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Álvaro Machín
Martes, 15 de enero 2013, 00:07
Si el choque ante el Hércules tenía visos de final, el Racing se conformó con el segundo puesto. Mal encuentro, mala imagen y escasos argumentos para la esperanza en un partido desastroso y en el que dos errores defensivos condenaron al equipo cántabro ante un rival, que comparte UCI con los verdiblancos, pero que, sobre el césped, pareció mucho más sano que el conjunto de José Aurelio Gay.
Mal primer tiempo del Racing, que comenzó el partido igual que ante la Ponferradina: con un gol en contra. Apenas cuatro minutos tardó el Hércules en adelantarse, tras un error defensivo cántabro, que permitió a Javier Portillo anotar el 1-0. El tanto alicantino volteó las críticas y la indiferencia del escaso público del José Rico Pérez en ánimos y aplausos y, poco a poco, los blanquiazules se fueron acomodando sobre el césped, ante un Racing impreciso y nervioso. Inofensivo en ataque. Así, el equipo de José Aurelio Gay trató de hacer daño a base de juego directo y Quini y Koné, la dupla de ataque, no pudieron más que contemplar los pelotazos. Sin balones claros, imposible crear problemas a la defensa local.
Tras el descanso, Gay dio entrada a Jairo, en busca de velocidad y mordiente en ataque y el de Cabezón de la Sal fue el autor del primer tiro del Racing en la segunda mitad -en la primera, tan sólo un manso remate de cabeza a las manos del guardameta-, que no llegó hasta el minuto 63 de partido. Flojo -como su equipo-, a la derecha de la meta de Falcón. Sin embargo, cualquier amago de despertar verdiblanco fue un espejismo. Y todo por un nuevo error defensivo. Un penalti absurdo de Ruymán, al derribar a Adrián Sardinero, permitió a Portillo marcar de nuevo y, prácticamente, sentenciar el encuentro en favor de su equipo. El central canario, que volvió a ser titular, completó una mañana nefasta.
A partir de ahí, el resto fueron, prácticamente, minutos de la basura. El Hércules, resucitado, disfrutó plácidamente de su renta, con un buen Edu Bedia en la manija, y el Racing, inoperante, agonizó. Como su 'mini' racha positiva. Hecha añicos. Lo más destacable en ese segmento fueron un disparo de falta de Jairo que Falcón repelió con el pie y una jugada polémica en el área, en el que los jugadores cántabros reclamaron un posible penalti de Pamarot, por agarrón a Gaizka Saizar. Con más impotencia que convicción.
Era un partido clave, ante un rival directo en la ya asumida lucha del Racing por la permanencia y el conjunto cántabro no dio la talla, dejando en ilusión la buena imagen del duelo ante la Ponferradina.
Directo 77370 Si
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