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Mariana Cores
Martes, 19 de enero 2016, 07:22
Buena calidad de las aguas, alimento variado y rico y un lugar seguro donde refugiarse y descansar. Estos son tres de los requisitos imprescindibles para que las nutrias colonicen un río o una bahía. Hace décadas que esta especie abandonó las aguas cántabras, hastiadas de la contaminación y la persecución a la que estaban sometidas para quedarse con su codiciada piel. Hoy han vuelto a poblar los ríos y desde hace unos meses, una familia de cuatro miembros (dos adultos y dos crías) viven en la bahía, en concreto en las Marismas Blancas de El Astillero. Para la SEO/BirdLife esta es una de las noticas «más emocionantes que hemos tenido, ya que muestra la buena salud ecológica de nuestras aguas». Felipe González, coordinador de la asociación naturalista en Cantabria, explica que las nutrias abandonaron la región dadas las malas condiciones que se daban para ellas: «Eran muy codiciadas por su piel, por lo que se las trampeaba, y los pescadores las consideraban sus enemigas, porque se alimentan de los peces principalmente, así que les hacían la vida imposible».
Pero hace «una década, más o menos, poco a poco comenzaron a volver a sus antiguos ríos, sobre todo en las cuencas altas de los salmoneros, como el Deva o el Saja. También el Alto Asón. En los últimos años hemos comprobado cómo han hecho pequeñas colonias. Incluso en el Besaya, a su paso por Torrelavega».
Pero lo que más llama la atención a esta organización es que «ahora hayan llegado hasta la bahía, lo que da una idea de la buena salud de la que goza en estos momentos», asegura González. Los rastros de esta familia de nutrias, formada por dos adultos y dos crías, se localizó en la Marisma Blanca a inicios de enero de este año, como atestiguan las imágenes grabadas por el aficionado Alberto Benito.
Previamente, en diciembre, se confirmó la presencia de dos de estos ejemplares una hembra acompañada de su cachorro «moviéndose en la Marisma Blanca, en la confluencia de las rías del Carmen y Solía», especifica el responsable de SEO BirdLife. Esta noticia es «la guinda al proyecto EcoAstilleroXXI, que empezamos en 2000 en colaboración con el Ayuntamiento de El Astillero». Recuerda González cómo hace quince años esta zona de la bahía «era un vertedero industrial, con sus aguas contaminadas». Gracias a los trabajos de recuperación ambiental «han ido volviendo especies que certifican la calidad del entorno, como el charrán común, que nidifica en el Marisma Negra, o los corzos que se han asentado en Moreno», apunta.
La llegada de las nutrias a la bahía supone, incluso, «una mejor noticia», ya que son una especie de «gran exigencia ecológica», así que desde la SEO las consideran como un «indicador de que los esfuerzos realizados en restaurar este complejo de marismas están sirviendo para atraer de nuevo a especies hace décadas desaparecidas». González señala que se trata de un animal de gran vinculación al medio acuático, «su aparición en las aguas de la bahía es signo inequívoco de la buena calidad de las aguas, en las que se alimenta de los cangrejo americano, mules, anguilas y carpas».
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