Borrar
Aeropuerto Seve Ballesteros.
El aeropuerto cerró 2016 con el peor balance de los últimos nueve años

El aeropuerto cerró 2016 con el peor balance de los últimos nueve años

Se perdieron casi 100.000 pasajeros con respecto al ejercicio pasado, aunque diciembre supuso una mejoría del 14% que se espera mantener en 2017

Álvaro Machín

Jueves, 12 de enero 2017, 07:11

Al Seve Ballesteros le tocó la cruz en el balance de 2016. Si para el conjunto de los aeropuertos españoles fue el mejor de la historia, para el cántabro fue casi el peor de la década (el noveno peor, para ser exactos). Se le bailaron las cifras. La subida nacional fue de un 11%, justo el porcentaje de pasajeros que se perdieron aquí con respecto al año anterior. Casi 100.000 viajeros menos y una cifra total 778.318 que está lejos del famoso millón que tanto se publicitó en 2011 y 2012 como éxito regional. La cifra supone, de hecho, retroceder en el tiempo hasta los datos que se manejaban hace casi diez años. Desde que Ryanair empezó a operar en el viejo Parayas (en 2004), sólo cuatro balances fueron peores que el último. Los de los cuatro primeros años.

Un mal día para viajar a Alicante

  • Los aviones vacíos

  • El dato salta a la vista al repasar las cifras de ocupación de cada línea en diciembre. Alicante, 24,58%. Una ridiculez para la conexión operada por Vueling la misma compañía obtuvo un 71,4% en los viajes a Barcelona. O sea, que los aviones despegaron prácticamente vacíos. La explicación es sencilla si se tiene en cuenta que la aerolínea únicamente operó cuatro vuelos (dos idas y dos vueltas) en diciembre en unas fechas muy concretas. Un avión salió de Santander con una hora de llegada fijada para eso de las nueve y media de la noche. Nada raro, salvo que sea 24 de diciembre. Y exactamente lo mismo ocurrió el día 31. Conclusión aviones vacíos.

La caída fue la sexta más pronunciada del país y la más marcada entre los puntos que pueden denominarse competencia. Sólo cayeron más que el Seve, Huesca-Pirineos, Burgos, Son Bonet, Salamanca y Madrid-Cuatro Vientos (no confundir con Barajas). Cayeron los pasajeros en vuelos nacionales (un 15,9% menos) y los de los internacionales (4,6%). Y también cayó el número de operaciones realizadas, en este caso un 9%. El único consuelo llegó con el tráfico de mercancías, si bien las cantidades que se mueven en la terminal cántabra son muy reducidas en este apartado (fueron 625 toneladas en total, lo que supone un aumento del 96,5%).

"Excelente desarrollo del sector turístico en el pasado ejercicio", dice AENA respecto a las causas de su récord nacional. Aquí los motivos del descalabro están cosidos al nombre propio de Ryanair. La supresión de líneas que la compañía irlandesa llevó a cabo en la campaña de verano descabalgó los números. Fue, literalmente, una sangría que no ha parado de salpicar hasta noviembre. Precisamente la nueva conexión establecida con Berlín por parte de la aerolínea de bajo coste cambió la tendencia en el primer mes de cómputo de la nueva campaña. En diciembre, unido a la puesta en marcha de los vuelos a Sevilla gracias a Volotea, la mejoría ha llegado al 14,3%. Ese dato anima. Dos meses consecutivos de subida que hay que añadir a la tranquilidad de haber firmado ya la renovación del convenio con Ryanair del que todos esperan buenas noticias en forma de novedades próximas ya con los contratos cerrados y a la recuperación de algunas de las rutas perdidas. En el horizonte está, incluso, la puesta en marcha de un nuevo destino. Varsovia (Polonia), con la húngara Wizz Air, que se estrenará en Cantabria.

En el horizonte

Quedan deberes, en todo caso. De entrada, el Gobierno debe mover pieza si quiere volver a contar con vuelos directos a Lisboa (con Air Nostrum, que ya unió las dos ciudades el pasado año). No estaría de más echar un vistazo a las preocupantes cifras que arrastra la conexión con Londres, de largo la más importante que ha operado en el Seve desde que hay vuelos internacionales. Con la reducción de frecuencias y unos horarios que ya no son tan buenos como antes, la ocupación de los aparatos de Ryanair cayó en diciembre hasta el 78,81%, la más baja de todas las que los irlandeses operan en Santander (la media está por encima de 85% y destinos como Tenerife o Roma superan el 90%). Y queda la asignatura pendiente de los precios asequibles a Madrid, convertidos en gran objetivo al principio de la legislatura y que se quedaron, por ahora, en unos descuentos muy concretos de Air Nostrum.

El total de pasajeros, año a año

Año/Pasajeros

2004-342.559

2005-644.662

2006-649.447

2007-761.780

2008-856.606

2009-958.157

2010-919.871

2011-1.116.398

2012-1.117.630

2013-974.043

2014-815.636

2015-875.920

2016-778.318

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes El aeropuerto cerró 2016 con el peor balance de los últimos nueve años