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El sur de Cantabria amaneció ayer, miércoles, tiritando de frío. En Cubillo de Ebro (Valderredible) los termómetros habían bajado minutos antes del amanecer hasta los -5 grados. También en Reinosa se despertaban con temperaturas bajo cero. Y hasta en Villacarriedo desayunaron con el termómetro a -0,8. Pero donde más falta hacía, en la estación de esquí de Alto Campoo, nada. Un día más, las mínimas de madrugada estaban por encima de la barrera de congelación. ¿Cómo es posible que en Cubillo de Ebro, a 770 metros sobre el nivel del mar, se alcanzaran los cinco grados bajo cero y en Alto Campoo, con casi mil metros más de altitud, la temperatura mínima fuera ayer de 1,8 grados? El culpable es un fenómeno meteorológico llamado 'inversión térmica', que se produce durante los anticiclones de invierno como el que predomina actualmente en Cantabria, y que se está llevando la nieve de la estación de esquí.
Tras un esperanzador arranque de noviembre, que cubrió con un manto blanco de más de 30 centímetros las pistas de esquí de Alto Campoo, la repentina subida de las temperaturas se ha llevado la mayor parte de la nieve y, con ella, los sueños de muchos esquiadores. Tampoco se esperan precipitaciones de nieve en los próximos nueve días y el 'calor actual' ni siquiera permite utilizar los cañones. Las montañas están blancas y el paisaje es de postal, pero arañando un poco se ve la tierra. Apenas quedan ya entre 4 y 10 centímetros de espesor en las cimas más altas. Y el tiempo avanza hacia la teórica apertura de la estación el 1 de diciembre.
No todo está perdido. Queda una quincena en la que se puede esperar un giro meteorológico. «La última semana de noviembre será crucial», afirma el nivólogo Alfonso Allende, colaborador de la Agencia Estatal de Meteorología y uno de los responsables de Meteocampoo. Este mes ha nevado siete días, lo que había propiciado una acumulación total de 39 centímetros. Pero que no llegaron de golpe. Un día dos centímetros, que como vininieron se fueron, luego otro poco, otro poco más, hasta el día grande. «El día de mayor acumulación, el 9 de noviembre, pudo haber caído entre 15 y 20 centímetros repartidos muy irregularmente. Pero después subió la cota, llovió y se lo llevó casi todo», explica el nivólogo. De momento, toca esperar al día 23 de noviembre, cuando teóricamente habrá un cambio de tiempo que no se sabe qué deparará. Hasta entonces, «sol y moscas».
Los cañones también tendrán que esperar tiempos mejores. «Será imposible fabricar nieve en los próximos ocho días», dice Allende, simplemente porque no se dan las condiciones óptimas. «Que tengas un buen sistema de innivación no vale de nada a no ser que tengas agua, que sí la hay, y frío, que no lo hay». Ahora mismo la innivación artificial es «imposible» debido a la temperatura húmeda, que es de 4,1º (datos de ayer miércoles). «Para hacer nieve tendría que acercarse a -2 grados. Si se accionaran ahora, los cañones escupirían agua».
Si en esta semana que hay por delante las noches fueran frías, sí se podría fabricar nieve y el 1 de diciembre la estación podría abrir de manera clara, como calculó el nuevo director de Alto Campoo, Juan Antonio Font, tras la nevada del 9 de noviembre. Pero ya no está tan claro. Primero, por las altas temperaturas que se anuncian y, segundo, «por la losa de la inversión térmica». Este fenómeno es un proceso natural que afecta a la circulación del aire en las capas bajas de la atmósfera. El aire suele estar en constante movimiento, con las capas más calientes en la parte inferior de la atmósfera y las más frías en la superior. Cuando ese ciclo se interrumpe, se forma una capa de aire frío que queda inmóvil sobre el suelo e impide la circulación atmosférica regular. Esta situación, que dificulta la dispersión de las partículas en suspensión al dejarlas «atrapadas» cerca de la superficie, se produce con más frecuencia en las noches despejadas del invierno. Eso se debe a que el suelo pierde calor por radiación y las capas más próximas a él se enfrían más rápido que las superiores.
Así que mientras se mantenga sobre Cantabria la influencia del actual anticiclón, la 'inversión térmica' será un obstáculo para poner la estación a punto para el puente de diciembre
En Meteocampoo han desarrollado una sencilla aplicación (aún en pruebas) que explica, con la interpretación de datos propios, si se dan las condiciones idóneas para la innivación artificial. Y así están las cosas este jueves, según la última actualización del gráfico:
A pesar del giro meteorológico, en la estación de Alto Campoo se cuentan ya los días para comenzar la temporada. Tal y como estaba previsto, Cantur abrió ayer la venta anticipada de abonos con descuentos especiales hasta el 22 de noviembre. Los precios en venta anticipada oscilan entre los 396 euros del pase de adultos y los 32 euros para mayores de 70 años y niños menores de 6 años. El pase familiar cuesta 268 euros, el de familia numerosa 237 euros, el de niños de 7 a 12 años 215 euros; el juvenil 313 euros; y el especial de adultos (65 a 69 años) costará 138 euros. Además, según informa Cantur, todos los que adquieran el abono de temporada para adultos e infantil de Alto Campoo serán obsequiados con un fortfait de dos días consecutivos para esquiar en Sierra Nevada.
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