Los hosteleros critican el "exceso de celo" policial en el control de terrazas

En los últimos diez días, la Policía Local de Santander ha localizado 572 sillas, 153 mesas y 12 sombrillas instaladas en 18 terrazas de verano sin contar con la pertinente licencia municipal. Ha ordenado su retirada y los propietarios pueden incurrir en una sanción, a juicio de lo que considere el Ayuntamiento de Santander. Igualmente, los agentes locales están denunciando a los vendedores callejeros ilegales, y han incautado perfumes, ambientadores, ajos y globos.

Sobre terrazas, la denuncia más llamativa se produjo el pasado día 8 cuando un establecimiento hostelero ubicado en la Plaza de Italia, en El Sardinero, fue denunciado por tener 320 sillas y 80 mesas instaladas en la vía pública sin contar con la pertinente licencia municipal.

Con la llegada del buen tiempo, la Policía Local viene pidiendo la autorización municipal a las cafeterías, pubs, bares y restaurantes que instalan terrazas de verano. Según el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, «ésta es una actividad más de control de la Policía Local», negando que exista una campaña singular de revisión y menos que se haya ordenado desde el equipo de Gobierno «perseguir» las terrazas de verano. Puntualiza, eso sí, «que cuando son ilegales suponen un agravio comparativo frente a otros industriales que sí han pagado sus impuestos».

Apostando para que «a quienes no cumplen con las normas les multen» y que, en ningún caso, «hay que defender la ilegalidad», el presidente de los hosteleros de Cantabria, Emérito Astuy, sí denuncia que en Santander «hay un excesivo celo de la Policía Local con los hosteleros».

Repuesta con denuncia

Astuy, que «en ningún modo» está dispuesto a apoyar «a quienes no se atienen a la legalidad», cree que en la ciudad «la Policía tiene otras cosas más importantes que hacer que marcar de cerca a los hosteleros, como puede ser controlar el botellón que sí causa alarma y problemas sociales. Sabemos que están haciendo un esfuerzo por erradicarlo, pero ahí sigue produciendo problemas de convivencia».

Frente al alcalde santanderino que asegura que «no hay ninguna consigna contra los hosteleros», Astuy dice que la «presión policial» llega hasta el punto de que «actúan contra nuestro sector, incluso, si no existe ninguna denuncia por parte de los vecinos. El exceso de celo de la Policía Local de Santander no está justificado», denunció.

Aprovechó Astuy la ocasión para dejar patente, y dejar en evidencia, la situación en la que se está dejando a los bares pequeños, antiguos, que disponen, por ejemplo, de una plancha para los servicios básicos, «como puede ser poder hacer una tostada o un sandwich». Explicó que estos pequeños establecimientos «de gerencia familiar» no pueden disponer de fuegos ni plancha sin contar con las estructuras de evacuación de humos estereotipadas, «que no están al alcance ni de su economía ni de sus posibilidades físicas», dijo el presidente de los hosteleros.

El presidente de los hosteleros denuncia que «la Policía Local está procediendo al precintado de estas planchas, con lo que está impidiendo la viabilidad de estos sencillos negocios y, con ello, de los puestos de trabajo que suelen ser familiares», señala Emérito Astuy, quien señala que se ha puesto en manos del Ayuntamiento «una solución para estos casos, como es que se permita a esos hosteleros la instalación de unos filtros especiales que harían posible disponer de estas plancha o pequeñas cocinas sin incumplir la legalidad» aunque precisa que «hasta el momento no hemos tenido respuesta a estas propuestas». E insiste en lo que considera una particularidad: que las acciones policiales «no vienen avaladas por denuncias de los vecinos».

Asimismo Astuy criticó que los agentes locales persigan, «con el mismo celo», que haya música ambiente» en bares y cafeterías, «también perseguida». Y puso como ejemplo el caso de una antigua conocida cafetería del Paseo de Pereda, «a la que han precintado el equipo de música con el que daban ambiente al local desde hace 30 años».