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ALICIA DEL CASTILLO Y DIEGO RUIZ
Miércoles, 18 de julio 2018, 22:26
Preparar un buen gin-tonic parece una tarea sencilla. Hoy en día, todos presumimos de ser los mejores a la hora de preparar esta bebida de trago largo, siempre de moda. Pero, como todo en esta vida, habrá que tener en cuenta una serie de ... reglas básicas, para que el éxito sea seguro. Después, que cada maestrillo abra las páginas de su librillo.
El gin-tonic se puede preparar en casa siguiendo los pasos más básicos del método tradicional. Esto es: un par de piedras de hielo en un vaso alto, añadir la ginebra, una rodaja de limón, y echar la tónica encima. Remover o dar un golpe seco a la mezcla con una cuchara, y esperar unos minutos para que el conjunto se fusione completamente.
Sin embargo, los grandes especialistas, los que llevan años preparando gin-tonics, ganando concursos y llevando a las barras de los establecimientos los mejores combinados, recomiendan en primer lugar elegir una copa, al poder ser, de tipo balón. Mantienen la teoría de que es en este recipiente donde mejor se aprecian todos los aromas y sabores del combinado.
El hielo deber ser duro y que dure mucho tiempo acompañando a la ginebra, la tónica y aquello que se quiera poner dentro de la copa. Por eso se recomienda el hielo industrial, el que se vende en supermercados y gasolineras. El hielo que se saca del congelador del frigorífico de casa se derrite y suele absorber los olores de los productos comestibles que, también, se suelen guardar en su interior. Resulta muy desagradable llevarse a la boca un gin-tonic con gusto a pescado o cualquier plato ya cocinado.
Siderit Classic Ultra Premium cántabra, artesana elaborada en alambiques de vídrio. Tradición, respeto por el medio ambiente y buen hacer.
As de Picos Elaborada con agua de Los Picos de Europa y botánicos destilados en la alquitara tradicional lebaniega.
Gin Mare Catalana, inspirada en el Mediterráneo. Destilada con olivo, romero, tomillo y albahaca.
Rives Special Gin Es una de las ginebras más prestigiosas con premios internacionales, se destila en el Puerto de Santa María (Cadiz).
Macaronesian White Gin Se produce en Canarias. Usa los botánicos clásicos de la ginebra. Muy fresca y aromatica.
Está claro que con estos consejos, bien se puede preparar un gin-tonic en casa. Sin embargo, hay que tener en cuenta que este combinado de origen británico, como el fútbol, el rugby o el tenis, tiene un gran componente social. Cualquier cena de amigos o comida familiar se cierra con un gin-tonic. A media tarde, en cualquier época del año, merece la pena pedir en cualquier establecimiento una ginebra con tónica y aromatizada con limón o naranja. Las terrazas son, sin lugar a dudas, los espacios más atractivos para degustar un gin-tonic y para disfrutar de una bebida muy refrescante.
Es muy importante saber elegir la ginebra que vamos a utilizar para hacer nuestro combinado de trago largo. Sergio Estévez, un conocido bartender, autor del libro 'Gin-tonic para Dummies', clasifica en cinco tipos esta bebida originaria de los Países Bajos, que surgió en siglo XVII:
-El primero: la de corte clásico, donde abunda el enebro (Seagram's, Plymouth, Tanqueray...).
-El segundo: cítricas (Tanqueray Ten, Van Gogh, London #1, Larios 12...).
-El tercero: especiadas (Magellan, Brecon, Citadelle...).
-El cuarto: herbales (Gin Mare, Blackwoods...).
-Y quinto: afrutadas o florales: (G'Vine Floraisson, Fifty Pouns, Geranium...).
Una vez en la copa de balón el hielo (tres o cuatro piedras son suficientes) y la ginebra -se recomienda una porción similar a la de un chupito- viene el momento de poner la tónica. Las mejores diez marcas de esta bebida, para muchos especialistas, son: Fever-Tree, Q-Tonic, Fentimans, 1724 Water Tonic, Schweppes, Markham, Elderflower, Original Tonic, Broker's y Abbondio.
La tónica debe dejarse caer lentamente sobre el hielo y la ginebra. Está de moda hacerlo sobre la parte más estrecha de la cucharita imperial. Pero según algunas publicaciones, esta fórmula hace que se pierda hasta un 15% de las burbujas de la bebida inventada por el relojero alemán. Por eso, lo mejor es no remover el cóctel. El toque final es aromatizar la copa, con una piel de limón, lima o naranja.
Esta bebida tan de moda, mezcla de ginebra y tónica que se acompaña de hielo y una rodaja de limón, lima o naranja.
Cuenta la historia que en 1783, un joyero alemán que vivía en Ginebra (Suiza), descubrió la forma de introducir burbujas de dióxido de carbono en el agua embotellada. Años más tarde, fundaba en Londres una empresa que triunfó entre las clases más altas con el agua con gas y las sodas con frutas. La marca Schewppes, en 1870, decidió añadir a su invento original quinina, un producto que sirve para combatir el paludismo y la malaria.
Fue entonces cuando el ejército de su majestad la reina se llevó a la India esta bebida. Allí, abundaban estas enfermedades entre la tropa. Dicen que un oficial británico decidió mezclar la tónica con ginebra para celebrar los triunfos sobre el enemigo. De esta forma, además, se mejoraba el sabor ácido de la tónica.
Desde entonces, el gin-tonic ha evolucionado considerablemente. Pasó, como señalan algunas publicaciones, de ser una bebida de viejos, periodistas y borrachos, a un brebaje casi de culto, para sibaritas y gente bien. El protagonista de las mejores fiestas de la jet-set, en las que se comía poco y se bebía como si el mundo se fuera a acabar. Y es que para algunos, a diferencia de otras combinaciones, que el gin-tonic no embriaga.
Para preparar este superdigestivo, además de una buena ginebra, una tónica de calidad y buen hielo, hace falta buena mano y mucho gusto por parte del barman o bartender. Tanto en el contiente como en el contenido, el gin-tonic ha ido evolucionando en la última década convirtiéndose en un cóctel a la carta, totalmente personalizado.
Tras el boom de las ginebras premium llegó la fiebre de las tónicas, los cítricos, los botánicos y ahora, las frutas. Elegir un buen complemento para el gin-tonic no es tarea fácil para los poco dichos en la materia. No se trata de crear una sopa de frutos o bayas, sino de armonizar y dar potencia a una bebida que, además de vistosa y refrescante, aporte numerosos matices a nuestro paladar.
Antes de jugar a hacer mezclas imposibles conviene saber que las ginebras son destilados que parten de hierbas, bayas, frutas y botánicos que, en su justa medida aportan aroma, sabor y, en algunos casos color. Por ello, a la hora de introducir una fruta en la copa hay que saber con qué ingredientes se ha elaborado la ginebra. Las hay clásicas (abunda el enebro), cítricas, especiadas, herbales, afrutadas o florales.
A partir de ahí se podrá aromatizar con prácticamente cualquier fruta (granada, naranja, lima, limón, pepino, uva, melón, frambuesa, fresa, arándano, manzana, kiwi, cereza, pomelo...), fresca, de temporada, o liofilizada porque conservan perfectamente los aromas de la fruta y permiten una durabilidad mucho mayor.
La primera receta de gin tonic es el 'perfect serve' que he realizado para Siderit, el cual ha sido nombrado mejor gin tonic del mundo según el internacional Wine and Spirit Competition de Londres, un gin seco con notas de canela y naranja. Llenamos la copa de hielo, servimos 5cl de gin Siderit, una tónica, movemos despacio, añadimos una piel de naranja que rompemos encima de la copa y un palo de canela que ponemos dentro. Para el que le guste un Gin Tonic más cítrico, voy a proponerles un gin para impresionar a nuestros invitados.
En una copa ponemos una cucharada de postre de mermelada de naranja amarga; sobre la mermelada vertemos 5 cl de Gin Siderit, lo removemos para mezclar la mermelada y la ginebra. Completamos la copa con hielo y servimos la tónica, lo movemos y encima de la copa rompemos piel de naranja para dar aroma.
Un gin tonic lo tomamos después de comer o cenar, un trago digestivo, pero les invito a maridar la comida o cena con medio gin&tonic. Por ejemplo, en un vaso ponemos dos o tres trocitos de pimiento rojo crudo con una corteza de naranja y 2,5 cl de gin Siderit, lo aplastamos con un majador y lo dejamos unos minutos mientras ponemos hielo en la copa. Servimos la ginebra macerada con pimiento colándolo en la copa, ponemos media tónica y lo acompañamos a una carne..., verán que maridaje tan agradable.
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