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Ana Carbó, Carmen Hidalgo, Chema Mendiguren, Eva Rodríguez. Foto: Roberto Ruiz.
Diez comercios abren en solo veinte días en el centro de Santander
En el Casco Antiguo-Ensanche

Diez comercios abren en solo veinte días en el centro de Santander

Varios de los nuevos negocios que han elegido esta «zona viva y muy concurrida» son únicos en su género, con una oferta de productos exclusivos e ideas innovadoras

Juan Carlos Flores Gispert

Sábado, 11 de enero 2014, 09:55

Saben que la crisis no ha acabado, pero los pequeños emprendedores han decidido que es la hora de tomar el relevo al comercio de siempre, ofreciendo alternativas y novedades. Y otra forma de vender, desde instrumentos musicales del folclore regional a dulces de los conventos, cigarrillos electrónicos, ropa para niños o productos para hacer pasteles.

En diciembre han abierto sus puertas diez comercios en el Casco Antiguo y Ensanche de Santander. Tienen tirón, por el encanto de las calles, los edificios y los locales. Y porque el Centro de Arte Botín está muy cerca y será el gran vecino de la zona. En la calle Daoíz y Velarde inauguró el 19 de diciembre "El jardín del convento", una de las dos tiendas de España que se dedican a la comercialización de productos que salen de los fogones de los conventos. Su propietaria, Eva Rodríguez, fue hasta hace muy poco empleada del Festival Internacional de Santander. «Cada producto que llega a mi tienda lo he probado antes, para dar la máxima calidad al cliente. Ofrecemos elaboraciones de Burgos, Valladolid, Sevilla, Jaén y Córdoba. Y, en breve, de los conventos de Cantabria. No son productos caros, es algo artesano, de baja producción y gran calidad. La mermelada de ciruela con pasas y orujo, del monasterio del Císter de Santa María de Huerta (Soria) cuesta 5,90 euros. Esta zona tiene encanto. La gente está volcada en ella. Es el concepto de tienda que busca todo comprador, donde se atiende con cariño, hay degustación y te encuentras a gusto». Destacan los muebles y la decoración. El mostrador procede de una antigua mercería de Villacarriedo y la cajonera de imprenta de Cuevas, que estuvo en La Atalaya. Las tazas son de la ceramista Cristina Ortiz, de Liaño de Villaescusa.

Instrumentos musicales

El 20 de diciembre se inauguró en la calle de Peña Herbosa el comercio "Soniquetes y cachivaches", de Mariano Pérez, experto en la fabricación de instrumentos musicales, cantante del grupo Saltabardales y del Quinteto Lástima. Y uno de los pocos toneleros que quedan en Cantabria. Su local fue, hace tiempo, el garaje donde se guardaban los carros que transportaban leche. Restaurado por el propio Mariano, vende panderetas, caja redoblante, pandero irlandés, zambombas, escarpines, botas de vino, boinas, cuévanos, albarcas, pañuelos, fajas y la tela bayeta para confeccionar trajes del folclore regional. «Es un negocio único en Cantabria. He montado una tienda con taller, enfocada a un público especial, donde encontrar piezas interesantes para el folclore y la confección de trajes». Durante años ha estado en Cueto, «pero buscaba un local con encanto en el centro, donde hubiera mucho trasiego de público. Y en Peña Herbosa lo he encontrado. El local tiene mucha personalidad, encaja para el producto que vendo y que hago». Sus panderetas se venden desde Cádiz al Pirineo. En breve incorporará productos de otros artesanos de Cantabria, «como los que hacen los alfareros».

En la plaza de Cañadío, en el arranque de la Cuesta de las cadenas, el 6 de diciembre abrió "Caravan Station", de la interiorista Isabel López y la arquitecto Ana Carbó. Un negocio también único en Cantabria. Carbó cuenta que «buscábamos un espacio especial para montar un espacio único en Santander». Y lo lograron en un centenario edificio restaurado. «Un espacio polivalente en el que los comerciantes, los empresarios o los profesionales pueden exhibir sus productos, sus creaciones, dar una rueda de prensa, vender lo que no pueden ahora porque no tienen un local ni pueden acceder a él durante todo el año por el precio que tienen». Es un «escaparate urbano, una pequeña feria de muestras. Hay emprendedores deseando mostrar sus creaciones, y aquí encuentran el espacio». Un local amplio con pequeño jardín. «El público quiere ver las cosas de cerca, no se conforma con tenerlas en las páginas en internet de fabricantes o diseñadores. Quiere verlos de cerca y tocarlos. Aquí está el espacio para todo ello». El local se alquila por horas, días, semanas o meses «por el tiempo que se precise». La próxima exhibición será de cócteles y pinchos, a cargo de la empresa Fun&Food, de Carmen Sampedro.

Ponerse en forma

En la calle de Lope de Vega abrió hace unos días "Urban Gym" el primer centro de entrenamiento personal de Cantabria, según explican sus dueños, Alex Gutiérrez y Chema Mendiguren. El primero cuenta que «es un negocio muy en boga en otros lugares de España y era necesario tenerlo también en Santander». No es un gimnasio, puntualiza. Se ha instalado en el Ensanche de Santander «porque es una zona de expansión, porque es el lugar en que la gente vuelve a vivir. Y la periferia no tiene mayor interés para nosotros. Es una buena zona para el pequeño comercio y es un lugar con atractivo en Santander. Todos los pequeños negocios con estilo y novedosos se están implantando aquí. Se está dando vuelta a la idea generalizada de que en Santander la gente no se mueve», acaba.

En los arcos de la plaza de Pombo, Carmen Hidalgo ha inaugurado también en diciembre "La compagnie des petits", dedicada a la ropa infantil. Se ha decantado por esta zona de Santander «porque siempre hay flujo de personas, hay muchos niños y actividades para ellos y porque el centro-centro es muy caro. Aquí he encontrado locales más baratos, después de recorrer e informarme de todo lo que está en alquiler en la ciudad». Parada desde hace siete meses, proviene de una empresa de revisión de piezas de automoción «y tenía ganas de tener algo propio. Creo que esta es una zona de gran futuro para el comercio».

En los próximos días abre en la calle Medio "Perlas de azúcar", un pequeño negocio de Antonia Cuartas dedicado a la venta de utensilios y productos para repostería, así como adornos para las mesas de fiesta. «Una tienda novedosa en esta zona, que creo que es la mejor de Santander, con locales muy bonitos». También procede del paro. Tenía en mente hace tiempo poner un negocio como este, me gusta cocinar y creo que cubro un hueco en el mercado». A pocos metros, también en la calle Medio, abrió el 5 de diciembre "Ici París", de Ignacio Palacios y Carmen Castillo. Se han trasladado desde la plaza de Los Remedios. «Esta es una zona con mucho encanto, por donde a la gente le apetece pasear y ver escaparates. Y los bares dan mucho ambiente. Y pasa mucha gente joven hasta última hora de la noche. Los comerciantes de la zona hacen muchas actividades conjuntas. Es una zona viva y se nota que hay alegría en el consumidor».

Lo ratifica la vicepresidenta de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo, Lucía de la Riva: «Poco a poco está subiendo la venta, se atisba algo de luz. Confiamos en que la paga de los miles de funcionarios de Cantabria ayude a los pequeños comerciantes a cerrar un año mejor que el pasado».

Así que los emprendedores toman posiciones. El 5 de diciembre inauguró, en Arrabal 18, Pino & Flavia, de Pino Marquínez, una pequeña empresaria dedicada al mundo de la comunicación y la publicidad. «Elegí esta zona para mi pequeña tienda porque está en el centro de todo, tiene gran sabor y es donde están todas los pequeños comercios. Hay una gran vida y mucha relación entre vecinos y comerciantes». Su tienda es de cigarrillos electrónicos, gafas pregraduadas decoradas a mano, gafas Blackguard 64 y fulares daneses Erfurt. «El casco antiguo es el corazón de Santander, es donde se mueve la vida de la ciudad», concluye.

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