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Sheila izquierdo
Lunes, 6 de febrero 2017, 08:16
Un parque, o por ser etimológicamente correctos, una zona de esparcimiento solo para perros. El mundo canino aplaude la decisión que ha adoptado la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de El Astillero de habilitar el primer espacio verde para uso y disfrute de los canes. Se trata del primero que de estas características se implanta en el municipio, después de que, en la región, ayuntamientos como el de Torrelavega o Suances tomaran la iniciativa hace ya meses. Ahora, y después de haber tenido que dar forma a una ordenanza reguladora, la responsable del área, Ana García, ha habilitado 1.300 metros cuadrados de superficie en La Cantábrica para que los dueños liberen a sus mascotas del yugo de las correas, sin molestar a niños y peatones. Entrará en funcionamiento a partir de febrero.
"Es el primer espacio de este tipo que se instala en el municipio porque, en cualquier otro rincón los perros deben ir amarrados por la calle pues de lo contrario podrían incurrir en una sanción", asegura Ana García, satisfecha de haber dado respuesta a una demanda vecinal y a uno de sus compromisos personales y políticos, mientras señala la zona elegida. "Será en el espacio verde que hay junto a las pistas de padel y la cancha de baloncesto y en ese área, los dueños podrán soltar a sus mascotas y vigilarles mientras lo hacen", afirma García.
Aunque de momento no esté señalizado, la idea es dotar al espacio de elementos de cerramiento, paneles informativos, papeleras para excrementos caninos, bebederos y bancos en el interior del perímetro para que los dueños puedan sentarse mientras sus perros juegan, corren o se relacionan con otros iguales. "Nuestra idea es dejarlo totalmente cerrado y, para ello, estimamos que habrá que hacer una inversión cercana a los 12.000 euros", afirma la edil.
Todos, durante unas horas
Otro de los aspectos de la primera zona de esparcimiento para perros en El Astillero es su horario. No permanecerá abierto las veinticuatro horas del día, sino que funcionará como zona de uso canino durante unas horas, aunque esa franja horario está por determinar. "Prefiero esperar a dar ese dato", dice.
Esta nueva propuesta, como todo, tiene defensores y detractores. Existe la histórica disyuntiva de quienes defienden a ultranza a los animales y quienes por el contrario no profesan un amor al mundo de las cuatro patas. Pero, dentro de los que sí tienen mascota, hay quienes aplauden sin mesuras la medida y quienes ven con ciertas dudas que su perro pueda estar en el mismo espacio, al mismo tiempo, con otros canes de mayor tamaño y, sobre todo, del mismo sexo.
"Será una cuestión de hacer grupos. Yo no puedo correr el riesgo de meter al mío, que es pequeño, con otros perros grandes y que le maten. A esos perros grandes, habrá que soltarles con bozal", dice la propietaria de un perro mientras pasea con él por La Cantábrica. Lo mismo sostiene otro vecino, dueño de Cipri, un perro de apenas unos 15 kilos de peso, que ve "ilógico" meter a su perro con otro de raza.
"Hemos tomado esta decisión de sacar la ordenanza y de incluir la creación de una zona porque la gente demandaba esto. No hay un sitio donde poder soltar a tu perro, cuando correr es uno de los ejercicios básicos para el bienestar del animal. Hoy en día, además, los perros son parte de la sociedad y uno más en los hogares", sostiene la concejala.
La ordenanza reguladora de Tenencia, Control, Identificación y Protección de Animales en donde se articula la zona de esparcimiento, fue aprobada el pasado día 22 de diciembre y está ahora pendiente de exposición pública. En ella, de lo que se trata "es de conjugar el derecho de los ciudadanos a tener una mascota en su domicilio y hacerlo compatible con los derechos de los demás ciudadanos y el principio de respeto al entorno y a las personas, compartan éstas o no la misma afinidad por los animales", asegura García.
"La redacción de la presente ordenanza es fruto de meses de trabajo y de una toma de conciencia respecto de la dimensión social e importancia de la convivencia de animales en el entorno humano y en atención a asegurar las condiciones de protección y bienestar de los animales, las medidas sanitarias, obligaciones y prohibiciones que deben observar las personas poseedoras de dichos animales, tanto desde la perspectiva de la protección, como desde un punto de vista higiénicosanitario y de seguridad, y desde el reconocimiento de los animales como seres dotados de sensibilidad y con capacidad para sufrir y disfrutar física y psíquicamente", dice la concejala del área.
La ordenanza, que se apoya en las conversaciones previas mantenidas con diferentes colectivos, propietarios y comunidades, recoge también entre su articulado el sacrificio cero, salvo por causas tasadas", apunta la edil. También establece la obligatoriedad de contar con licencia municipal en los casos de apertura de centros para animales, ya sean establecimientos, centros de acogida, escuelas o centros de adiestramiento, zoológicos privados, consultorios o clínicas así como para la tenencia de animales potencialmente peligrosos.
Al mismo tiempo, otro de los artículos está dedicado a las medidas de protección y a las obligaciones de los poseedores y propietarios de animales y a la circulación por la vía pública, el transporte y la entrada en establecimiento, de los animales, prohibiéndose la circulación de animales sueltos tanto en la vía como en los transportes públicos y la obligatoriedad del uso de bozal para perros potencialmente peligrosos. De igual modo se regulan los casos de animales abandonados.
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