Secciones
Servicios
Destacamos
Daniel Martínez
Martes, 30 de mayo 2017, 07:22
Tres semanas. Esa es la tregua que el tiempo ha dado a los vecinos de las comarcas de Liébana y Campoo, las zonas más afectadas por la sequía que está sufriendo gran parte de Cantabria desde el pasado otoño. Las precipitaciones del fin de semana ... no permiten bajar la guardia, pero sí constituyen un "balón de oxígeno" para aquellas localidades del sur de la región que a lo largo del último mes han visto como los depósitos de agua que abastecen a la población se quedaban vacíos y sólo recuperaban niveles aceptables gracias a las aportaciones que llegaban por carretera a través de camiones cisterna. "No ha sido una cosa exagerada, pero tal y como está el panorama claro que se nota. A lo que cae, aunque no sea mucho, hay que sumar que no ha pegado tanto el sol que seca todo. Lo que ocurre es que si en los próximos días no cae más en tres semanas volveremos a tener problemas", explicó Jesús Fuente, alcalde de Cabezón de Liébana.
En núcleos elevados de este ayuntamiento como Cahecho y Terrozo es imposible bombear a estos puntos desde la red general por su altitud los manantiales se han recuperado momentáneamente y desde el viernes no ha sido necesario que los bomberos del parque de Tama suban más agua potable. El regidor aseguró que por lo menos hasta mediados de junio no tendrán que volver a llamarlos. Y lo mismo ocurre en Valderredible, otro de los municipios donde antes se han notado los efectos de esta sequía. Con un déficit pluviométrico de entre un 30% y un 50% en lo que va de año, tres jornadas consecutivas de tormentas han dado un respiro también a los agricultores y ganaderos.
Las tormentas del pasado fin de semana dejaron un total de 369 rayos en Cantabria. La jornada con más actividad eléctrica fue la del viernes cuando se contabilizaron 253 rayos, principalmente en las sierras este y sureste de la región, en la zona de La Sía. El sábado hubo otros 40 en lugares como los valles pasiegos y el litoral, en este caso acompañados de granizo, y el domingo Picos de Europa y Campoo se llevaron la peor parte. Donde no se han visto variaciones significativas es en el pantano del Ebro a pesar de que la comarca campurriana ha sido una de las que ha recibido mayor cantidad de tormentas y también mayores precipitaciones durante el fin de semana. Ayer, se almacenaban en el embalse 265 hectómetros cúbicos, lo que supone un incremento mínimo del 0,37% respecto a la semana anterior. La buena noticia es que el nivel ha dejado de decrecer, pero con un 49% de su capacidad todavía está muy lejos del casi completo (98,71%) del que presumía a finales de mayo de 2016. En el caso de los ríos, también los niveles siguen a la baja.
"Se ha notado algo en los manantiales y también ha venido muy bien a los pastos, parece que la gravedad se ha suavizado un poco. Tal y como está la primavera, todo lo que llueva será bienvenido", afirmó Fernando Fernández, alcalde de Valderredible. Precisamente allí trabajarán durante el día de hoy los técnicos de la Dirección General de Medio Ambiente para buscar soluciones en caso de que el verano sea tan duro como se espera. Junto a los camiones cisterna, se estudiarán sobre el terreno otras dos soluciones a la falta de agua. "En un pueblo se ha planteado realizar un sondeo y en otros dos la conexión con otras localidades a través de mangueras".
La idea de la Consejería es analizar cada caso de forma aislada para que, si los problemas de abastecimiento persisten tras este episodios aislado de lluvias, los cortes en el suministro sean los menores posibles. El 80% de Cantabria, incluido todo el litoral y el centro, tiene el agua garantizada como consecuencia de la puesta en funcionamiento de la Autovía del Agua, pero en el 20% restante, el que ya ha sufrido durante la primavera problemas, es donde se centran los esfuerzos. "No es viable tirar cinco kilómetros de tubería de un pueblo a otro ni hacer un sondeo de 50 metros. Cada caso es diferente", precisó ayer a este periódico el director general de Medio Ambiente, Miguel Ángel Palacio, quien recordó que serán los técnicos los que decidirán un camino u otro o aportarán otras alternativas.
La otra consejería que está atenta al cielo es la de Medio Rural y Pesca. Su responsable, Jesús Oria, ya anunció que el Gobierno regional se planteará dar ayudas a ganaderos y agricultores en caso de que la sequía persista y afecte a la producción. En 2003 y 2005 ya se produjo una situación similar y hasta acabado el verano los técnicos no pudieron hacer una evaluación precisa de la situación. Entonces, las pérdidas fueron de 22,4 y 47 millones de euros, respectivamente, y la aportación del Ejecutivo rondó el 25% de esas cantidades. Las últimas lluvias tampoco son suficiente para cambiar la decisión de cerrar la temporada de pesca de forma anticipada el próximo jueves.
Vuelve el tiempo seco
Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), las últimas lluvias no avanzan un cambio significativo. Junio volverá a ser poco generoso en cuanto a precipitaciones. A partir de hoy, volverá el tiempo seco y no habrá variaciones por lo menos hasta la cuarta semana del mes. Más de 20 días en los que "se han acabado las lluvias de importancia" y habrá registros por debajo o muy cercanos a la media de estas fechas del año. O lo que es lo mismo, insuficiente para paliar la sequía. Ese ha sido, precisamente, el problema que se ha vivido en el mes de mayo que está a punto de acabar. No ha sido especialmente seco salvo en zonas concretas como Liébana, lo que ocurre es que se encadena con casi un año de déficit de lluvias. De hecho, en Campoo, una de las zonas más afectadas, este mayo ha sido más húmedo que el de 2016. En Cubillo de Ebro se contabilizaron 71 litros y otros 89,5 en Valderredible. Hace un año, ninguna de las dos estaciones llegó a los 50.
"Llevamos muchos meses con falta de precipitaciones. Salvo en enero, que fue húmedo, desde hace doce meses todos han sido secos o normales", aseguró José Luis Arteche, delegado de la Aemet en la región. A ello se suma que casi siempre que las nubes han descargado lo han hecho en forma de tormenta y en momentos muy puntuales, un agua "poco aprovechable" para el campo y que apenas influye en los manantiales que abastecen a la población.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.