Encuentran ahogado en el pantano, con las manos encadenadas, al joven desaparecido

La búsqueda del joven desaparecido el pasado domingo en Los Corrales de Buelna finalizó ayer, en sólo cuatro horas, con el peor resultado posible. El cadáver de Daniel González Gutiérrez, de 22 años, fue rescatado del fondo del pantano del Ebro por los buceadores de la Cruz Roja a las 12.15 horas. El cuerpo se encontraba muy cerca del embarcadero de La Lastra, y sus manos estaban atadas con una cadena muy gruesa de la que colgaba un peso, confirmaron a este periódico fuentes de la investigación.

En un primer examen no se encontraron signos de violencia en el cadáver y se determinó que el joven murió ahogado, aunque los resultados finales de la autopsia no se conocerán hasta hoy.

Aunque todos los indicios apuntan a un posible suicidio, según revelaron las mismas fuentes, la Guardia Civil aún no ha cerrado la investigación y sondeará al entorno del fallecido para descartar otras hipótesis.

Su familia buscaba a Daniel González desde el domingo pasado por la noche, cuando lo vieron por última vez en su domicilio en Los Corrales de Buelna. Pero no fue hasta anteayer, miércoles, cuando se encontró su coche, un Citroen Saxo de color azul oscuro, aparcado junto al puente de Orzales, en el Embalse del Ebro.

Aquella tarde, la búsqueda no pudo extenderse mucho debido a la falta de luz, y los servicios de emergencia sólo pudieron rastrear el entorno del Centro Medioambiental de La Lastra y el pueblo de Polledo.

Las playeras, en la pasarela

Fue ayer por la mañana cuando se desplegó un amplio operativo por cielo,agua y tierra en el pantano y alrededores. Hasta el lugar se desplazaron, además del camión del Puesto de Mando Avanzado, cerca de setenta personas, entre los técnicos de Protección Civil, el helicóptero del 112, efectivos de la Guardia Civil, el Grupo del Perro de la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil de Santander, voluntarios de las de Campoo de Yuso y Reinosa, agentes del Parque de Emergencias Sur, un grupo de vecinos de la comarca y los buzos de Cruz Roja.

Precisamente fueron estos últimos quienes descubrieron el cuerpo en el fondo del pantano, a pocos metros del embarcadero de La Lastra. La pista para localizarlo fueron unas zapatillas de deporte abandonadas en la pasarela. Eran las de Daniel.

El Gobierno de Cantabria , a través de su servicio de Protección Civil, movilizó a un equipo de psicólogos que prestan servicio en situaciones de emergencia para asistir a los familiares.