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S. Velasco
Miércoles, 21 de diciembre 2011, 01:23
A raíz de los últimos acontecimientos, y tras una reunión mantenida en la mañana de hoy, Alejandro Alvargonzález, Ramón Camarena y Santiago Ruiz-Asenjo han decidido solicitar a la juez María del Mar Hernández que proceda a la suspensión de facultades -sobre todos los órganos de la sociedad- del nuevo Consejo de Administración del Racing. En palabras de Ruiz-Asenjo, si hay suerte, la magistrada encargada del caso podría resolver de forma muy rápida. De momento, Hernández ya se ha encargado de emplazar al club a que presente las alegaciones que estime oportunas en el plazo de un día.
Los tres administradores concursales han precipitado su decisión tras la desagradable Junta General de Accionistas vivida el pasado domingo y, además, teniendo muy en cuenta las recientes dimisiones de tres de los miembros del nuevo Consejo de Administración del Racing: Fernando Ortiz, Fernando Burgués y, en la mañana de hoy, Ramón Muñiz.
Según el administrador Santiago Ruiz-Asenjo, que una parte del Consejo ya haya dicho que no va a salir y que no haya noticias de otros miembros es sintomático de que el nuevo órgano propuesto en la Junta no se va a constituir nunca y, aunque se constituyera, iba a ser totalmente inoperativo al no haber profesionales con preparación suficiente dentro de la empresa, ni posibilidad de que se pueda encauzar la situación en la Junta, por todos los conflictos que hay de accionistas.
Ruiz Asenjo explica que, el Consejo, existir tiene que existir porque sus miembros están nombrados, pero que han tomado la decisión de suspender sus facultades ya que lo que hay nombrado no vale para nada, no hay personal preparado y no hay perspectivas de que esto se arregle de una manera estable.
Ahora todo queda en manos de la juez encargada del Concurso de Acreedores, María del Mar Hernández, que podría tomar una decisión definitiva a lo largo del día. Ruiz-Asenjo confía en que lo resuelva de forma muy rápida y, de hecho, la magistrada ya ha emplazado al club a que presente las alegaciones que estime oportunas en el plazo de un día.
La encargada del caso sigue de este modo el trámite legal de audiencia previa antes de decidir si accede o no a la petición de la administración concursal. En caso de -finalmente- suspender las facultades de administración y disposición del Real Racing Club, serían los administradores quienes dispongan -en lo sucesivo- de las mismas.
La titular del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Santander deja claro en su providencia que la suspensión de facultades no era una decisión que ella hubiese podido acordar de oficio, sino que son los administradores concursales los que deben solicitarlo, tal y como ha ocurrido ahora.
El administrador Santiago Ruiz-Asenjo asegura que, en el momento de la resolución, se hará público un comunicado con la decisión de la juez, a través del juzgado, a través nuestro o incluso a través del propio Racing.
Comunicado de Ramón Muñiz
Ramón Muñiz , otrora directivo del Racing que presidió José Luis Cagigas, ha explicado a través de un comunicado que aceptó el cargo por su "sentimiento racinguista" y por "responsabilidad", entediendo que esa era la "única forma de ayudar" para que la institución recuperase la normalidad. Sin embargo, esta mañana ha presentado la dimisión irrevocable.
Reconoce que ni esperaba ni entiende la "virulencia tan grande" con la que respondieron los accionistas minoritarios al conocer la composición del Consejo propuesto por Ali Syed. Aunque también matiza que la reacción no ha sido con él tan dura como con otros de sus compañeros.
Muñiz dice haber sentido vergüenza por los "insultos, amenazas y presiones a la familia" que ha provocado la designación del nuevo Consejo, que para él es "violencia".
"No hemos cometido ningún delito", enfatiza Muñiz y opina que haber aceptado el cargo para "ayudar al Club" no es motivo suficiente para "linchamientos".
Ramón Muñiz también explica que la "tensión" a la que se ha visto sometido en las últimas horas afecta a su "delicada salud". Y añade que "exclusivamente" por su salud ha decidido renunciar al cargo del que aún no había tomado posesión, al igual de Ortiz y Burgués.
El primero en abrir la caja de los truenos fue Fernando Ortiz, que emitió un comunicado en el que rechazaba la opción de ser consejero del Racing. Le siguió el lotero Fernando Burgués que decidió tomar el mismo camino, de forma irrevocable, ante el "cúmulo de descalificaciones, insultos, feroces ataques personales, calumnias, amenazas, ensañamiento e incitación a la violencia" que se ha vertido contra él desde que se supo que iba a ser consejero. Con esta nueva dimisión, tan solo resta uno de los cinco cántabros propuestos inicialmente para el nuevo Consejo de Administración de la entidad. Sin Temes, Ortiz, Muñiz y Burgués, quedan como consejeros propuestos Ángel Lavín, además de Webber Horst, Alí Syed y su pariente Shahereyar Alí Barg Mirza.
Burgués, abonado "desde hace casi 30 años", reconoce que cuando se le ofreció la posibilidad de formar parte del Consejo de Administración, casi no lo pensó y, llevado por su "espíritu racinguista", aceptó ilusionado "trabajar gratis en cuerpo y alma" para tratar de ayudar y llevar al club al lugar que desea y cree que se merece, o al menos a tratar de aliviar la delicada situación por la que atraviesa. "Ese ha sido el romántico, único y exclusivo ánimo que me llevó a aceptar la propuesta", destaca Burgués.
Asimismo, ha recordado a los accionistas minoritarios que acudieron ayer a la junta de accionistas pretendiendo "representar a los 580.000 cántabros o al menos a todos los aficionados racinguistas", que una sociedad anónima "es de sus propietarios que hacen y deshacen a su criterio" y que "no por gritar más e insultar se tiene razón".
Además, subraya que él no es quien trajo a Alí a Cantabria, ni le ha vendido nada, por lo que no se siente responsable de su presencia en la región ni en el club. Y recuerda que tampoco estaba entre los que jaleaban a Alí cuando "montaba espectáculos esperpénticos en el palco con el corifeo y regocijo de los palmeros de turno". "Me importa un rábano su paradero, sus cuitas con la justicia si es que existen y sus intenciones; solo me importa y anhelo lo mejor para nuestro querido y casi anciano Racing", afirma.
Y considera que, "tal vez, de no encontrar a nadie de aquí ahora tendríamos a siete de sus compatriotas copando toda la institución", motivo por el que afirma que pensó que teniendo dentro de los órganos directivos a "gente de casa" se podía ayudar más y mejor. Burgués reconoce que pensar así ha podido ser una ingenuidad por su parte y enfatiza que dimite porque considera que es "mucho más importante" su vida personal, familiar y profesional que cualquier otra circunstancia.
Fernando Ortiz dimite por "presiones"
Durante la mañana del luenes, día 19 de diciembre, Fernando Ortiz, expresidente de la Peñas racinguistas y propuesto como miembro del nuevo Consejo del Racing ayer en la junta, dimitió. Lo hizo a través de un comunicado a los medios de comunicación. El contenido de la carta eviada es el siguiente:
Vista la crispación de algunos grupos racinguistas y de algunos medios de comunicación tras mi elección como consejero en el nuevo consejo de administración del Real Racing Club en menos de 24 horas sin tomar posesión del cargo he tomado la decisión de renunciar a dicho cargo debido a las presiones recibidas tanto sociales como familiares, además de los insultos recibidos así como amenazas frente a mi familia.
Si lo que estos grupos agitadores y parte de la prensa querían era esto, les tengo que felicitar, pues lo han conseguido, pero que sepan que asignaran a otro en este cargo y esto seguirá adelante. La pregunta que me hago es si mis retractores hubiesen actuado de la misma manera si me hubiese sido elegido en alguno de los demás grupos que pretedían hacerse cargo del Consejo de Administración.
El único que por lo visto iba a componer el nuevo Consejo de Administración era yo, pues el interés suscitado en la Asamblea de ayer y la diana elegida fui yo, quizás dolidos por no conseguir el propósito de otros grupos en los que tenían más intereses. La presencia del máximo accionista echó por tierra muchos programas salvadores racinguistas y reparto de cargos y sillones, con lo cual la reacción consiguiente fue buscar una diana fácil de la que he sido objeto.
Con lo cual mi decisión esta mañana ha sido la de presentar mi renuncia al nuevo cargo para el que había sido elegido.
Quiero dar las gracias a los que han confiado en mí y solo espero que el Racing se vea beneficiado con mi decisión, ya que cuando acepté el cargo ese era mi objetivo, trabajar por y para el Real Racing Club.
El presidente de Cantabria, Ignacio Diego, "velará" por el dinero público
El presidente de Cantabria, Ignacio Diego, ha advertido este lunes de que el Gobierno intentará "velar" por el dinero público comprometido en el Real Racing de Santander y también para que el equipo de fútbol tenga la "dirección que se merece".
"Que no es esta", ha apostillado el presidente cántabro a preguntas de los medios sobre el nuevo Consejo de Administración del conjunto verdiblanco, aprobado este domingo en base a una selección de nombres propuesta por el propietario Ali Syed y en el que se ha anunciado que se contará con Francisco Pernía.
"No me gusta la directiva", ha insistido Diego, quien, no obstante, ha puntualizado que en estos momentos tiene "otras preocupaciones" y ha recordado que la figura de Ali Syed es "fruto" de los acuerdos alcanzados por el Gobierno anterior.
"Ali es fruto de la visita a Zurich", ha aseverado Diego, quien ha recordado que el acuerdo con el empresario indio fue "firmado y celebrado" por Revilla, y que "de aquellas torpezas" y decisiones "innecesarias e inconvenientes" ha derivado la "deplorable" situación económica del conjunto santanderino.
De momento, el Gobierno estudia cómo adoptar "posiciones en defensa del dinero público", entre las que figuran como "posibilidad" las acciones legales, ha señalado Diego.
Las Peñas piden la intervención judicial del club
Por otro lado, la Asociación de Peñas del Racing ha solicitado a los administradores concursales -así como a los acreedores afectados- que reclamen a la autoridad judicial la intervención del Racing en aplicación de la legislación mercantil e inhabilite al Consejo de Administración.
Las peñas entienden que aunque el concurso de acreedores del Racing es voluntario y, por tanto, los gestores conservan las facultades de administración de la sociedad, el apartado tercero del artículo 40 de la Ley Concursal indica que "el juez podrá acordar la suspensión en caso de concurso voluntario" de las facultades patrimoniales del deudor, en este caso, el Racing. Y añaden que la norma contempla que "deberá motivarse el acuerdo señalando los riesgos que se pretendan evitar y las ventajas que se quieran obtener".
Según las peñas, la Junta de Accionistas celebrada ayer fue "bochornosa", tendrá consecuencias y lamentan la "convulsión" y "alarma social" generada, así como el riesgo de "inoperatividad" del Consejo propuesto por la "incapacidad" profesional de sus integrantes.
Además, critican la "confusión" y "falta de confianza" en los acreedores personados en el concurso y la separación y cisma existente entre los accionistas minoritarios y abonados en general, los clientes del Racing y los consejeros de la sociedad.
Para los peñistas la situación es ya "insoportable" e "insostenible", con serio riesgo de trasladar la convulsión social al ámbito exclusivamente deportivo, "con todas las consecuencias que podrían acarrear para clientes -abonados- y acreedores".
"El futuro del Racing podrá no pasar por los pequeños accionistas, pero seguro que nunca pasará por el Consejo propuesto, ni por las manos de Francisco Pernía, instigador de este espectáculo y responsable último de la esperpéntica Junta de ayer", dice la APR.
Alí y Pernía se hacen con el control del RacingLa Junta General de Accionistas del Racing pasará a la historia por ser la más convulsa, exaltada e incluso violenta de cuantas se han celebrado. Tras no celebrarse ayer en primera convocatoria debido a la ausencia del máximo accionistaa, Alí Syed, la segunda sí se pudo celebrar, aunque con un retraso de 45 minutos, ante la sorpresa de todos los asistentes al comprobar que el empresario indio había mando un representante.
Tras varias horas de debate, el punto álgido del encuentro se alcanzó a las dos de la tarde cuando se leyeron los nombres de los integrantes del nuevo Consejo de Administración del Racing que había diseñado Alí. Esto provocó las iras de los accionistas minoritarios que sospechan que la lista podría haber sido elaborada por el anterior presidente Francisco Pernía. Ángel Lavín, Fernando María Burgués Aparicio, Ramón Muñiz, Fernando Ortiz (anterior presidente de las peñas), unido al propio representante de la Junta (Webber Horst), el puesto de la WGA ratificado anteriormente y otro representante del empresario indio de nombre Shahereyar Ali Barg Mirza. Esa fue la propuesta del accionista mayoritario para formar un nuevo Consejo de Administración. Fue el momento de mayor tensión en la sala. Francisco Pernía dio los nombres de los consejeros propuestos por el accionista mayoritario y en la sala se produjeron gritos, insultos y abucheos. El momento más tenso llegó cuando se comunicó que Fernando Ortiz ocuparía un cargo de consejero. Algunos aficionados se encararon con él llamándole traidor.
Ninguno de los nuevos consejeros, en la sala, tomó la palabra y Bernardo Colsa invitó a los accionistas minoritarios a marcharse . Buena parte del público que se había dado cita en el salón de actos de la Facultad de Económicas, Empresarias y Derecho se levantó de su asientos y abandonó el recinto. También se fue Montalvo, en medio de un clima de crispación generalizado. Pernía intentaba hablar y todos los medios de comunicación asaltaron al representante de Alí. La sala se quedó semivacía entre la confusión y, a la hora de votar, los siguientes puntos del día quedaron reducidos a mero trámite. Javier Noriega pidió a los administradores concursales que actuaran ante una situación lamentable, una propuesta a la que se sumaron otros muchos accionistas.
Fue un final esperpéntico. "Pasarán a la historia como la mayor vergüenza de este club" , dijo Colsa. Desde el fondo de la sala, los pequeños accionistas comenzaron a corear una consigna: "Nosotros somos el Racing". A punto estuvieron de llegar a las manos cuando Bolado Paul, otro accionista con pasado en las directivas del Racing y próximo a Ramón Muñiz (uno de los nuevos consejeros) pidió hablar. Noriega, por su parte, tuvo un intenso cruce de declaraciones con Roberto Bedoya. Al director general le dijeron que "su racinguismo valía 120.000 euros", en referencia a su sueldo, algo que consideró una "ofensa injusta". Incluso, cuando Colsa estaba hablando se escuchó un "ya ha terminado la campaña electoral". En medio de la tensión, y con el riesgo de llegar incluso a las manos en algunos casos, se dio por finalizada la Junta. Sin embargo, el último ruego del presidente de la Peña de Juventudes Veriblancos, Pablo Rodríguez, fue para que esta tarde demostremos nuestro amor al Racing dejándonos la vida.
Apareció un representante de Alí
La mañana amaneció con sorpresas. La presencia de dos representantes de Alí Syed ha hecho explotar una Junta que comenzó con casi una hora de retraso. El acto se inició con una intervención de Bernardo Colsa, representando a la Asociación de las Peñas del Racing, y en la que apeló a la posibilidad de impugnar la Junta por la no inclusión de las acciones en el registro. Fue Roberto Bedoya el encargado de responder, pero la inmensa mayoría de los pequeños accionistas hizo constar que se sumaban a esa propuesta. La notaría tuvo que tomar nota, uno a uno, de los nombres de las personas que se adherían a esa posibilidad de impugnar la asamblea. Así, se escucharon los nombres de Jacobo Montalvo, José Nereo, Ana Carrera o Isabel Bolado, junto a la de otros pequeños accionistas.
El grueso de la Junta ha tenido como protagonista a los números. Roberto Bedoya ha hecho el repaso a las cuentas del club tras la que se ha escuchado una llamativa pregunta. ¿No le da a usted vergüenza volver a sentarse aquí para hablar de 16 millones de pérdidas?, apeló un accionista al presidente Francisco Pernía. El dirigente apeló a la historia económica del Racing y a la situación económica en general. Fue uno de los primeros momentos de tensión, en los que se escucharon pitos para los miembros del Consejo y aplausos para los que intervenían entre los asistentes.
Sin embargo, las cuentas salieron adelante con los únicos votos a favor de los representantes de Alí y de los miembros del Consejo de Administración. Fue el desenlace de uno de los mayores momentos de tensión, que llegó a su punto más acalorado cuando, por parte de Bernardo Colsa, se solicitó someter a votación la posibilidad de ejercer la acción de responsabilidad social de los actuales administradores. Fueron nuevamente los embajadores de Alí los que salvaron la votación (aunque hubo abstenciones). La Junta se convirtió en un cúmulo de acusaciones. Sobre todo, cuando los propios miembros del Consejo votaron en contra de que se pidiera su responsabilidad social. Gritos de ya está bien, sinvergüenzas y la notaria tratando de poner orden completaron el panorama con todavía seis puntos del orden del día por delante.
Unanimidad en la dimisión del anterior Consejo
Fue la primera unanimidad del día. Aceptar la dimisión del Consejo de Administración. Toda la sala levantó la mano para votar a favor de aceptar esa dimisión. Después, se ratificó la entrada de Alí en el Consejo (quedaba pendiente hacerlo en Junta de Accionistas) y esto reavivó las peticiones de ejercer la acción social de responsabilidad. Era cuestión de dilucidar el derecho a voto del representante de Alí en su vertiente de consejero. En la mesa se respondió que eso ya estaba votado y una accionista pidió que quedara constancia de que se les negaba la posibilidad de votar. La divergencia jurídica (así lo llamó Bedoya) quedó reflejada en el acta y la accionista que pidió votar nuevamente (ante un cambio sustancial de los acontecimientos) se llevó los aplausos de la sala.
Por último llegaron el turno de ruegos y preguntas. Debido al alto nivel de tensión que se estaba alcanzando, Francisco Pernía decidió dar por concluida la Junta no sin antes escuchar ruegos como el de Jesús García, que pidió a Pernía que nada más acabe esto, le rogaría que dejase las llaves del Audi encima de la mesa y nos diga donde está aparcado. Javier Noriega, por su parte, acusó al anterior Consejo de haber querido morir matando.
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