El PSOE expresa su preocupación por la falta de soluciones para Golden Line

El PSOE ve con "máxima preocupación" que a cuatro días de que se resuelva la demanda colectiva contra el cierre del call center de Golden Line en Torrelavega y su traslado a Valladolid, los 150 trabajadores de esta empresa aún no sepan nada de las soluciones que iba a buscar el Gobierno.

Según el diputado socialista Juan Guimerans, los trabajadores del call center, que desde el 1 de octubre dependen de Konecta, se han reunido con el consejero de Industria, Eduardo Arasti, ante la falta de noticias sobre las gestiones del Ejecutivo, pero salieron del encuentro sin que les planteará una solución, más allá de que el Gobierno "lo está intentado".

"Ni el PSOE ni los trabajadores sabemos nada y la prudencia y la paciencia tienen su límite", ha dicho, en rueda de prensa, Guimerans, quien ha insistido en que solo faltan cuatro días para saber "si este conflicto laboral tiene solución".

Ha recordado que el 18 de septiembre, el PSOE preguntó a Arasti en el Parlamento sobre las gestiones del Gobierno para impedir el cierre del call center, lo que dio lugar a un debate "bronco y áspero", en el que el consejero acabó anunciando que se estaban explorando distintas soluciones y pidió discreción y prudencia.

Y ha insistido, como hizo entonces, en que los socialistas "nunca serán un obstáculo" en la resolución de un conflicto que puede abocar a 150 trabajadores a perder sus puestos de trabajo en una comarca como la del Besaya, que está viviendo "una situación de emergencia".

Guimerans ha pedido explicaciones al consejero y al presidente, Ignacio Diego, y ha afirmado que si no las dan, los socialistas entenderán que "la solución ya solo corresponde a otros ámbitos".

Les ha instado a que digan públicamente el resultado de sus gestiones, que espera que hayan sido fructíferas aunque teme que no sea así, porque si tuvieran noticias positivas habrían informado sobre ellas ya.

El diputado socialista cree que si el juez da la razón a la empresa, el final de este conflicto será el cierre de Konecta-Golden Line y su traslado a Valladolid, lo que a su juicio, equivale al despido.

En caso contrario considera que "quedaría alguna esperanza" pero no gracias a las gestiones de Arasti y Diego.

Además, según Guimerans, se pondrá de manifiesto cuál es la forma de hacer política del Gobierno y los trabajadores de Cantabria entenderán que para defender sus puestos de trabajo "solo tendrán la unidad".

En respuesta a preguntas de los periodistas, Diego ha explicado que si Konecta consigue nuevos contratos, como es de esperar que ocurra "más pronto o más tarde", el Gobierno cántabro facilitará "determinadas condiciones" para que los implante en la región y para que vuelva a Torrelavega y la comarca del Besaya