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Ana Rosa García
Lunes, 22 de agosto 2016, 21:51
Ha habido que pelearlo durante año y medio, pero la plantilla del servicio de ambulancias de Cantabria 463 empleados ya dispone de un renovado convenio colectivo, que recoge una «histórica» subida salarial (por encima del 28%), con la que se gana terreno hacia la ... equiparación con compañeros de comunidades vecinas.
Aunque en primavera la negociación parecía estancarse y se elevaba la tensión entre los interlocutores, patronal (Ambucantabria) y sindicatos el comité de empresa está representado por SCAT, UGT yUSO, pero este último no lo suscribió firmaron el viernes el acuerdo, autorizando a la Fundación de Relaciones Laborales de Cantabria (Orecla) a que tramitase su registro para su posterior publicación en el BOC.
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Los dos sindicatos que han firmado el convenio (UGT y SCAT) consideran que con este convenio colectivo se sientan las bases para que las condiciones económicas, laborales y sociales sean equiparadas de forma efectiva y progresivamente, con las de compañeros de territorios limítrofes y de funcionalidad similar en el ámbito sanitario de Cantabria. «En este terreno se han dado importantes y sólidos pasos para la total equiparación». El transporte sanitario es un servicio primordial en la política social y sanitaria, que en Cantabria mueve a 800 pacientes de forma programada y diaria, más las urgencias. Desde 2012 la concesionaria es Ambuibérica, empresa con sede en Valladolid que desplegó en Cantabria una flota de más de cien ambulancias, y que en la actualidad disfruta de una prórroga de un año.
Dicho convenio es de carácter sectorial y regional y tiene una vigencia de cinco años, hasta el 31 de diciembre de 2020. Para entonces, las nóminas de los trabajadores del transporte sanitario, que en la actualidad apenas llegan a los mil euros, ya habrán sumado los porcentajes aprobados, puesto que la subida se hará efectiva de forma gradual. El único pero al que han tenido que ceder los profesionales es que este año los dígitos de su sueldo no variarán un ápice, sino que será a partir de 2017 cuando se aplicará el primer incremento.
A lo largo de los próximos cuatro años, sus salarios crecerán un 26,8% en todos los conceptos fijos, al tiempo que percibirán una prima de asistencia.
A modo de ejemplo, un conductor de ambulancia, que es la categoría profesional mayoritaria en el sector, pasará de cobrar 1.075,70 euros al mes de salario base y plus convenio a percibir en el año 2020 catorce pagas de 1.263,82 euros cada una; más la prima de asistencia que para entonces está fijada en 101,11 euros/mes. En total, 1.364 euros.
Un ejemplo
A esto hay que sumar los incrementos que se producirán como consecuencia de la antigüedad, que se ha establecido en un máximo del 20% a los 20 años, iniciando su percepción a partir del tercero con un 3% e incrementándose un 1% anual hasta el límite sobre el salario base (unificado). «Teniendo en cuenta que la antigüedad media de la plantilla está entre los 10 y los 15 años, la firma del convenio va a suponer por término medio un incremento salarial superior al 28%», apunta el comité. Y así lo aceptaron por mayoría (60,47%) los trabajadores en la consulta trasladada previamente.
Para UGT y SCAT, las dos organizaciones firmantes, este acuerdo «representa poder de decisión en la negociación colectiva por estar hecha por y para nuestro territorio, y con ella, disponer de influencia y capacidad en la elaboración de nuestro propio marco regulador de las condiciones económicas, laborales y sociales del sector en Cantabria». A la vez, «limita la competencia desleal entre las empresas», especialmente, ante los concursos públicos, e «iguala las condiciones económicas, laborales y sociales de los empleados y empleadas del sector».
El primer convenio colectivo del transporte en ambulancia en la región se firmó en 2013, por una vigencia de dos años. Al expirar, fue cuando las partes se sentaron a negociar. Y en ello han estado hasta ahora, que se han acercado posturas para renovar un documento que, además de la subida salarial, regula las condiciones laborales y sociales, el derecho a la formación, los protocolos de acoso, las garantías contra la drogodependencia y alcoholismo, la flexibilidad horaria, la cobertura de las bajas laborales, subrogación del personal, etc.
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