El Racing presenta a Fabri sin que el Consejo haya aprobado su fichaje

El Racing presentó ayer a Fabri como su nuevo entrenador, sin que el consejo de administración del club verdiblanco haya aprobado su fichaje. EL DIARIO MONTAÑÉS ha tenido acceso a un documento remitido a las 24.00 horas del día 13 desde las oficinas de la entidad santanderina, en el que «por razones de urgencia» se decidía celebrar por escrito una votación de la directiva sobre diferentes asuntos; entre ellos, según figura en el orden del día, dar autorización al presidente, Ángel Lavín, para firmar los contratos de varios jugadores y el del entrenador lucense.

Sin embargo, en la propuesta que finalmente fue objeto de sufragio no se introdujo el nombre de Fabri, permaneciendo únicamente el de los futbolistas Andrés González; Ayoze Saúl Figueroa, que proviene del Valencia; Bruno Pascua, exjugador de la Cultural de Guarnizo; Guillermo Méndez, del Sporting B y Mariano Sanz, futbolista del filial del Osasuna. Todos ellos, en principio engrosarán la lista del Racing B para la campaña entrante.

De esta circunstancia se desprende que, al no haber sido propuesto para su aprobación por el Consejo, no existiría vínculo contractual entre el Racing y Fabri, si bien éste fue presentado durante la mañana de ayer en las oficinas de los Campos de Sport de El Sardinero en presencia de Lavín y del consejero del área social, José Campos y con una destacada ausencia como es la del por el momento máximo responsable deportivo del club, Manolo Saiz, en medio de graves incidentes a las puertas del campo, donde se concentró un centenar de aficionados.

La de ayer fue una jornada marcada nuevamente por la tensión en el seno del club verdiblanco. La fachada del estadio amaneció cubierta por pintadas con las que algunos hinchas decidieron increpar duramente a la actual directiva. Poco a poco fue congregándose un nutrido grupo de aficionados que, convocados a través de las redes sociales, quisieron mostrar su descontento con la situación actual del Racing.

Traumática ruptura

Mientras acontecía todo esto, en las oficinas del club se reunieron el presidente, Ángel Lavín, y el todavía mánager deportivo, Manolo Saiz. El encuentro tuvo lugar en un ambiente caldeado, en el que ambos se profirieron insultos, escenificando de nuevo la traumática ruptura que existe en la directiva santanderina.

Una vez finalizado el encuentro, Saiz abandonó el estadio, en cuyos aledaños mantuvo una breve conversación con varios medios de comunicación. «No voy a dimitir. Voy a seguir siendo el mánager deportivo mientras no me destituyan». «Os vais a reír», añadió, en referencia a lo que sucederá en el consejo de administración durante las próximas fechas. Sin embargo, afirmó que nunca dedicará «ninguna mala palabra a nadie».

A continuación intercambió algunas palabras con aficionados que se presentaron como miembros de Juventudes Verdiblancas, quienes le aseguraron confiar más en él que en Campos o Lavín.

Reunión con la plantilla

Asimismo, un numeroso grupo de jugadores de la primera plantilla racinguista se reunió con el presidente en El Sardinero. Los futbolistas, que el pasado lunes leyeron un comunicado pidiendo la continuidad de su técnico, pidieron explicaciones por la marcha de Unzué, ante lo que el mandatario alegó motivos económicos. Uno de los capitanes del equipo, Mario Fernández, afirmó a este periódico que hoy, a partir de las 10.00 horas, los jugadores entrenarán en La Albericia como estaba previsto. «Nosotros estábamos muy contentos con el míster, pero mañana (por hoy) volveremos al trabajo y seguro que también nos va bien con Fabri», aseguró el guardameta cántabro.

Por su parte, el defensa central gallego Iago Bouzón, que había llegado el lunes a Santander para fichar por el Racing, firmó ayer su contrato con el Xerez. La crisis desatada en el club cántabro ha convencido al futbolista de que su lugar se encuentra lejos del Racing.

Tras su reunión con varios jugadores, el presidente Ángel Lavín encabezó la presentación de Fabri como nuevo técnico. En ella afirmó que la situación actual del club ni le parece patética, ni le da vergüenza. Además, se refirió a la marcha de Unzué como «una solución que ha llegado ayer (por el lunes) pero que tenía que haber llegado mucho antes», al tiempo que calificaba los incidentes de la entrada como «pequeños tumultos que conocemos sobradamente».

Lavín, que apareció con gesto serio, se refirió breve y tajantemente a la situación en la que queda Manolo Saiz tras la destitución de Juan Carlos Unzué. «Sigue siendo consejero del club», dijo. No obstante, de manera implícita dejó claro que Saiz ha dejado de ser a todos los efectos mánager deportivo del Racing. En este sentido, declaró que «está por ver quién va a ser el próximo director deportivo. Las sugerencias del entrenador con respecto a los fichajes las estudiará el Consejo y éste será quien fiche».

Siguen los tumultos

Pero lo más difícil para Lavín y Campos fue abandonar ayer los Campos de Sport de El Sardinero. Los gritos que llegaban desde la calle perfectamente audibles desde la sala de prensa no cesaron en ningún momento y elevaron su intensidad cuando, tras la presentación, asomaba por la puerta alguna de las cabezas institucionales del club.

El mismo Campos había pedido a sus colaboradores que llamasen a la Policía, cuando vio que algunos peñistas comenzaban a lanzar huevos a las puertas de acceso al estadio. Finalmente, llegaron algunos agentes. Poco después, Campos y Lavín abandonaron el lugar por la puerta de atrás, por la tienda oficial del club.

Por si fuera poco movimiento, reapareció en escena Manolo Saiz que entró caminando en las oficinas, siendo rápidamente rodeado por los más radicales de los aficionados e increpado duramente. Saiz se encaró con sus agresores y entró en el club.

Cuando la tensión parecía rebajarse, Saiz volvió a salir y fue, de nuevo, increpado, pero no de manera tan grave como antes. Se alejó caminando del estadio y se dirigió a un conocido restaurante de Santander donde almorzó con Unzué y el resto de su cuerpo técnico, demostrando la comunión existente entre ellos.