El Racing, siempre a contracorriente

Una máxima del fútbol dice que "lo que funciona no se debe tocar". Jairo, en casa. Koné, Ferreiro y Bocanegra, en el banquillo. Los jugadores que han dado una pequeña nota de esperanza -junto a Mario- en una temporada nefasta, fuera del césped en la visita del Racing al Numancia. Esa fue la apuesta de José Aurelio Gay para cambiar la dinámica del conjunto cántabro en sus encuentros a domicilio. El resultado: Horrible partido y reacción tardía e insuficiente. 2-0.

El Racing completó en Soria una primera parte horrorosa. De terror. Otra vez la de arena. Y así le fue al conjunto cántabro en esos primeros 45 minutos. El Numancia tampoco ayudó mucho para mejorar el nivel de un encuentro pésimo, pero hizo sus deberes.

Desde el pitido inicial, los minutos pasaron sin ocasiones. Imprecisión tras imprecisión, los guardametas Mario y Herrerín, ambos cántabros, veían pasar el tiempo y sufrían con el deplorable juego mostrado por sus respectivos compañeros. Igual que sufrían los cerca de 500 valientes que se trasladaron a Los Pajaritos.

El protagonismo en este primer período iba a ser montañés, pero no de color verdiblanco, si no rojillo. Así, tras un rechace de la zaga racinguista en un córner, Antonio Tomás desde fuera del área disparó para adelantar a su equipo. La primera en la frente. Otra vez, la enésima, tocaba remontar. Que hubiese capacidad para ello era harina de otro costal.

Acto seguido, Mario realizó la única acción positiva de un jugador del Racing en esta primera parte, al desbaratar un mano a mano con Natalio. Y poco más fue destacable en el primer segmento del partido como para gastar líneas de una crónica en contarlo.

El esperpento se agudizó a la salida de los vestuarios. José Aurelio Gay no rectificó haciendo cambios y el Numancia hizo sangre. Un centro de Cedric no es despejado por Borja Docal -el canterano sustituyó a Tiago Pinto por lesión del portugués- y Natalio, casi llorando, anotó el segundo.

Tuvo que marcar el conjunto soriano el segundo gol para que el técnico racinguista reaccionase, dando entrada a Koné y Ferreiro. Y la película fue la de todos los días. El Racing mejoró con las incorporaciones. Muy tarde. Siempre a contracorriente.

El delantero costamarfileño y el centrocampista gallego llevaron peligro a la portería soriana en un par de ocasiones, aunque no consiguieron marcar. Pero, al menos, metieron algo de susto. El miedo ya lo había metido el Racing en todos los minutos anteriores, pero a sus propios parroquianos.

La efervescencia de los cambios se fue diluyendo y el partido volvió a su cauce. Al del Racing impreciso y el Numancia cómodo. Mario volvió a evitar que los locales ampliasen el marcador y los rojillos, con un partido tan confortable, se fueron adormilando. En esa siesta, los cántabros dispusieron de varias ocasiones para haber recortado distancias, pero unas veces la falta de puntería y otras Herrerín hicieron justicia ante el poco bagaje ofrecido por el equipo de Gay.

Lejos llegó el desacierto del Racing, tanto como el lanzamiento de penalti de Quini a falta de dos minutos para el final. Casi la saca del campo. Los cántabros no merecieron ni una derrota ajustada.

Directo 86709 Si