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José María Gutiérrez
Lunes, 16 de diciembre 2013, 15:25
El día después del partido en Ourense dejó sensaciones contrapuestas:la derrota del Guijuelo en Avilés (1-0) catapultó al Racing al liderato por segunda vez en la temporada. El sufrido punto conseguido en Ourense en inferioridad numérica vale doble tras la derrota de los salmantinos, con quien el Racing comparte el primer puesto de la tabla aunque le supera por la diferencia de goles (más 16 frente a más 14). El esfuerzo titánico de los jugadores sobre el césped y la lección defensiva demostrada con dos hombres menos también se suman al lado positivo del encuentro frente al C.D. Ourense, pero la cara pesimista viene señalada una vez más por la decisiones arbitrales en su contra, una tónica habitual esta temporada.
Cid Camacho, González Arévalo, Óscar Herrero, Eiriz Mata... Este año los aficionados racinguistas están guardando más en la memoria los nombres de los árbitros que les caen en suerte cada jornada que la de los jugadores más destacados del equipo rival. El club se siente perjudicado por numerosas decisiones y, aunque prefiere no ver fantasmas ni manos negras, sí ha mostrado su malestar y cansancio en diferentes ocasiones. La última, tras el partido del sábado en Ourense, donde el colegiado Cid Camacho expulsó de forma injusta a Agustín y Koné, mostró cinco cartulinas amarillas más a jugadores racinguistas y no vio una posible mano de la defensa gallega dentro del área tras remate de cabeza de Javi Soria en la recta final. El Racing estudia recurrir ante el Comité de Competición la roja directa a Koné y la primera amarilla a Agustín, aunque decidirá en función de las imágenes de televisión que pueda reunir. En cualquier caso el delantero africano será baja seguro el domingo ante el Coruxo al recibir también en O Couto la quinta amarilla de la campaña.
Errores y actitudes. Paco Fernández no se mordió la lengua después de los 90 minutos en Ourense. «No son justas ninguna de las dos expulsiones, pero la gente se puede equivocar, es humana. Lo que no entiendo que no se pueda hablar con respeto y educación con el árbitro. Si te faltan al respeto, pues amonesta, pero si no, escucha a la gente lo que te dice, no pasa nada, también se puede aprender», relataba el míster asturiano, a quien le parece «triste» pedir a sus jugadores «que no hablen con el árbitro». «Es triste, pero es así. El colegiado es un deportista más, como nosotros, y debería permitir el diálogo», explicaba con tristeza.
En el mismo sentido se refería ayer Oriol. «En categorías superiores los árbitros sí te permiten opinar y dialogar más: no sé por qué en Segunda B no se puede abrir la boca», se cuestionaba contrariado.
Quejas
El hecho de ser un ex de Primera División ni siquiera le sirve al Racing para que, cuando los árbitros tengan dudas, la decisiones caigan de su lado. Ya la temporada pasada, los diferentes inquilinos del banquillo cántabro responsabilizaron de la mala suerte con los colegiados a la situación institucional que vivía la entidad y que llevó a su Consejo de administración a enfrentarse públicamente tanto contra el estamento arbitral que dirige el cántabro Sánchez Arminio como con la Liga de Fútbol Profesional que preside Javier Tebas.
«Sinceramente, confío en la honestidad de los árbitros, pero con las imágenes en la mano, está claro que el Racing está siendo perjudicado». Fueron las palabras de Paco Fernández tras cumplir la sanción de dos partidos que le mantuvo alejado de los banquillos tras su expulsión contra el Sporting B. Fue uno de los partidos en los que más vehementemente mostraron los jugadores y el cuerpo técnico su malestar contra las decisiones arbitrales. El inventado penalti que pitó González Arévalo por un presunto agarrón de Mariano dentro del área que sólo vio él costó al Racing perder dos puntos y las expulsiones del portero Mario, que ocupaba lugar en el banquillo; el preparador de porteros, Javi Pinillos; y el entrenador, Paco Fernández. El equipo también se quejó del penalti señalado a Iñaki en Ferrol, «demasiado riguroso»; de la expulsión de Koné ante la S.D. Logroñés; y de la segunda tarjeta amarilla a Rubén Durán en Burgos tras una jugada en la que el jugador sigue insistiendo en que no se tiró a la piscina. Su expulsión fue determinante porque cambió el rumbo de un partido que tenía dominado el Racing y que terminó perdiendo. Pese a no ser un equipo duro se les ha acusado de falta de intensidad en muchas ocasiones, hasta seis jugadores del Racing (dos veces Mario, otras dos Koné y una Durán y Agustín) han sido expulsados en las 17 jornadas ligueras, además de Iñaki en la eliminatoria copera contra el Leganés. El colmo de los males estuvo a punto de suceder en Oviedo cuando Eiriz Mata no concedió en primera instancia el diáfano gol de Nieto tras salir el balón por un agujero del lateral de la red. Su asistente le rectificó. El Racing salió líder de ese encuentro en el Carlos Tartiere, pero sólo lo disfrutó una jornada; ayer volvió a recuperar ese primer puesto.
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