"Hay alumnos que hacen un círculo para chatear entre ellos", asegura el consejero

«Como docente he visto a alumnos ponerse durante el recreo en un círculo y comunicarse a través de un chat con compañeros que tienen a unos centímetros. Espero que sean modas, porque lo que fomentamos es la interacción personal, la empatía hacia el otro de una forma plena y no a través de un artilugio». Ramón Ruiz habla de su propia experiencia en las aulas, de sus años en la enseñanza. Cree, con ese bagaje, que «el uso del móvil debe estar restringido» e insiste en que «los momentos de ocio y de recreo deben ser para interactuar y jugar juntos». Pero el consejero de Educación explica que «no hay un protocolo específico» que regule el uso de los teléfonos en los centros. No hay directrices ni circulares genéricas más allá de «unas recomendaciones para el uso de las nuevas tecnologías». Admite, de hecho, que quizás tengan «que plantear un debate sobre su utilización con fines educativos». «Hoy por hoy -dice-, no existe eso».

En la agenda de la Consejería el móvil aún no aparece. Sí están los riesgos que, en general, se vinculan a las nuevas tecnologías. «Han incrementado nuevos modos de acoso». Algo que «los centros saben» y en lo que insisten «al conjunto de alumnos y familias en colaboración con los Cuerpos de Seguridad del Estado». Ruiz, en todo caso, extiende el aviso. «Es un aspecto que va más allá del mundo educativo y teníamos que tener una cierta sensibilidad familiar y social. Muchos de los problemas de esta índole que viven los alumnos ocurren a menudo en el tiempio libre o durante el fin de semana». Habla de «vigilar, atajar y prevenir». Riesgos por un lado y oportunidades por otro. «Bien utilizado, puede ser un nuevo instrumento didáctico. Ningún progreso es bueno o malo en sí mismo, si no en función del uso y el móvil es un instrumento que se puede utilizar didácticamente bien o que puede tener perversiones».