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Guardia del Seprona, protegido con un traje de apicultor, al lado de las colmenas robadas, que fueron halladas en Camaleño.

La Guardia Civil detiene al ladrón de las colmenas de Carandía, Castañeda y Villaescusa

Llevaba tres años saqueando las explotaciones apícolas, ocasionando unas pérdidas de 33.000 euros. Junto a él, ha sido arrestado el hombre que se las compraba

Mariña Álvarez

Martes, 24 de noviembre 2015, 13:43

El Seprona de la Guardia Civil de Cantabria ha logrado detener al presunto autor de sucesivos robos en granjas apícolas de varios municipios de la región, saqueos que los dueños llevaban sufriendo al menos tres años y que, al fin, han sido esclarecidos. Junto al supuesto artífice, de 35 años, fue detenido también el hombre que le compraba las colmenas robadas, de 62 años. En total, el instituto armado calcula que los daños económicos causados por ambos ascenderían a 33.000 euros, en un tipo de robo que ya no resulta extraordinario en esta región. Hace unos meses, otro ladrón de colmenas fue arrestado por la Guardia Civil por robar los panales de un vecino suyo de Novales (Alfoz de Lloredo).

Para llevar a cabo estas últimas detenciones la Guardia Civil había puesto en marcha una operación especial, bautizada como 'Apidae', a raíz de los hurtos y robos que se venían produciendo de manera repetitiva en explotaciones apícolas de las localidades de Carandía, Castañeda y Obregón de Villaescusa desde el año 2012. Los propios apicultores informaron al instituto armado sobre lo que les estaba ocurriendo y los perjuicios económicos sufridos, que, entre el material robado y las pérdidas de producción, calculan que puede superar ya los 33.000 euros.

En abril fue detenido el ladrón de las colmenas de Novales y, en mayo, la Guardia Civil, una vez informada por las víctinas, intensificó sus controles en las otras explotaciones, con el seguimiento de algunos de los productos robados. Y fue así como a mediados de octubre los agentes obtuvieron información de supuestas ofertas de miel a establecimientos públicos, así como el ofrecimiento de colmenas en venta, aunque en ambos casos no llegaron a concretarse. Esta pista llevó a los guardias del Seprona hasta dos sospechosos, que finalmente fueron detenidos los pasados 11 y 12 de noviembre: el primero como presunto receptador y el otro como supuesto autor de los robos. En total, localizaron 35 colmenas y 8 portaenjambres. Y, además, uno de los hombres fue sorprendido por los agentes finalizando la quema de otras 15 colmenas sustraídas.

Guardias protegidos contra las picaduras

Durante la operación, los efectivos del SEPRONA tuvieron que tomar medidas especiales de protección contra las picaduras para poder recuperar las colmenas, ya que muchas de ellas aún estaban activas. Ataviados con trajes y otros utensilios propios de la apicultura, pudieron recuperar parte del botín.

En la localidad de Ilces de Camaleño, lugar donde se encontró el mayor número de colmenas, los agentes constataron que se encontraban en "reprobables condiciones higiénico sanitarias", advierten desde la Guardia Civil, un hecho que según los investigadores constituye una "fuente de enfermedades" a otras instalaciones apícolas próximas.

Igualmente constaron que ninguno de los dos detenidos estaba inscrito en el registro de explotaciones apícolas en Cantabria, por lo que también se tramitarán las correspondientes denuncias administrativas, por ejercer de apicultores sin autorización ni control.

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