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José María Gutiérrez
Miércoles, 1 de junio 2016, 08:30
Los exámenes de septiembre de la ESO se trasladarán a partir del próximo curso al mes de junio dentro de la reforma del calendario escolar de Cantabria que impulsa la Consejería de Educación con el apoyo de la Junta de Personal Docente. Tanto ... el departamento que dirige Ramón Ruiz como la Comisión Permanente que representa a los directores de los centros de Secundaria se mostraron ayer de acuerdo en introducir este cambio, que esperan que ya sea plenamente efectivo durante el próximo curso. Así, los alumnos de la ESO que suspendan los exámenes extraordinarios de junio se someterán dos semanas después a la recuperación que en los últimos años se venía celebrando en septiembre. «Es una medida de equidad educativa, porque en septiembre, con todo el verano de por medio, muchos alumnos llegan peor preparados a los exámenes que en junio, a no ser que cuenten con la posibilidad de acudir a academias, opción que muchas familias no se pueden permitir», explica Alonso Gutiérrez, director general de Centros Educativos.
Ruiz recupera así una idea por la que ya apostó cuando fue responsable de Política Educativa en la pasada década, que luego el PP echó para atrás cuando llegó a la presidencia del Gobierno regional tras las elecciones de 2011.
Los próximos exámenes de septiembre serán, por tanto, los últimos de la ESO, pero su celebración obligará a que el inicio del curso no sea tan temprano como se pretendía con el nuevo calendario escolar. «Con la actual estructura del mes de septiembre, empezar el día 12 es totalmente inviable», explica Andrés Ruiz Moya, portavoz de la permanente y presidente de la asociación de directores de centros de Secundaria de Cantabria. Son las complicaciones que depara la transición de un sistema a otro. Por ello, se ha decidido que el curso 2016-17 comenzará, de forma excepcional, unos días más tarde de lo inicialmente previsto en esta etapa educativa y ya el 2017-18, sin exámenes de septiembre de por medio, se ponga en marcha conforme a lo diseñado en la reforma del calendario.
El objetivo final es que los exámenes de septiembre del Bachillerato y las pruebas de acceso a la universidad (PAU) se adelanten igualmente a finales de junio y principios de julio, respectivamente, para contar con una estructura unificada en toda la enseñanza de Secundaria, que haría completamente viable y eficaz la revolución del calendario. Educación reconoce que ha mantenido diversos contactos con la Universidad de Cantabria para tratar el asunto y que «hay buena sintonía». Cantabria es de las pocas comunidades en las que todavía se hace la Selectividad en septiembre, lo que provoca un agravio comparativo para los alumnos que la aprueban entonces de cara a su incorporación a la universidad. Por ello, parece que el Gobierno y la UC tienen intereses comunes al respecto, aunque las dudas que existen sobre las nuevas pruebas de acceso a la universidad de la Lomce que entrarán en vigor el próximo curso, aún no reguladas y mayoritariamente rechazadas por la mayoría, pueden dificultar completar este cambio.
Aprobación definitiva
Los responsables de la Consejería de Educación se reunieron igualmente con la comisión que representa a los directores de los centros de Primaria, a quienes también explicaron las novedades. Tras ambas citas, el consejero Ramón Ruiz aseguró que el calendario escolar definitivo para el próximo curso será «básicamente» el mismo que el que se dio a conocer la semana pasada, salvo esas pequeñas modificaciones que hay que realizar en Secundaria y algunos «flecos pendientes de rematar», como el Día del Docente.
Educación ha convocado para el próximo martes, 7 de junio, la Mesa Sectorial en la que se aprobará el nuevo calendario escolar, el que supone una auténtica revolución respecto al pasado, al instaurar cinco bimestres lectivos y cuatro periodos vacacionales, uno cada dos meses, con un reparto, en su opinión, «más equilibrado» de los 175 días lectivos. A pesar del rechazo total que han mostrado los padres de los alumnos a través de la FAPA y la Concapa, en la sectorial de la próxima semana saldrá adelante la propuesta consensuada entre la Junta de Personal Docente y el departamento que dirige Ramón Ruiz, que culminará un proyecto que tiene en mente desde hace años.
Comedores escolares
Cantabria contará este próximo verano con comedores escolares en seis municipios, los tres donde ya se venía poniendo en práctica Santander, Torrelavega y Astillero y tres nuevos más, repartidos por la zona oriental y la occidental para poder satisfacer las necesidades de la mayor parte posible de la geografía regional. El consejero de Educación, Ramón Ruiz, no concretó cuáles serán los tres nuevos ayuntamientos que se suman a la iniciativa, porque «aún no está cerrado el asunto».
Los colegios públicos Antonio Mendoza, María Sanz de Sautuola, María Blanchard y Elena Quiroga, en Santander; Menéndez Pelayo y Menéndez Pidal, en Torrelavega; y José Ramón Sánchez, en El Astillero, repetirán la experiencia, que ya se ha desarrollado con éxito durante las vacaciones de Semana Santa y Navidad. Por su parte, el Arce Bodega, otro centro habitual del proyecto, será sustituido por otro colegio de la capital.
La filosofía es la misma, dar de comer de forma gratuita a niños de 3 a 12 años de familias en situación de emergencia social, que podrán participar además en actividades lúdicas acompañados de monitores; y el horario será similar entre las 8.00 y las 14.00 horas. La consejería de Educación anuncia igualmente que en la capital cántabra se buscan vías de colaboración con el Veranuco, iniciativa con puntos en común que desarrolla el Ayuntamiento de Santander.
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