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Lunes, 2 de mayo 2016, 18:18
La serie de discos rojos de las pinturas rupestres de la cueva de El Castillo fueron realizadas en diferentes fases o etapas por personas adultas, según se desprende de una investigación llevada a cabo por especialistas de Cantabria, Burdeos (Francia), Barcelona y País Vasco. Los ... resultados de los nuevos análisis a la serie de discos rojos de la cueva de El Castillo, situada en Puente Viesgo, recién publicados en la revista "Journal of Archeological Science", han arrojado nueva luz sobre la autoría y tecnología empleada por los primitivos artistas de dicha cueva.
En 2012 esta revista ya situó la serie de discos de la cueva de El Castillo como el arte rupestre más antiguo de Europa, con más de 40.000 años de antigüedad. La fecha obtenida mediante series de Uranio-Torio amplió la antigüedad del arte paleolítico en Europa 10.000 años antes de los que hasta la fecha se pensaba, siendo portada de esta publicación.
Al aumentar la antigüedad, llegaron las dudas sobre su autoría. Hace unos 40.000 años se produce la llegada a Europa de las primeras poblaciones modernas, de las que somos descendientes directos y su contacto con las poblaciones europeas existentes en ese momento, los Neandertales.
Este hecho abrió tres hipótesis: es posible que los humanos modernos trajesen la pintura al viejo continente como parte de su cultura. O bien la desarrollasen rápidamente en Europa como respuesta cultural a la competencia con los neandertales. O bien las pinturas ya eran realizadas por los neandertales, siendo tras su desaparición efectuadas por nuestros antepasados, quienes introdujeron las primeras representaciones de animales.
Ahora, las nuevas investigaciones llevadas a cabo por especialistas vascos, del Laboratorio de Ciencias Arqueológicas de Burdeos (LaScArBx), de la Universidad de Barcelona (UB) y de las Cuevas Prehistóricas de Cantabria, han revelado que se utilizaron diferentes técnicas basadas en el soplado y proyección del pigmento sobre la pared, y que no fueron obra de un mismo artista.
El estudio propone que podrían haber sido ejecutados progresivamente en el tiempo a lo largo de sucesivas e intermitentes incursiones en el interior de la gruta, que tendrían como objetivo ampliar la iconografía de la cueva y el simbolismo que se esconde tras ella.
Para la investigación, se han analizado los procesos tecnológicos efectuados durante la ejecución artística de los discos de El Castillo, aplicando por primera vez un método de trabajo que combina el análisis físico-químico en la cueva y en el laboratorio de los ocres empelados en las series de discos, junto al análisis morfométrico y técnico de los mismos, a través de la experimentación.
Los resultados suponen un avance en el conocimiento del primer horizonte pictórico de esta cueva declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO, así como un modelo de estudio a seguir para el resto de arte paleolítico.
Gracias a la reproducción experimental de los discos, la investigación ha constatado que se puede evaluar la altura de los artistas a partir de las distintas técnicas de soplado empleadas y de la forma de los discos. El trabajo demuestra cómo habrían sido realizados en su mayoría por personas adultas.
Para documentarlo, se han creado modelos 3D interactivos de las paredes decoradas, descargables junto a un artículo firmado por un equipo multidisciplinar integrado por los investigadores del Laboratorio de Ciencias Arqueológicas de Burdeos Francesco d'Errico, Laure Daynet y África Pitarch; de las universidades de Barcelona Joao Zhilao, y del País Vasco, Marcos García Díez, y por Daniel Garrido Pimentel, coordinador de las Cuevas Prehistóricas de la Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria.
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