

Secciones
Servicios
Destacamos
Pilar Chato
Martes, 18 de febrero 2014, 10:41
Un montañero ha fallecido y otro ha resultado ileso al producirse un alud sobre las 13.30 horas de la tarde en el Pico Bóveda, cerca de la estación de esquí de Alto Campoo. La víctima es un vecino de Torrelavega de 42 años, que responde a las iniciales F.P.P, y que se preparaba para iniciar una escalada, según ha informado la Delegación del Gobierno.
El accidente tuvo lugar cuando el fallecido y su compañero, también de Torrelavega, pisaron nieve acumulada por el viento que provocó un alud denominado alud de placa de viento, que les arrastró cien metros por una pendiente helada.
La víctima cayó en una zona de piedras y se golpeó en la cabeza, mientras que la otra persona logró evitar la caída, resultando ilesa en el accidente. Ambos son integrantes de un grupo de alta montaña de Torrelavega, experimentados. No se trataba de un área de especial dificultad y la nieve no ha llegado a sepultarles en ningún momento. El problema ha venido por el lugar en el que han caído, una zona dura y con piedras.
La voz de alarma la dió el compañero que resultó ileso, tras lo que se movilizó un operativo de rescate del 112, si bien ante la imposibilidad del helicóptero de aterrizar en la zona se dió aviso a los miembros del Grupo de Rescate de Especial de Intervención en Montaña (Greim) de la Guardia Civil. El helicóptero del 112 si se acercó a la zona lo suficiente para dejar allí a un socorrista y a un médico. Ha sido este facultativo es que ha certificado la muerte del montañero.
El rescate entrañó gran dificultad, porque, tras colocarlo en una camilla, tuvieron que asegurar la zona para emprender el descenso recorriendo «puro hielo», según fuentes próximas al dispositivo, y llegar hasta el punto en el que podía ser izado al helicóptero. En total, los Greim tardaron una hora en completar su misión. Cuando el Juzgado de guardia de Torrelavega autorizó el levantamiento del cadáver, el cuerpo fue trasladado al aeropuerto de Parayas donde una ambulancia lo llevó hasta el depósito del Hospital Valdecilla.
Al parecer, los dos compañeros del Grupo Altai pretendían cubrir la ruta entre los picos Bóveda (2.070) y el Cornón (2.047), la puerta de entrada al valle de Polaciones. Partieron de Alto Campoo, un paso que ahora presenta nieve bastante dura y peligrosa. Transitaban por la cara norte de la cordillera, un paraje escarpado y con muchas paredes verticales solo apto para expertos. «Y ellos lo son», corroboró ayer Raúl Guerra, vocal de montaña del Grupo Altai, aún conmocionado por la noticia: «Los dos llevaban unos 20 años practicando escalada, tanto en hielo como en roca, y conocían perfectamente el lugar». La zona «no es para principiantes», señaló, además de corroborar que en esta época del invierno no está en sus mejores condiciones: «Está venteada y helada».
Precisamente, los dos montañeros pisaron una zona que acumulaba mucha nieve por efecto del viento. Bajo esta capa había una placa de hielo que no soportó el golpe. Se movió y provocó un desprendimiento que tiró a los dos hombres, aunque uno de ellos no llegó a caer.
¿Qué es un alud de placa?
El alud de se ha producido en un corredor que hay entre la cara norte del Pico Bóveda, cuya altura máxima es de 2.070 metros de altura, y el Cornón. Aunque el accidente ha sido en una zona baja de la cara que da a Polaciones. Una ruta utilizada habitualmente para travesías con raquetas o sobre el hielo.
Una placa es una superficie de nieve compacta que se desprende del resto del manto de nieve y que se desliza sobre el suelo o sobre la nieve existente. El riesgo de alud de placa se produce cuando la nieve compacta se deposita sobre una nieve blanda o menos densa. Los factores que causan este tipo de avalancha son el sol, el viento o el sobrepeso provocado por las personas. Una variedad de placas, llamadas "placas de viento", se forman por o después de una nevada. Rotos por la acción del viento, los cristales se reducen en finísimas partículas que cuando se depositan en el suelo, toman inmediatamente una buena cohesión.
Este tipo de aludes consiste en el deslizamiento de una capa del manto nivoso (normalmente densa y compacta) sobre otra más antigua, que actúa a modo de rampa por una nula cohesión entre ambas capas. Suelen producirse por sobrecargas (nevadas, paso de una persona, caída de cornisas) y el viento es determinante.
Aludes recientes en Cantabria
En Cantabria, el último accidente mortal ocurrió en pleno verano, el pasado mes de julio, cuando el cadáver de un monitor inglés de 24 años de edad fue hallado en las inmediaciones del Collado y Aguja de La Canalona, en un agujero, una brecha de unos diez metros de profundidad. Su cuerpo fue encontrado por los Greim días después de que los compañeros del joven alertaran de su desaparición.
Con anterioridad, el 12 de mayo de 2012 una mujer de 56 años, vecina de Santander, falleció mientras practicaba montañismo por Cumbres Avenas en Picos de Europa. Un año antes, en enero de 2011, una vallisoletana de 35 años perdió la vida cuando intentaba alcanzar la cumbre de Peña Prieta, en Vega de Liébana.
Marzo 2013
El 4 de marzo, un alud de nieve caído en la carretera que comunica Bárcena de Pie de Concha y el embalse de Alsa dejó aisladas ayer por la tarde a unas veinticinco personas que habían subido a contemplar el paisaje en una decena de coches. Entre los afectados había familias enteras y algunos niños, procedentes de Los Corrales y Santander, que se quedaron retenidos en una zona próxima a la central eléctrica de E.ON durante una hora y media.
El 1 de marzo Javier Roldán, un esquiador de montaña de Reinosa, salió ileso tras verse sorprendido por una gigantesca avalancha en el Pico Cordel. Bajo sus tablas de travesía de montaña se produjo una gigantesca avalancha, de unos 500 metros de ancho, que se deslizó ladera abajo mil metros. Al detenerse el alud se levantó una nube de polvo de nieve de unos cien metros de altura y Javier cayó desde una altura de dos metros y medio y rodó con la cola del alud varias decenas de metros hasta que logró frenar y quedarse descolgado de la masa de nieve.
En mayo de 2010
El 18 de mayo de 2010 apareció el cadáver del montañero vasco al que se buscaba desde hacías días en los Picos de Europa. Se encontró sepultado por un alud, que pudo sorprenderle cuando escalaba en las inmediaciones de Torre Santa de Enol (Asturias), y que sufrió una caída de entre 150 y 300 metros.
En marzo de 2010
Pablo Fernández, un joven campurriano que se encontraba en la cumbre del Canal de Solvay practicando travesía con raquetas, quedó semienterrado en la nieve durante 40 minutos debido a un alud. Cuatro miembros del Club Alpino Tajahierro lograron rescatarle. El joven fue localizado cubierto de nieve hasta los hombros y con una camiseta de manga corta como abrigo. Cuarenta minutos excavando con manos y esquís fue lo que tardaron en sacar al joven de aquella fosa de prácticamente dos metros de profundidad
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.