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Ana del Castillo
Viernes, 31 de enero 2014, 13:57
El gestor holandés del Racing, Onur Arslan, ha llegado al juzgado de guardia pasadas las nueve de la mañana para presentar una denuncia contra el presidente del club, Ángel Lavín, y tratar de que el juez autorice la junta de accionistas que Lavín suspendió a última hora de ayer. A la salida del juzgado, Arslan ha indicado que la conversación con el magistrado ha sido privada pero que en cuanto se emita una resolución "lo haremos público y veremos qué piensa sobre nuestra posición. Esperemos que pueda ser hoy y que mi autoridad sea respetada y reconocida por el señor Lavín y sus amigos".
Arslan ha estado poco más de media hora con el juez al que ha comunicado la actuación de Lavín y ha reclamado la celebración de la junta. El gestor iba a aprovechar la junta de hoy para pedir la destitución irrevocable del actual Consejo de Administración y a nombrar a su equipo de confianza.
Pero Lavín, sabedor de que sus horas estaban contadas, amagó con una argucia legal que va más allá del retorcimiento del Derecho, y decidió aplazar la convocatoria, sin especificar una nueva fecha. En un comunicado, enviado pasadas las diez y media de la noche, el dirigente racinguista alega que Arslan no ha acreditado su condición de administrador judicial de WGA, y que «no se dan las circunstancias legales mínimas indispensables para dejar mi cargo responsablemente, sin provocar el riesgo de la inmediata liquidación del Racing».
El administrador judicial holandés y su entorno sospechaban que Lavín podría maniobrar para evitar su reemplazo en la junta de accionistas de hoy, e incluso que, horas antes de la asamblea, invocara alguna treta legal para eludir la convocatoria y ganar tiempo. Pero el movimiento vespertino lanzado con nocturnidad por Harry pilló por sorpresa a Arslan y a sus asesores cántabros, el bufete de abogados de Juan Gabriel Sainz de la Maza e Ignacio Arroyo.
En su escrito, Lavín no solo desconfía de los poderes del holandés, sino que extiende un velo de sospecha sobre sus intenciones en el club. «Bienvenido sea el relevo que parece llamar a la puerta, aunque como responsable de una bancarrota pueda estar dispuesto a recoger más que a sembrar».
Mientras tanto, las instalaciones de los Campos de Sport continúan cerradas. Por ello, el alcalde, Íñigo de la Serna, ha puesto a disposición de los pequeños accionistas y de Onur Arslan el Palacio de Exposiciones, para poder trasladar la asamblea.
En los aledaños del estadio, donde ya se han ido acercando los primeros minoritarios, se encuentran también varias dotaciones de antidisturbios, por lo que pudiese pasar.
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