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Enrique Munárriz
Domingo, 8 de mayo 2016, 08:24
Podemos quiere olvidar su pasado reciente, marcado por el «bloqueo» orgánico y las luchas de poder a cara de perro, y mirar al futuro para llegar a convertirse en la segunda fuerza en las elecciones municipales y regionales que se celebrarán dentro de tres años. ... Trabaja por recuperar la confianza de los ciudadanos. El primer reto es mantener el escaño de Rosana Alonso en el Congreso de los Diputados en las generales. Y eso pasa por «salir de la zona de confort, no volver a caer en los errores del pasado y no perdernos en el camino». El aspirante a la Secretaría General Julio Revuelta lo dijo alto y claro ayer durante el debate que mantuvo con su rival, Jimena González, quien también asumió como propio el mensaje e hizo autocrítica al reconocer que «nunca debía haberse llegado a esta situación».
Ante más de medio centenar de simpatizantes, los dos aspirantes midieron sus fuerzas. Fue una reflexión en voz alta más que un debate. La «experiencia de un equipo consolidado con un programa para gobernar en los 20 principales ayuntamientos de la región» que defendió Revuelta frente a «un partido más horizontal en el que no se puedan acumular cargos» vendido por Gutiérrez. Quisieron alejar tanto los fantasmas del pasado y buscar un «giro de 180 grados en el fondo y en las formas de la campaña» que ni siquiera llegaron a contraponer sus programas.
Revuelta, dio la talla. El economista se movió con solvencia. Estuvo cómodo y tenía el respaldo de gran parte de su lista entre los asistentes. Afirmó que ante la «década perdida de Cantabria no sólo en cuanto al nivel de la renta, que es igual que el de hace diez años, sino también a nivel social, hay que incidir en formación y inversión en I+D+i». A su juicio, «hay que hacerlo en el sector industrial, que necesita aplicar un plan de reindustrialización inteligente de modo urgente, y en el de servicios, que representa el 70% de la ocupación y el PIB cántabro». Su objetivo será «crear una estructura que compita con el Partido Popular en Cantabria en las próximas elecciones autonómicas».
González, ingeniera naval que ejerce las labores de secretaria personal del edil no adscrito Marcelo Campos en el Ayuntamiento camargués, pasó de perfil por la mayoría de las cuestiones. Centró su intervención en la necesidad de una «reestructuración interna del partido que dé más peso a los círculos» e incidió en varias ocasiones en «evitar la acumulación de cargos».
Revuelta se vio reflejado en esa demanda, ya que él solo aspirará a la Secretaría General y se comprometió a centrarse en exclusiva en este trabajo y a no cobrar ni un euro por ello. El economista también avanzó que tendrá un papel más discreto que su antecesor si gana el proceso de primarias. «Un secretario general quizás tiene que tener menos protagonismo mediático y centrarse más en que los órganos internos funcionen bien».
Su rival dijo que el fallo de Podemos Cantabria fue empezar la «casa por el tejado y dejar abandonados a los municipios». Insistió en que si es elegida ser una de sus prioridades.
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