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nacho g. ucelay
Miércoles, 2 de marzo 2016, 07:15
La retirada del espectacular argayo que cayó el lunes sobre la carretera comarcal CA-260 (Liérganes-San Roque de Riomiera), cerrada actualmente al tráfico, se ha convertido en una prioridad para la Consejería de Obras Públicas, que ya ha tramitado, además, los expedientes oportunos para ... declarar «de emergencia» las obras de reparación de otras dos carreteras afectadas por los deslizamientos producidos el pasado fin de semana a causa de las torrenciales lluvias registradas en la región.
De unas dimensiones colosales la roca desprendida pesa 40 toneladas, el argayo mantiene taponado todo el ancho de la carretera a la altura de la localidad de Mirones, donde un batallón de trabajadores está desmenuzando el pedrusco como paso previo a su retirada y a la posterior limpieza de la carretera, que según precisaron ayer fuentes de Obras Públicas podría reabrirse a lo largo del próximo fin de semana, el lunes a más tardar.
«Los técnicos piensan que cuando se retire la piedra podrá abrirse al menos uno de los dos carriles», adelantó prudente el departamento de José María Mazón.
De emergencia
Muy pendiente de estos trabajos, la Dirección General de Obras Públicas ya tiene también sobre la mesa los expedientes para poder declarar «de emergencia» las actuaciones necesarias para despejar y acondicionar cuanto antes las otras dos carreteras comarcales donde sendos argayos están dificultando el tráfico: la CA-282 (Quintanilla-Lamasón) y la CA-184 (Cabezón de Liébana), las dos de la red regional.
«Con esta declaración se pretende acelerar los trámites de contratación de las obras», en ambos casos «urgentes» porque los desprendimientos han causado desperfectos que han obligado a adecuar el tránsito intermitente de vehículos por un único carril.
De la misma manera, los operarios continúan trabajando en la limpieza de todas aquellas carreteras que, en mayor o menor medida, se vieron afectadas por los argayos registrados el pasado fin de semana, aludes que recomendaron el corte parcial de algunos viales que en las próximas horas habrán quedado ya expeditos.
Así, ayer todavía había personal adecentando las carreteras comarcales CA-843 (la Acebosa-Abadillas), CA-282 (en las cercanías de Linares) y CA-685 (Marrón-Udalla), donde aún eran visibles en la calzada los abundantes restos de tierra y piedra arrastrados hasta allí por los deslizamientos y que impedían el tráfico fluido por la zona.
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