo y esfuerzo en equipo para reconstruir la cabaña.

La obra duró tres días y en la construcción se aprovechó la piedra existente subiendo en altura las paredes, realizando una chimenea con cocina interior y solventando el tejado con vigas y teja roja para evitar el impacto negativo en el medio ambiente.