Otros "kamikazes" en Cantabria

El accidente múltiple producido un la A-67, con cuatro colisiones consecutivas y 16 personas heridas como resultado, es el último pero no el único de la larga relación de casos que se han producido en Cantabria en un plazo corto de tiempo.

En mayo de 2012, la Guardia Civil fue alertada a causa de un vehículo que circulaba por la carretera A-8 (tramo Torrelavega y Unquera), utilizando el carril sentido Asturias pero con dirección a Torrelavega, por el que recorrió más de 15 kilómetros, superando en más de 4 puntos la tasa de alcohol permitida. El final de su recorrido se produjo al chocar contra otro coche a la altura de Cabezón de la Sal.

Unos meses después, en febrero de 2013, un segundo conductor fue detenido en similares circunstancias, tras ser localizado circulando en sentido contrario en las inmediaciones del Centro Comercial Bahía de Santander

En otros casos, son las autoridades las que utilizan el termino "kamikaze" debido a la peligrosidad de las acciones desarrolladas. Así ocurrió en diciembre de 2014 cuando se dictó la sentencia de un caso con resultado mortal. El juez afirmó que el hecho de que el acusado "no frenara, ni intentara evitar el impacto", en una acción que calificó de "kamikaze" (conducía a 119 kilómetros por hora en un tramo limitado a 100 y adelantó en zona prohibida), no podía atribuirse a las altas dosis de alcohol y psicotrópicos consumidos por el conductor, que fue condenado a tres años y medio de cárcel.

La intencionalidad, sin embargo, se descartó en otro hecho similar ocurrido en abril del pasado año, cuando un conductor no identificado sembró el pánico en la Autovía Ronda de la Bahía (S-30) al circular en dirección a Bilbao por dirección contraria. La descripción del vehículo y el hecho de que no circulara durante mucho tiempo por la autovía hacen pensar a la Guardia Civil que se trató «posiblemente de un hombre mayor despistado, que tuvo una confusión a la hora de entrar en la autovía» y no de un auténtico kamikaze.

El tremendo susto que sufren los conductores al encontrarse con un vehículo que se les acerca de frente, es difícil de relatar. «Cuando me di cuenta lo tenía encima y no pude hacer más que evitar la colisión y acabar chocando», cuenta Simón una de las personas que se ha visto envuelta en una de estas situaciones, cuando, circulando a la altura de Colindres, muy cerca de la entrada de la autovía, tuvo que dar un volantazo para esquivar a un coche que se le venía encima. Sin tener que lamentar, afortunadamente, daños personales, su vehículo quedó dañado y el conductor no fue detenido al no haber podido facilitar ningún denunciante la matrícula.

Pero para casos curiosos, el que se lleva la palma tuvo lugar el pasado mes de abril. Un conductor sin carné protagonizó una persecución por la A-8, seguido por agentes de Tráfico, primero al volante y después a pie. En esta segunda ocasión en que lo "pillaron" conduciendo un turismo para el que no tenía licencia, invadió el carril contrario durante 20 kilómetros hasta ser interceptado en la zona de Sarón. Lejos de entregarse, continuó su huida a la carrera. La sorpresa se la llevaron los agentes cuando, al acercarse al vehículo, encontraron dentro, como copiloto, a la madre del conductor quien, al final, fue detenido.