Tiros al aire y decenas de agentes en una espectacular operación policial en Barros

Hubo disparos al aire, ladrones saltando de jardín en jardín y decenas de agentes armados con chalecos antibalas intentando atraparles en medio de la noche del sábado, en una urbanización de chalés del pueblo de Barros (Los Corrales de Buelna), donde los vecinos asistieron a la escena dentro de sus casas obedeciendo las órdenes de las fuerzas de seguridad: «¡No os asoméis, cerrad puertas y ventanas!». Según ha podido saber este periódico, este dispositivo terminó con varias detenciones, pero la operación sigue abierta para desarticular este grupo, al parecer dedicado a robos en viviendas, por lo que la Guardia Civil guarda silencio hasta que no finalicen las pesquisas.

Vecinos del barrio de La Herrán, en Barros, manifestaron que ya el sábado por la tarde se percataron de la presencia de varios agentes de paisano merodeando por la zona, controlando las salidas de la N-611, con el apoyo de otros compañeros desde coches camuflados. Otros cuentan que algunos agentes pidieron permiso a vecinos para vigilar desde sus balcones. Y a las diez y media de la noche todo explotó: «Aquí está pasando algo muy gordo», contaron vecinos, después de escuchar «al menos un tiro, una fortísima discusión y de pronto gente corriendo por todos lados con chalecos y pistolas».

Al parecer, se dio el alto a un vehículo 'fichado' por la Guardia Civil, que había detectado dos de los coches que buscaba aparcados en ese barrio. Los ocupantes, que podrían ser tres hombres extranjeros, optaron por abandonarlo en medio de la carretera y salir corriendo, momento en el que pudieron efectuarse «dos disparos al aire», según otras fuentes, un ruido que pudieron sentir muchos de los residentes de esta urbanización en la que hay unos setenta chalés. «Salí y me encuentro a agentes con chalecos antibalas y pistolas corriendo con linternas en todas las direcciones, mientras por lo visto uno de los hombres a los que perseguían huía por las fincas de las casas, saltando las vallas, en dirección a la autovía, y otros dos iban campo a través», contó un testigo. Los guardias iban pisándoles los talones por fuera de las propiedades privadas, alumbrando los jardines con sus linternas, «maldiciendo la velocidad de esos tipos», continúa relatando otro de los vecinos. Muchos no pudieron resistir la curiosidad y se asomaron a la calle, atónitos por lo que estaban viendo. «No se asusten, métanse en casa y no se acerquen ni a puertas ni a ventanas», les dijeron.

Los agentes de paisano enseguida contaron con el refuerzo de varias patrullas de la Guardia Civil. Sobre la una de la madrugada una grúa se llevó el coche «grande y oscuro» abandonado por los malhechores y los agentes continuaron con controles en los puntos estratégicos de la comarca de Buelna. Por la mañana solo quedaron como testigos mudos de lo ocurrido los jardines pisoteados.