Secciones
Servicios
Destacamos
PPLL
Sábado, 8 de septiembre 2012, 01:43
Regalar al rey Alfonso XIII un palacio en Santander fue la gran iniciativa que sirvió para el despegue turístico de la pequeña ciudad del Norte de España. Consiguió asentar durante diecisiete años, entre 1913 y 1930, en la ciudad a la Familia Real española y atraer hasta la provincia a sus parientes europeos, a las altas personalidades de las finanzas, a la burguesía española, a la aristocracia y al gran mundo que, huyendo de la guerra de 1914, encontró en Santander una ciudad balneario a la europea, pero en un país en paz. Me atrevo a decir que Alfonso XIII fue el promotor turístico más eficaz que nunca ha tenido Santander. Y gracias a su presencia y la de su familia se desarrollaron los elementos que hicieron de Santander una renombrada ciudad de veraneo en España: el nuevo Gran Casino de El Sardinero (1916), el Hotel Real (1917), el hipódromo de Bellavista (1917), la Biblioteca Menéndez Pelayo (1923), el edificio de Correos (1926), el Club Marítimo de Santander (1928), el Banco de España (1928), el campo de golf de Pedreña (1929) y la Casa de Salud Valdecilla (1929). Alfonso XIII promovió la construcción del HotelReal y fue su accionista, y la reina Victoria Eugenia, su esposa, impulsó la creación del golf de Pedreña, cuya bola inaugural lanzó el 13 de agosto su hijo el Infante don Juan.
La predilección de Alfonso XIII por Santander venía de su juventud, desde que visitase la ciudad en actos oficiales con su madre y desde que participase en regatas en la bahía. Fue uno de los lugares elegidos para su viaje de bodas con la princesa británica Victoria Eugenia de Battenberg, nieta menor de Victoria de Gran Bretaña, emperatriz de la India.
La elección de la península de La Magdalena para construir el palacio para Alfonso XIII no fue casual. El Rey había manifestado en varias de sus visitas a la ciudad que ese lugar era «una maravilla». Los políticos de la época querían afianzar la presencia del Rey enSantander y, todos de acuerdo, republicanos incluidos, vieron clara la oportunidad: decidieron que Alfonso XIII tenía que poseer una residencia en la costa santanderina. Y, de paso, arrebatar el protagonismo a San Sebastián, en cuya Real Casa de Campo de Miramar, veraneaba la Reina María Cristina, madre de Alfonso XIII. Y se consiguió desde el año 1913.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.