Jesús Pellón y Manuel Ruiz de Villa optan al decanato del Colegio de Abogados

Dos formas distintas de concebir el Colegio Oficial de Abogados de Cantabria se opondrán el día 12 de diciembre en las elecciones para ocupar el decanato de este colegio profesional. Jesús Pellón (Santander, 1952) y Manuel Ruiz de Villa (Santander, 1949) han anunciado que se presentarán a para este cargo. Pellón es el actual decano y opta a la reelección. Aunque no es previsible, sí es posible que pueda presentarse alguna candidatura más, dado que hasta el lunes, día 12 de noviembre, a las doce de la noche, no se cierra el periodo de aceptación.

Una vez proclamados los candidatos, será el día 12 de diciembre, entre las diez de la mañana y las seis de la tarde, cuando los 1.200 colegiados podrán depositar su voto. El de los abogados tiene un valor doble que el de los licenciados en Derecho que no ejercen la abogacía. El periodo de mandato será por cuatro años a partir de que se forme la nueva junta directiva, protocolo que se hará en el primer trimestre de 2013. Hasta entonces la actual junta seguirá en funciones.

«Afrontar los retos»

Jesús Pellón, que dirige el despacho "Fontecha y Abogados", que heredó de su tío Marino Fernández Fontecha, tiene 59 años y lleva 33 ejerciendo la abogacía, especialmente en las áreas de civil, laboral y mercantil.

Además de optar a la presidencia del Colegio, presenta los candidatos a la renovación parcial de la junta actualmente existente, «en la que concurriremos a la reelección por un lado, personas que actualmente ocupamos puestos en la junta, concretamente Andrés de Diego Martínez, Francisco Carral Fernández, y Romina Carral y otros que se integrarán en la misma». El objetivo de su candidatura es «aunar personas que por su capacidad y experiencia pueden hacer frente a los retos a los que la profesión y el Colegio van a tener que enfrentarse en los próximos años».

Presenta, además, la experiencia de 13 años en cargos de responsabilidad colegial, ya que actualmente cumple cuatro años como decano, pero anteriormente estuvo otros cuatro como vicedecano y cinco como vocal. Su gestión ha sido determinante en la normalización económica de los abogados de oficio. Mantuvo un pulso con el Gobierno de Cantabria, con firmeza pero con el tino suficiente, para solventar las diferencias sin adoptar medidas drásticas.

«Presencia en la sociedad»

Este abogado santanderino, de 63 años de edad, no presenta lista completa para la renovación de cargos, sólo al decanato, «aunque tengo un equipo en la cabeza». Con ganas de innovación, cree que las cosas en el Colegio de Abogados de Cantabria, actualmente, no funcionan como debieran: «En estos momentos entiendo que la abogacía debe tener una mayor presencia en todos los ámbitos de la sociedad. El Colegio debe adaptarse a las exigencias de estos tiempos, con independencia y libertad, y no permitir, como así está sucediendo, que la Justicia sea un trámite dilatado en los derechos de defensa de nuestros clientes, lo que se viene admitiendo con preocupantes silencios».

Cree que se debe fomentar la formación de los colegiados y que para ello deben establecerse lazos de colaboración con la Universidad. Tiene como objetivo dedicar especial atención a los derechos de los ciudadanos: «El Colegio de Abogados no sólo debe ser instrumento de representación, sino además de gestión de nuestra actividad, que es tanto como referirnos a los derechos económicos y morales de los ciudadanos, quienes observan, con total desconfianza, cómo sus pretensiones, cuando no tienen otro remedio que acudir a los Tribunales, se diluyen en el tiempo».