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Ferreiro pugna con Javi Venta.
La afición se cansa también de lo deportivo
Fútbol

La afición se cansa también de lo deportivo

El dominio fue total y absoluto para el conjunto amarillo ante un Racing que no ofreció oposición

Sergio Herrero

Sábado, 17 de noviembre 2012, 20:43

El Villarreal jugó con el Racing. Al juego que los castellonenses propusieron. Y es que el conjunto cántabro no tuvo ni intención de replica ante un equipo infinitamente superior. Los de Fabri fueron un juguete que zarandear, que golpear. El Racing se desangró, como un peluche descosido que pierde por las costuras las bolitas de poliespán. El 0-3 fue más que merecido y la afición se cansó también de lo deportivo.

La primera mitad fue un auténtico 'rondo' para el Villarreal. Un entrenamiento sin oposición. El dominio fue total y absoluto para los amarillos. Tanto, que de los verdiblancos apenas hay nada que contar. Sólo que no hubo paso adelante. Más bien al contrario. Hacia atrás. El dato de posesión en el minuto 25 era revelador: 22% para el Racing y 78 para el conjunto visitante. Y eso, ante un equipo que llegaba a El Sardinero sin ganar a domicilio desde el 8 de septiembre. Así, mediada la primera parte, la grada le pedía a Fabri que quitase "el autobús".

La primera ocasión clara de los castellonenses llegó en un disparo de Cani desde el centro del campo, que Sotres mandó a córner con dificultades. Jaume Costa, Uche, Moi Gómez. Uno tras otro, los acercamientos del conjunto amarillo ponían en aprietos al meta cántabro, que se convirtió en el mejor jugador de su equipo. Por no decir que el único presente sobre el césped.

Con los once jugadores metidos en campo propio, Ferreiro parecía desesperarse cada vez que iniciaba, tímidamente, la presión. Nadie acompañaba al gallego, que terminaba desistiendo. Lo más destacable por parte cántabra, una galopada de Jairo. Y ya.

Trigueros avisó a Sotres. Un duro disparo que desvío un defensa cántabro hizo emplearse a fondo al meta. A la siguiente, el futbolista amarillo no iba a fallar. Eslalon, mirada acompañante de la defensa y balón a la escuadra. Lo que viene siendo un golazo. El Racing era un juguete en manos de su rival.

Seis minutos después, una jugada combinativa llevó el balón a Uche en el interior del área, que batió al portero cántabro por arriba. La paciencia de la afición se había acabado y el "Fabri vete ya" comenzó a sonar sin megafonía.

Si la primera mitad fue un rondo, la segunda se convirtió en el partidillo de entrenamiento para los castellonenses. Las imprecisiones en defensa se sumaron al escaso bagaje del peor Racing de la temporada.

Al igual que avisó Trigueros en la primera parte, éste fue el turno para Uche. Su disparo, lo desvío Rochela y la pelota se marchó a córner. Era cuestión de tiempo. El nigeriano se coló entre los dos centrales verdiblancos, se elevó e introdujo, de cabeza, la pelota en la portería cántabra. La confirmación de una merecida goleada.

La grada estalló. Se cansó también de lo de césped. Gritos para el Consejo, para Fabri, para los futbolistas y una consigna: "Invasión, invasión". Los cuerpos de seguridad del estadio tuvieron que ponerse en alerta para que la cosa no fuera a mayores.

Fabri dio entrada a Assulin, que mostró, aunque sin alardes, que es el mejor jugador de este equipo. Al menos, por intenciones. De entre los tres acercamientos que se pueden destacar del Racing en este período, el más claro fue un tiro de Koné, que por querer ajustar al máximo, envío la pelota al poste.

Sotres salvó la última ocasión del Villarreal, aunque poco tenía sentido. La atención ya estaba en la grada. En el ánimo de la afición y en los rostros presentes en el palco. El fútbol volvió a pasar a un segundo plano, por enésima vez, en los últimos tiempos de este maltrecho y casi centenario club.

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