UGT confía en que la Justicia anule el traslado de Konecta a Valladolid

El sindicato UGT ha manifestado hoy su confianza en que la Justicia anule "el despido colectivo encubierto" que afecta a la empresa de "telemarketing" Konecta-Golden Line en Torrelavega, cuya dirección pretende trasladar a los 150 trabajadores a su centro en Valladolid.

El juicio por la demanda por conflicto colectivo interpuesta por los sindicatos de Konecta está previsto para este próximo miércoles 20 de noviembre, a partir de las 9.20 horas, en el Juzgado de lo Social número 5 de Santander.

En un comunicado, la responsable regional de Telemarketing de la Federación de Servicios (FES) de UGT , Raquel Saiz, califica el traslado como "medida injusta" y confía en que el juez anule la propuesta de la empresa, porque "perjudica" a los trabajadores, muchos de los cuales no podrían asumir los costes del traslado.

Recuerda que la demanda de conflicto colectivo fue interpuesta este pasado verano por los sindicatos UGT , CCOO y CGT contra la propuesta de Konecta, tras recalcar que todos los trabajadores esperan "que lo que ha iniciado la empresa termine con una sentencia que lo anule por completo".

"Desde el momento en que se planteó la movilidad geográfica de los trabajadores tuvimos muy claro que en realidad lo que quiere Konecta es un despido colectivo encubierto barato para desprenderse de 150 trabajadores y con una cuantía económica más que asequible", agrega la sindicalista.

Ante la celebración del juicio, el comité ha convocado un paro en la empresa para el miércoles, con el objetivo de que los trabajadores puedan acudir a la vista.

Un centenar de personas participó el pasado sábado en una concentración frente al Ayuntamiento de Torrelavega convocada por el comité, en la que tomaron parte la secretaria general de UGT en Cantabria, María Jesús Cedrún; la secretaria comarcal, Cecilia Gutiérrez Lázaro; y el responsable de CCOO en Torrelavega, Guillermo Moral; así como miembros del PSOE y el PRC.

Los manifestantes llevaban caretas con los rostros del presidente de Cantabria, el alcalde de Torrelavega y el presidente del Banco Santander, accionista mayoritario de Konecta.

También portaban una pancarta con la frase "No nos vamos Konecta nos echa. Ellos consienten" y las caras de Ignacio Diego, Ildefonso Calderón y Emilio Botín.

En septiembre, la plantilla consiguió que los tribunales paralizaran de forma cautelar el traslado, previsto para el 1 de octubre, hasta que haya una sentencia firme, y aunque Konecta recurrió la decisión, el juez rechazó su petición de levantar las medidas cautelares.