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Sergio Herrero
Jueves, 31 de octubre 2013, 20:14
El Racing terminó dejándose dos puntos ante el Sporting B en un partido en el que los cántabros hicieron poco y los asturianos aún menos. El acongojo tras adelantarse en el marcador y un penalti en contra, intensamente protestado, terminaron de condenar a los de Paco Fernández en un choque muy malo.
La primera parte fue muy gris. El Sporting B apenas puso oposición y el Racing fue incapaz de aprovechar esa circunstancia. Demasiada inoperancia en ataque. El único que destacó entre los soporiferos argumentos del conjunto cántabro fue el asturiano Miguélez. De sus botas salieron dos asistencias decisivas que sus compañeros no acertaron a finalizar.
La mejor jugada de este primer tiempo fue un pase del propio Miguélez por encima de la defensa, al más puro estilo 'Laudrup'. La pelota llegó a Ander Lafuente, que ganó la espalda a su marcador, pero su sombrero sobre Ayala, muy flojo, fue despejado por un defensa a córner en su camino hacia la portería.
Así agonizó la primera parte. Con un insulso e infructuoso dominio racinguista que dejó el marcador, en el descanso, tal cual arrancó la contienda.
Las arengas de Paco Fernández en el vestuario tuvieron su efecto, aunque con unos minutos de caducidad. Así, el Racing comenzó apretando el segundo período. El mayor peligro llegaba por las bandas, con centros laterales. La primera la tuvo Javi Soria, tras un balón colgado de Lafuente, pero el disparo del ex del Mirandés se marchó por encima del travesaño.
El Sporting B tuvo su ocasión tras una contra mal defendida por los cántabros. El ariete Castro se plantó ante Dani Sotres y su remate llegó a tocar el palo derecho de la portería local.
Acto seguido llegó el tanto racinguista. De nuevo por un flanco. Esta vez, el izquierdo. Iñaki la puso y, en el segundo palo, el central Juanpe, incorporado al ataque, adelantó a su equipo.
El tanto transfirió el letargo de un bando a otro. Los locales se metían atrás ante un equipo que apenas había demostrado nada. El Sporting despertó -tímidamente- y al Racing le empezaron a temblar las piernas con los asturianos pisando terreno cántabro. A unos les temblaban y a otros, como a Koné, ya no le respondían y tuvo que ser sustituido.
Entre unas cosas y otras, Mariano cometía un penalti muy protestado que Álex Menéndez se iba a encargar de transformar. Los jugadores y el banquillo cántabro empezaron a desquiciarse con las decisiones arbitrales y Paco Fernández y Mario fueron expulsados. El empate iba a salir caro.
Fueron momentos de rabia para los futbolistas montañeses, que con más corazón que cabeza, y con más imprecisiones que brillantez trataron de buscar los puntos que acababan de dejar escapar. Fue inútil. El pitido final del árbitro confirmó la desaparición de dos puntos en medio de una montaña de despropósitos. Por no salir a matar a una débil presa. Ojalá no se echen de menos en el casillero a final de temporada.
Directo 263625 Si
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