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Guillermo Balbona
Martes, 21 de junio 2016, 07:11
«Altamira nos habla con claridad de los primeros nosotros; de lo relativo que es todo en el tiempo y en el espacio; de que lo más humano es expresarnos y comunicarnos con quienes nos rodean. Además nos enseña o nos anima a disfrutar con ... nuestro cerebro: pensando, reflexionando, dialogando en torno a la curiosidad». Esta sentencia refleja a la perfección la fascinación que José Antonio Lasheras sentía por la cueva más famosa del mundo. El que fuera director del Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira, fallecido el pasado mes de febrero en accidente de tráfico, será objeto el próximo mes de julio del primer homenaje institucional desde su fallecimiento.
La cita encabezada por la UIMP se celebrará en el transcurso de la Escuela de Arte y Patrimonio Cultural que recordará al director de Altamira el próximo día 4 en un acto previsto en La Magdalena a partir de las seis de la tarde.
Lasheras, distinguido con la Encomienda con Placa de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio, a título póstumo, estuvo durante 26 años al frente del Museo de Santillana. El Gobierno cántabro y otras instituciones realizarán un homenaje al investigador y estudioso a finales del verano por su labor clave en la «modernización y proyección» de Altamira. Lasheras (Barcelona, 1956) falleció el pasado mes de febrero en un grave accidente de tráfico ocurrido en la provincia de Burgos. Su vida profesional estuvo marcada desde que recalara en el Museo en 1991. La Neocueva, la réplica de Altamira, que abrió sus puertas en 2001 está vinculada a su nombre e imagen. Su fallecimiento aconteció apenas diez días después de que la última reunión del Patronato decidiera estudiar el posible aumento de las visitas a la cueva.
Durante su trayectoria Lasheras supo unir la proyección de las pinturas que protegía con su celo por hacerlas cómplice del interés del mundo. Altamira cerrada de 1977 a 1982 por los daños que las visitas descontroladas habían causado, se volvió a abrir al público bajo un férreo sistema de visitas (8.000 al año). Su prioridad fue la renovación integral para crear un museo digno de Altamira y para ello puso en marcha el Plan Museológico que culminó con la primera piedra, en 1997, del actual museo. Los expertos en patrimonio siempre destacaron los conocimientos científicos y su calidad como museólogo, junto con la calidad personal.
El Museo de Altamira contará con una nueva dirección durante el presente verano. El pasado día 10 quedó cerrado el plazo de recepción de solicitudes para aspirar a cubrir la plaza de dirección del centro museístico. En mayo se publicó en el BOE la orden de convocatoria del concurso. El Ministerio de Educación y Cultura contempla que el puesto está reservado a funcionarios del Estado de la categoría A1, nivel 29, el más alto de la escala de este cuerpo.
La sexta edición de la Escuela Marcelino Sanz de Sautuola abordará en julio una semana de debates sobre la protección legal y policial del patrimonio histórico. En la jornada inaugural, tras las ponencias de la tarde, el foro de La Magdalena dará paso al homenaje. La Escuela está dirigida por Pilar Fatás, conservadora de Museos y subdirectora del Museo de Altamira.
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