

Secciones
Servicios
Destacamos
Ana Rosa García
Viernes, 9 de enero 2015, 09:15
La Clínica de Lactancia de la Residencia Cantabria, a cargo de la pediatra Belén Martínez, no abrió sus puertas el pasado miércoles día de su consulta semanal. Y aún se desconoce cuándo volverá a hacerlo. Las críticas hacia el Servicio Cántabro de Salud (SCS), por «esta decisión injusta e inexplicable», no se hicieron esperar. Apenas 24 horas después de conocerse el cierre, los mensajes en defensa de este servicio, que ayuda a las madres de Cantabria con dudas o dificultades para amamantar a sus recién nacidos, empezaron a circular por las redes sociales. Las tres asociaciones de apoyo a la lactancia materna Ojana, la Buena Leche y El parto es nuestro se han unido para defender el mantenimiento de «esta consulta tan necesaria. No podemos pasar de ser pioneros a prescindir de un recurso puntero, ejemplo para otras comunidades», denuncian. Y de hecho, se plantean iniciar una recogida de firmas para reivindicar su reapertura.
En los numerosos comentarios que la noticia ha suscitado en Facebook se alaba la labor que ha desempeñado Belén Martínez, experta acreditada en lactancia materna, durante ocho años en la planta de maternidad, donde estuvo en comisión de servicio hasta que en marzo retornó a su plaza en el centro de salud de Cazoña. Como consecuencia de este traslado, motivado por el déficit de pediatras en Atención Primaria, la actividad de la Clínica de Lactancia, que llevaba siete años funcionando, se limitó a la consulta de los miércoles por la tarde. A ella eran remitidas las madres que al recibir el alta tenían dificultades para proseguir con la lactancia, así como los casos más complejos, que requerían de ayuda más especializada, derivados por profesionales de los centros de salud o de urgencias.
En respuesta a esta reacción espontánea de madres y colectivos sociales, que censuran «este recorte ejecutado discretamente y sin hacer ruido», el jefe de servicio de Pediatría, Lino Álvarez, justificó esta decisión es un «problema administrativo pendiente de resolución. No se va a cerrar de ninguna manera la clínica, es una medida temporal, en tanto se busca la manera administrativa para que una pediatra de Atención Primaria puede seguir adelante con una consulta hospitalaria». En definitiva, una fórmula que compense el trabajo que Belén Martínez desempeña fuera de su jornada laboral. «Tenemos interés en que la clínica siga adelante. El coste económico de este servicio es mínimo y el beneficio sanitario es tremendo», defiende Álvarez. «En la Residencia llevamos desde hace ocho años desarrollando el proyecto de promoción de la lactancia materna, fomentando el contacto piel con piel y la no separación de madre e hijo tras el parto, y el progreso ha sido muy importante.
Cuando Belén se reincorporó a su plaza no quisimos prescindir de este servicio y se limitó a un día a la semana. Desde el principio ha funcionado muy bien con una media de seis consultas por jornada, por eso tiene que continuar. Y no hay nadie en Cantabria con la preparación y la formación técnica que tiene ella». Aunque ahora es la Dirección Médica del hospital y la Gerencia de Atención Primaria quienes tienen que buscar la fórmula que lo haga posible. La primera «sorprendida» por la repercusión social del cierre ha sido la propia Belén, que opina que «la clínica de lactancia es un servicio útil y necesario para la población.La prueba es que cada vez se va abriendo paso en más comunidades, como el País Vasco, la Comunidad Valenciana y Tarragona». En cambio, el futuro de la de Cantabria, a día de hoy, está en el aire.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La segunda temporada de Memento Mori se estrenará este mes de abril
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.