Roban a Manolo Saiz varias bicis del centenario del Tour

Una nave del desaparecido equipo ciclista de la ONCE, situada en Los Corrales de Buelna, ha sido saqueada por desconocidos que, entre la enorme cantidad de material que contenía, se decantaron por las piezas más valiosas: tres bicicletas Giant conmemorativas del centenario del Tour de Francia, de las que sólo se creó una serie numerada de cien unidades en todo el mundo. Se llevaron otra más, una diseñada para las cronoescaladas y unas cuantas ruedas específicas para este tipo de bicicletas. Todo lo demás, fue apartado «con sumo cuidado», y las bicicletas desdeñadas por los ladrones «colocadas de nuevo de una manera que sólo saben los aficionados a este deporte», según Manolo Saiz, el que fuera director del equipo ciclista, que presentó una denuncia ante la Guardia Civil y que espera que los autores del saqueo no puedan vender el material robado precisamente por ser tan especiales e identificables por entendidos. «Y si las pintan, perderían todo su valor», advierte.

Saiz prefiere no hablar de botín económico. Las tres bicicletas conmemorativas del Tour «valen cada una más que un coche», pero mayor aún es su valor sentimental, dijo, «porque sólo se hicieron cien para la venta, y las 30 del equipo tienen cada una un toque distinto, y se fueron entregando a los ciclistas. Las tiene gente muy específica, no cualquiera», indicó.

Estas tres que robaron el pasado día 21 de octubre tenían dueño: «Una era de mi colección personal de bicicletas del equipo, la otra la acabábamos de montar para un regalo y la tercera era para un compañero en la ONCE».

Las bicicletas que crea la marca Giant con series limitadas son muy apreciadas por coleccionistas, tanto que hay un aficionado del Reino Unido «que siempre compra las que tienen el número 007 y otro multimillonario americano las adquiere de dos en dos, para colocar dentro de urnas en su casa de verano y en la de invierno», explica Saiz. En otra ocasión, en el año 2002, salió una serie especial Giant Oro, así bautizada porque parte de las piezas de las bicicletas estaban bañadas en oro, para conmemorar el centenario de la ONCE.