Emilio de Dios deja de ser director deportivo del Racing

El Racing y Emilio de Dios han resuelto, de mutuo acuerdo, su vinculación contractual. El ya exdirector deportivo ha expresado, a través de la web oficial del club, que "la situación actual de la entidad no permite que se den las circunstancias adecuadas para continuar".

El asturiano negoció en los últimos días su salida del club. La pérdida de funciones ante la inminente llegada de un entrenador -Paco Fernández- que se hará cargo de planificar la plantilla y de tomar las decisiones en materia de fichajes le han llevado a salir de la entidad verdiblanca. Además, su distanciamiento con Francisco Pernía, expresidente de la entidad y uno de los valedores del nuevo técnico asturiano es otra de las causas de su posible marcha. Por si fuera poco, la llegada de Iñaki Urkijo como responsable de las categorías inferiores del club es otro de los elementos que contribuye a que De Dios no continúe en Santander.

El definitivo descenso a Segunda B del equipo también ha acelerado su salida, puesto que el asturiano siempre mostró cierta reticencia a continuar si el club perdía la categoría.

Llegó tarde, pero decidió

Su llegada, mediada la pasada temporada y cuando ya estaba confeccionada la plantilla, causó sorpresa, en un principio. Su pasado como director deportivo en el Sporting de Gijón le dotaba de una experiencia y unos conocimientos previos del mercado de Segunda que podían ser utilizados para reconducir el rumbo del equipo. Sus primeras decisiones llegaron en el mercado de invierno. A él se le deben atribuir las incorporaciones de Quini, Juanmi, Andreu, Crespí y Pinto. Los cinco mejoraron la plantilla. Todos se convirtieron en titulares. También se ha de apuntar en su hoja de servicios la llegada de José Aurelio Gay al banquillo racinguista, en sustitución de Fabri, y la posterior contratación de Alejandro Menéndez como último y definitivo entrenador del equipo. Ha sido el único dirigente de la entidad considerado como 'hombre de fútbol', pero ahora su cargo se hace innecesario.