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David Remartinez
Lunes, 16 de septiembre 2013, 14:44
Los 41 funcionarios que trabajan en el Parlamento de Cantabria suponen un coste, en salarios y seguridad social, de 2,1 millones de euros anuales. Los 39 diputados, 1,7 millones. Y los cinco trabajadores eventuales, 258.770 euros. En total, casi 5,9 millones de euros. Si se suma el mínimo gasto posible en seguridad, luz, teléfono, limpieza, mantenimiento, etcétera, el presupuesto total para que la Cámara autonómica funcione durante un año roza los 7 millones de euros. Para 2014, serán exactamente 6.922.3999 euros.
La cifra significa un 1% de reducción respecto a este ejercicio, o traducido en billetes, unos 70.000 euros menos. Es casi idéntica al presupuesto que el Parlamento aprobó en 2004, y si se actualiza dicho montante con el IPC, equivale al de 1998. El presidente del Parlamento, José Antonio Cagigas, ha resaltado ambas comparaciones esta mañana, orgulloso de haber mermado un 24,5% las cuentas de la institución desde 2011, y de haberlo hecho sin menoscabo de su actividad, según defiende.
Los principales ahorros introducidos ahora responden a la rebaja de sueldo del diputado socialista Francisco Fernández Mañanes, que disfrutaba de dedicación exclusiva y que desde septiembre pasa a cobrar solo dietas; a la jubilación de un funcionario cuya vacante no se ha cubierto; y a un mayor control en material, suministros, comunicaciones y transporte. El gasto corriente baja en total un 8%, y el de Personal, un 1,2%. Solo suben las inversiones, principalmente adquisiciones para la biblioteca y de equipos informáticos, ya que durante este ejercicio carecieron de partida gracias al remanente que existía de las cuentas anteriores.
Con esta estructura es prácticamente imposible reducir aún más, ha afirmado Cagigas. El único mecanismo para afilar la austeridad sería disponer de menos gente, principalmente funcionarios, pues en opinión del presidente, que superen en número a los políticos es una anomalía. Teóricamente están para apoyar el trabajo parlamentario, ha recordado. Pero el Parlamento de Cantabria no es el único, esto es común a todos los parlamentos. El Estado de las Autonomías dio lugar a un crecimiento desmesurado de las administraciones, y lo hemos hecho todos, hemos creado estructuras demasiado complejas que no son necesarias.
Resolver esa disfunción implica varias legislaturas, que la austeridad no sea solo norma en tiempos de recesión. Cagigas cree que la Cámara regional podría bastarse con 30 funcionarios, objetivo que, de mantenerse la política actual de amortizar las plazas que quedan vacantes por las jubilaciones, necesitará otros dos mandatos, al menos hasta 2023. Respecto a sus señorías, el Gobierno ya ha aprobado la reducción de 39 a 35 diputados, que entrará en vigor tras los comicios de 2015.
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