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V. Lemaur
Lunes, 20 de enero 2014, 11:22
Cinco personas y un guía entrarán cada semana a la cueva de Altamira. Así lo ha anunciado el presidente de Cantabria, Ignacio Diego, al término de la reunión que ha mantenido este sábado el Patronato, unas visitas que serán experimentales que podrían empezar la próxima semana y que se prolongarán hasta el mes de agosto. Con esta apertura controlada se pretende evaluar el impacto que la presencia humana puede ocasionar en la conservación del ecosistema de la cueva, que lleva cerrada más de 12 años, que está declarada Patrimonio de la Humanidad y considerada la 'Capilla Sixtina' del arte rupestre.
Las visitas tendrán una duración de 37 minutos y la selección para acceder a este grupo de cinco personas se realizará mediante un sorteo entre las personas que acudan al Museo Altamira y Centro de Investigación, que alberga la réplica de la gruta, el mismo día en que se realice la visita y tras rellenar un formulario. Esta selección, precisó Diego, "será transparente y objetiva".
Se llevarán a cabo en base a un protocolo y controles "muy estrictos", de modo que los visitantes deberán llevar la misma vestimenta y calzado que utilizan los investigadores (monos desechables, gorro, guantes, mascarillas, así como un calzado especial o lavado de suelas, elementos que facilitará el museo). También se establecerán parámetros como la estancia en cada zona de la cueva y la iluminación, con el fin de minimizar el posible impacto de la presencia humana en su interior.
Altamira , declarada patrimonio de la Unesco en 1985, encierra en sus entrañas 20.000 años de arte, y de ahí la fascinación que ejerce sobre científicos y el público en general, el cual, por fin, tras doce años, podrá acceder a su interior, en visitas muy controladas, regladas y experimentales.
El Patronato de Altamira se ha reunido este sábado en Santillana del Mar por espacio de más de tres horas para analizar la fase II del estudio que sobre la posibilidad de abrir la cueva llevan a cabo los investigadores y conocer el impacto causado por el ser humano en la cueva después de que el pasado mes de noviembre comenzaron a realizarse unas visitas experimentales.
Al término del encuentro, el presidente cántabro y del Patronato, Ignacio Diego; el secretario de Estado de Cultura, José María Lasalle; el director del Museo Altamira, José Antonio Lasheras; y la coordinadora del programa de investigación para la conservación y acceso a la cavidad, Marián del Egido, han ofrecido una rueda de prensa en la que han detallado este régimen de visitas experimental.
Tras finalizar este periodo de prueba, los expertos analizaran la situación de la cueva se ha visto o no alterada y, en consecuencia, se decidirá si se continúa con este régimen de visitas o si, por el contrario, se vuelve a cerrar al público.
El Museo, en el que ahora se ve una réplica de las pinturas originales, ocupa los primeros puestos de visitantes en la red estatal. Durante el año, y sobre todo en verano, miles de personas se acercan a la cavidad, con largas colas de autobuses y coches, para ver unas obras de arte que son de las primeras realizadas por la mano del hombre.
Nadie duda, por eso, de que Altamira es un motor económico para toda Cantabria y para la comarca de Santillana del Mar, un bello pueblo cántabro eminentemente turístico.
Esta circunstancia justifica en parte el anhelo de la región por mostrar al mundo uno de sus mayores tesoros: unas pinturas cuya fama, especialmente de los bisontes, no ha hecho más que crecer hasta atraer 100.000 visitas anuales ya en la década de los años sesenta (actualmente, ronda las 250.000).
La pelota de la reapertura de Altamira sigue, por tanto, en el alero de los científicos, en el complejo equilibrio entre los defensores a ultranza de la conservación y quienes creen que no hay que resignarse a tener un tesoro oculto durante décadas. La preservación es un tema viejo para Altamira , que también estuvo cerrada de 1977 a 1982. De hecho, su descubridor, Marcelino Sanz de Sautuola, fue el primero en preocuparse por esta cuestión y colocó de su bolsillo una puerta para proteger las pinturas.
De Egido: Las visitas experimentales no contradicen los estudios anteriores
Se trata de la II fase del programa de investigación en Altamira cuya financiación completa ha garantizado el secretario de Estado de Cultura, José María Lasalle. La financiación de la investigación está prevista en agosto de 2014.
La coordinadora del programa científico que analiza el estado de Altamira , Marián de Egido, ha afirmado hoy que la decisión de que haya visitas experimentales controladas en esta cueva no supone "ninguna contradicción" en relación con los estudios que ya existían.
"Los estudios realizados hasta el momento se van validando y completando", ha declarado esta experta tras el Patronato de Altamira que hoy ha acordado que la cueva recibirá visitas experimentales, de cinco personas más el guía cada semana.
De Egido ha señalado que hay mucho trabajo y estudios "muy buenos" sobre Altamira desde hace décadas, y ha resaltado que ahora se está en "un nuevo periodo", de evolución de esos análisis para evaluar el estado de la cueva y proponer un plan de conservación preventiva.
Ese tipo de plan se está integrando en todos los bienes culturales y monumentales como estrategia de conservación para el futuro.
En Altamira se está trabajando en ello y se está abriendo la posibilidad de esas visitas experimentales (cinco personas del público en general más el guía cada semana durante 37 minutos), de forma "controlada".
A partir de agosto, y a la luz del resultado del análisis de la incidencia de esa presencia humana en Altamira , será el Patronato el que decida si hay una reapertura definitiva o no.
El director del Museo de Altamira , José Antonio Lasheras, ha dicho que Altamira ya es un centro muy visitado, aunque no descarta que las visitas experimentales, que darán a quienes vayan al museo la posibilidad de acceder a la cueva original por sorteo, puedan incentivar aún más la llegada de visitantes.
"Esto va a poner Altamira en la mente de todas las personas", ha reconocido, antes de apuntar que el pasado año Altamira tuvo ya 240.000 visitantes.
Lasalle garantiza la continuidad de los estudios científicos de Altamira
El secretario de Estado de Cultura, José María Lasalle, ha recalcado que el Ministerio se compromete a "garantizar la continuidad" de los estudios científicos de Altamira .
Tras el Patronato de Altamira que ha aprobado las visitas experimentales de cinco personas más el guía cada semana, el secretario de Estado ha indicado que el Ministerio va a seguir financiando los estudios científicos, porque la idea es "salvaguardar la conservación integral preventiva".
"Que dos años no son suficientes para determinar si es factible o no una entrada con un régimen restrictivo, pero que sea pública, pues continuarán las visitas experimentales dentro del proyecto que desarrolla el equipo multidisciplinar", ha apuntado este cargo de Cultura.
Lasalle ha puntualizado que estas visitas experimentales se incluyen dentro del proceso científico, y serán los expertos quienes determinen si el modelo que se ha diseñado se mantiene, se modifica o se suspende.
"Lo que sí queremos garantizar es que va a seguir el proyecto, tal y como está concebido", ha subrayado el secretario de Estado.
Y ha añadido que las visitas experimentales no son "un proyecto extraño", sino que forman parte del intento de establecer "un equilibrio entre el valor excepcional que tiene la cueva de Altamira con el uso sustentable".
Es decir, que se trata de hacer compatible la preservación de la cueva con ese uso que, según comenta Lasalle, se recoge en los convenios de Unesco al referirse a cómo debe ser la conservación preventiva del patrimonio.
Diego: "Las experimentales despertarán más interés por Altamira"
El presidente cántabro, Ignacio Diego, ha considerado que las visitas experimentales en Altamira "van a volver a poner" esta cueva "en las preferencias de visita de mucha gente", pero ha destacado que el objetivo prioritario es la conservación.
"Sin ninguna duda (las visitas experimentales) van a poner a Altamira más aún, porque ya lo está, en las preferencias de visita de mucha gente a la que, quizás, el hecho de estar cerrada pudiera desmotivar", ha opinado el jefe del Gobierno de Cantabria.
El presidente, que ha hecho declaraciones tras el Patronato, ha insistido en que las visitas a la cavidad se van a producir de una manara "absolutamente controlada" y "con un criterio de preservación del patrimonio por encima de ningún otro".
Diego ha comentado que hay mucha gente que quiere visitar la cueva, no la réplica o el museo, y que, al verla cerrada, "se va enfadada".
"Este cambio puede suponer para mucha gente un estímulo más", ha considerado el presidente, que, no obstante, insiste en que "el objetivo prioritario" es "conseguir saber cómo responde la cueva a un proceso de apertura muy controlada".
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