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Lentillas para dormir
¿qué es la ortoqueratología?

Lentillas para dormir

Es un tratamiento de 'ortopedia' para los ojos, que se emplea para casos de miopía, hipermetropía y astigmatismo

MARÍA JOSÉ CARRERO

Martes, 5 de marzo 2013, 20:11

Cada vez hay más personas con problemas de visión -sobre todo, de miopía- y desde la más tierna infancia. Los expertos atribuyen este fenómeno, típico de las sociedades más avanzadas, al entorno. «Los ordenadores, la televisión, los móviles, leer, escribir... Vemos la vida de cerca. Todo esto hace que no miremos de lejos, de forma que los ojos se acostumbren a ello», comentan. Tras detectar el problema, el primer remedio son las gafas. Con el paso del tiempo, mucha gente opta por las lentillas e, incluso, por la cirugía refractiva.

A estas soluciones tradicionales contra los defectos de visión hay que añadir la ortoqueratología, también conocida como "orto k". «Pese a tratarse de una técnica con varias décadas de trayectoria, no es muy conocida debido a que, hasta hace poco, su uso estaba restringido a pacientes miopes y con pocas dioptrías. De unos años a esta parte, sin embargo, se utiliza también para paliar la hipermetropía y el astigmatismo», explica el secretario del Colegio Nacional de Ópticos Optometristas y delegado de esta organización en Bizkaia, Juan Ilarduya.

«La ortoqueratología es un tratamiento a base de lentes de contacto que, usándolas por la noche, corrigen el defecto visual durante el día. Es una especie de "ortopedia" para los ojos», explica. El optomestrista bilbaíno detalla que la lente rígida modifica la curvatura de la córnea, actúa como si se tratara de un molde. Su uso continuado por la noche permite una visión nítida durante todo el día, sin necesidad de gafas o lentillas. Es una alternativa a la cirugía refractiva para todos aquellos que no quieren o no se pueden operar».

Las lentes nocturnas que precisa cada persona se consiguen después de realizar una topografía corneal que permite conocer la geometría de cada ojo al milímetro. Se trata de que cada una de las dos piezas encajen a la perfección para ofrecer el máximo de calidad. La mejora se consigue desde la primera noche. Después de muy poco tiempo, la visión se normaliza y se puede ver bien todo el día. Dependiendo del caso, se requiere modificar el diseño de las lentes para ir obteniendo el resultado deseado. Por ello, durante las primeras semanas se realizan controles periódicos y se cambian los lentes tantas veces como sea necesario.

Si se dejan de utilizar, el usuario tiene que recuperar las gafas o lentillas durante el día o bien optar por la cirugía. «Es un tratamiento totalmente reversible», comenta el optometrista. Y es que la córnea, aunque moldeable, es elástica, lo que significa que recupera su forma original si deja de usarse la lente que la moldea.

Para que hagan efecto, hay que tenerlas puestas «al menos entre cinco y seis horas seguidas». Si una noche no se ponen, al día siguiente se mantiene una nitidez visual del 70%. Los límites de la "orto k" se sitúan en estos momentos en 7 dioptrías para los miopes, 4 para quien tiene astigmatismo y 3,5 para los hipermétropes.

Ralentiza los defectos

¿Tiene contraindicaciones? El experto asegura que no existen porque su funcionamiento es idéntico al de las conocidas lentes de contacto. Ahora bien, esta técnica no es recomendable para las personas con graduaciones superiores a las indicadas.

Juan Ilarduya resalta las virtudes de esta técnica en niños miopes porque frena el avance del problema. «Al corregir la curvatura de la córnea, el globo ocular no crece tanto, con lo que la progresión del defecto visual es mucho más lento», asegura. Según los últimos estudios, la diferencia entre un chaval que ha llevado este tipo de lentes nocturnas durante cinco años y otro que no las ha usado puede ser de 1,5 dioptrías. Los ópticos destacan esta virtualidad de la nueva técnica. Y es que en el caso de optar por la cirugía a partir de los 25 años, el resultado de la operación será mejor porque la dolencia será de menor calibre.

El coste de este tratamiento corrector es cercano a los 1.000 euros. Transcurrido un año, es necesario cambiar de lentes. La renovación supone un desembolso de unos 300 euros.

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