La vacuna infantil de los 6 años seguirá en suspenso hasta 2018

Se cumple un año de la suspensión temporal de la vacuna de recuerdo fijada a los 6 años frente a la difteria, el tétanos y la tosferina (DTPa) por falta de suministro, pero aún está lejos de normalizarse su administración, según la previsión del Ministerio de Sanidad. Las familias que están pendientes de completar el calendario de sus hijos porque cuando les tocaba ya se había agotado el stock en Cantabria no está disponible desde mediados de julio de 2015, aún tendrán que esperar hasta finales de 2018, que es lo que se calcula que tardará el laboratorio fabricante en recuperar la producción y distribución mundial de esta vacuna. La decisión de aplazarla de forma temporal se adoptó por consenso de la Ponencia Técnica de Vacunas. También quedaron suspendidas las recomendaciones especiales de esta vacuna, hasta entonces recomendada para el personal sanitario de las áreas de obstetricia y pediatría.

La Dirección General de Salud Pública recuerda que el desabastecimiento se produjo como consecuencia de dos factores: los problemas de producción de antígeno Bordetella Pertussi (agente causante de la tosferina) y el incremento de la demanda de vacunas en países emergentes. No obstante, insiste en que este aplazamiento «no conlleva ningún riesgo» ya que la vacuna que se fija en el calendario oficial a los 6 años es una dosis de recuerdo frente a la tosferina, difteria y tétanos (el mismo componente se incluye en las dosis que se administran a los 2, 4, 6 y 18 meses). Por lo tanto, se entiende que a esa edad los índices de inmunización son buenos.

En cambio, Sanidad decidió priorizar la vacunación de las embarazadas en el último trimestre de gestación, con las dosis de DTPa disponibles, para prevenir la tosferina en recién nacidos dado los alarmantes datos de incidencia en menores de tres meses, en quienes la enfermedad puede ser mortal.