La búsqueda del oso continuará

La veracidad de los testimonios recogidos prevalece de momento sobre la ausencia de indicios de la presencia del animal en la zona. Los participantes en el operativo mantendrán este sábado una reunión para organizar los turnos de patrulla entre Pámanes y Penagos y por las áreas colindantes.

El coordinador de los servicios veterinarios de Cabárceno, Santiago Borragán, es partidario de mantener la búsqueda durante dos o más semanas, aunque no se hallen indicios y no haya nuevos avistamientos. Estamos expectantes. Es poco probable que un oso se haya fugado del parque, pero no podemos descartarlo al cien por cien. Hay que seguir buscando.

Lo extraño es que un ejemplar del parque, acostumbrado a relacionar a las personas con el suministro de comida, y que a estas alturas estará hambriento, no se haya aproximado ya a cubos de basura, a algún gallinero o algún otro lugar con presencia humana para buscar alimentos, en estas fechas escasos en los bosques.

Aunque el territorio de los osos de Cabárceno tiene todo el perímetro vallado y electrificado, y los pastores eléctricos están conectados a una alarma que se dispara si se detectan anomalías, estos animales son grandes excavadores. Hace años, uno de ellos aprovechó un derrumbe y abrió una especie de túnel que le llevó al otro lado de la verja. No llegó a salir del parque. Pudo ser capturado con dardo anestésico y devuelto al recinto, pero había encontrado la oportunidad y la forma de salir. Raro será que haya vuelto a ocurrir, pero no imposible.

La búsqueda del supuesto oso, iniciada en la noche del pasado miércoles, no ha dado ningún resultado. Ni los agentes ni el personal del centro zoológico han hallado señales del paso del animal. No se han encontrado huellas, ni restos de pelo, ni heces, ni aplastamiento de hierba en los prados sin segar. Con lo único que cuentan es con la denuncia de tres jóvenes de Casas del Monte que afirmaron haber visto, sin lugar a dudas, a un oso pardo cerca del río. La Guardia Civil y el personal del parque conceden credibilidad al testimonio.

Censo abierto

En Cabárceno hay alrededor de 80 osos pardos, pero no es posible hacer un recuento para saber si falta alguno. Además de que se mueven por un extenso recinto de 35 hectáreas de extensión, en régimen de semilibertad y en un terreno irregular con peñascos, cavidades, terrazas y recovecos, no todos están identificados.

Para implantarles un chip o un crotal, es preciso capturarlos con dardo anestésico, una operación delicada y estresante para el animal. Solo cuando resulta necesario por motivos terapéuticos o científicos, se duerme a los plantígrados. Muchos permanecen en cuevas y oquedades y no están siempre a la vista.

En todo caso, si hay un oso de Cabárceno fugado por los alrededores, lo más probable es que sea un novato que ha salido por patas para evitar que le peguen los ejemplares mayores. Este tipo de diásporas se dan en la naturaleza en esta época de celo entre individuos jóvenes que se van a varios kilómetros de distancia y acaban por regresar a su zona quince o veinte días después, aclara Borragán.