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ÁLVARO SAN MIGUEL
Miércoles, 29 de febrero 2012, 17:03
El presidente regional asistió ayer a un encuentro con directores de colegios de Infantil y Primaria celebrado en la UNED; a la jornada empresarial 'Getting Contacts'; y a un cóctel de la Asociación Española de Normalización y Certificación (Aenor). En los tres actos, directa o tangencialmente, se refirió a la noticia del día, o sea el déficit público con el que Cantabria cerró 2011 y que alcanza un 4,04% del PIB, el cuarto desfase más acusado entre ingresos y gastos de todas las comunidades autónomas españolas. Ante la trascendencia de un porcentaje que condicionará el sufrimiento ciudadano durante 2012 y 2013, Diego habló profusamente del déficit. Pero no en todas sus intervenciones ofreció el mismo mensaje. Porque intentó alertar y tranquilizar a la vez.
Con los directores de colegios fue alarmista: «Vamos desnudos. No hay un euro», dijo, sin rodeos. «Habéis tenido problemas. Y vais a tener problemas de liquidez», continuó, refiriéndose a los retrasos en los pagos a colegios e institutos, y ennegreciendo el panorama «No hay dinero para pagar las cosas. Las empresas del sector farmacéutico, que nos han provisto de un material imprescindible para sanarnos, que es un bien preciadísimo en los hospitales, llevan más de 700 días esperando a cobrar esas facturas», comparó.
Ante las preguntas de los asistentes, tan preocupados como cualquier vecino, el presidente de Cantabria llegó a reconocer que se equivocó con el presupuesto para 2012. La declaración es larga, pero resume el estado de la región: «Reconozco que no siempre hago bien las cosas. Yo he sido el primero en colaborar en algo que luego me he dado cuenta que no es un acierto. Hemos aprobado en diciembre un presupuesto que mantiene 2.300 millones de ingresos con el mismo método: llamar a los bancos para que nos presten dinero, y no transmitir la realidad, sino taparla un poco. Al final hemos llegado a la conclusión de que ese camino de tapar, maquillar, esconder... lleva a la ruina. Es mejor decir las verdades del barquero. Esto es lo que hay y, o lo compartimos, o Cantabria no sostiene otro año más como éste, ingresando 1.800 y gastando 2.500», razonó. El tono se corresponde con el severo plan de ajuste que Diego presentó hace hoy 13 días, y que ya enmendaba en buena parte los presupuestos que el Parlamento validó en diciembre. Porque hace dos semanas, el presidente anunció un conjunto de tijeretazos para ahorrar 157 millones de euros que incluyen desde nuevos impuestos (el céntimo sanitario) hasta despidos entre los empleados de distintos servicios públicos. El recorte alcanza tal calibre que ayer, en el acto de Aenor, Diego admitió que corre «el riesgo de pasar a la historia» por el sacrificio colectivo que requirió hace 13 días.
Supuestamente, la Administración regional ya conocía entonces, si no el porcentaje exacto, sí una aproximación del déficit final, ya que gobernó seis meses de 2011 y cerró la contabilidad de dicho ejercicio. No obstante, cuando anteayer el Ministerio de Hacienda transmitió las cifras definitivas sobre el desfase presupuestario del Estado y de las regiones, Diego avanzó que quizá su plan de ajuste «no sea suficiente». «Teníamos más razón que todos los santos del santoral cuando decíamos que PRC y PSOE habían dejado Cantabria en la bancarrota. El plan era absolutamente necesario. Y ahora se ve que incluso puede llegar a ser insuficiente en esos términos», incidió el lunes.
Sin embargo, ayer en la UNED trató de tranquilizar su mensaje de la víspera. Lo hizo ante los medios de comunicación, antes del referido encuentro con los docentes: «No quiero tomar más medidas de recorte. Voy a tratar de gestionar los presupuestos con los esfuerzos que ya hemos planteado a la sociedad cántabra. Intentaré llevar el barco que es Cantabria al buen puerto que es terminar este presupuesto con el déficit que se nos ha marcado sin tener que hacer más recortes», prometió. Y lo mismo refrendó cuando asistió a la jornada 'Getting Contacts': «De momento, descarto nuevos recortes y voy a gestionar lo que tenemos, a pesar de que las cifras de ayer (por el lunes) son terroríficas», según subrayó de rojo, dando de nuevo la vuelta a la moneda.
La jornada la terminó en el espacio 'La Brujula' de Onda Cero, en el que anunció que los directores de las empresas públicas de Cantabria «serán despedidos si no cumplen los objetivos anuales que se les marquen». El director del programa retó a Diego a asumir ese mismo planteamiento, 'quitarse del medio' si al cierre de 2012 no es capaz de cumplir los objetivos marcados. «Asumo ese compromiso», aceptó el presidente cántabro.
Dos documentos
Así, en principio, el Gobierno regional mantendrá un presupuesto para 2012 que cuenta con manejar 2.231 millones de euros -solo un 0,15% menos que el año anterior- y, a la par, un plan de ajuste para ahorrar 157 millones.
Del otro lado, de los objetivos perentorios que exige Madrid (porque, a su vez, los exige Bruselas), Cantabria deberá reconducir su 4,04% de déficit a un 1,3%. Eso significa rebajar los 560 millones de desfase entre ingresos y gastos que ayer cuantificó Diego, a unos 180 o 190. Para acercarse a esos números, el Ejecutivo regional tenía previsto eliminar la mitad de las 45 empresas públicas, ampliar las jornadas laborales en el Servicio Cántabro de Salud y en la educación pública, eliminar subvenciones y órganos consultivos como el Consejo Económico y Social, y adelgazar otros muchos capítulos de gasto. Eso, para ahorrar.
Para ingresar, aplicará el recargo sobre los hidrocarburos -el llamado céntimo sanitario- subirá el canon de saneamiento, las tasas de basuras y los precios de algunas escuelas públicas. «Estoy intentando devolver a Cantabria la viabilidad económica, aplicando medidas que son ingratas pero tenemos que cumplir. Esto es lo que hay», se refrendó ayer, a pesar de estar tragándose ya las primeras protestas. Sin ir más lejos, la fotografía de estas páginas ilustra la que escuchó de algunos trabajadores de la Educación, donde los sindicatos calculan que el aumento de jornada implicará el despido de 400 interinos. La consejería, por contra, no cree que lleguen a 80.
En cualquier caso, son medidas desagradables que Diego adopta porque no le queda más remedio, según repitió en la UNED. El tono de la siguiente declaración pertenece al grupo de las frases amargas: «La irresponsabilidad vivida en años anteriores deriva en la actual coyuntura económica y en una limitación de recursos que no se puede disimular. En este caso el rey va desnudo y es consciente de ello. Ésa es la verdad. Vamos desnudos. No hay un euro. Y gestionar la miseria es bastante duro. Si cumplimos los objetivos de déficit fijados por el Estado y a su vez por la UE, Cantabria tendrá acceso a liquidez. Yo voy a cumplir los objetivos con determinación», garantizó.
Cuestión distinta será si, además de todos los recortes dichos y revisados, habrá nuevas subidas de impuestos (IVA, impuestos especiales), algún copago sanitario u otro tipo de recortes. Es decir, más sacrificio.
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