'Beato' seguirá cautivo hasta que mejore el tiempo y haya brotes en los bosques

'Beato' permanece en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre (CRFS) de Villaescusa bajo vigilancia veterinaria y con programas de enriquecimiento que reducen su estrés y lo incitan al juego. El recinto que ocupa, dotado de cámaras de observación, está diseñado para que en ningún momento tenga contacto visual con personas. El objetivo es evitar que se familiarice con la presencia humana para que no desarrolle una tendencia a aproximarse a los pueblos en busca de comida, como ya hizo antes de su rescate, impelido por las limitaciones que le imponía su lesión. El animal quedará cojo porque no puede usar la pata fracturada para apoyarla al andar, pero la utiliza cada vez más como herramienta para muchas otras funciones de sujeción, agarre y empuje.

El 27 de febrero, la Consejería de Medio Rural anunció que 'Beato' tendrá una segunda oportunidad de vivir en libertad. A pesar de todas las precauciones que se toman, cuanto más tiempo pase el osezno en cautividad, más posibilidades hay de que se acostumbre a sonidos, olores y espacios que, en condiciones normales, deberían resultarle extraños e inducirlo a huir. Sin embargo, soltarlo en pleno temporal y cuando todavía los montes están desprovistos de los alimentos necesarios para su sustento puede conducir al fracaso en el intento de que 'Beato' retorne para siempre a su hábitat natural. Fuentes de la Consejería señalan que todavía hay que escuchar a los técnicos y rematar el dispositivo que se prepara.

Guillermo Palomero, presidente de la Fundación Oso Pardo (FOP), considera «muy razonable, aun a riesgo de que suponga mantenerlo unos días más en cautividad, esperar a que esté más avanzada la primavera, que es cuando los osos, sobre todos los más jóvenes, buscan proteínas para formar estructura corporal, y la van a obtener de las plantas tiernas y también de las carroñas de los animales muertos durante el invierno».

El osezno será liberado en una zona lo más alejada posible de núcleos habitados, en principio en la comarca de Liébana, según adelantó la Consejería. Llevará incorporado un emisor que permitirá tenerlo localizado en todo momento y facilitará su captura en caso de que no consiga adaptarse y vuelva a rondar por los pueblos. El protocolo que aconsejan los técnicos incluye, además, ayudar al plantígrado los primeros días con discretas aportaciones de carroña para que la simultanee en su alimentación con los brotes verdes.

Palomero advierte de que sólo debe recurrirse a la carroña «inicialmente», por el riesgo de que atraiga también a osos adultos que podrían poner en apuros a 'Beato', «aunque es de esperar que él, instintivamente, los evite. En todo caso, toda suelta implica unos riesgos que hay que asumir». El presidente de la FOP subraya que es crucial elegir bien el lugar. «En la comarca lebaniega, por alejado que sea el sitio que se escoja, va a tener pueblos a una distancia relativamente corta para un oso». Ojalá se repita con 'Beato' el éxito obtenido con 'Villarina' y con 'Lara', en lugar de convertirse la suya en otra experiencia fallida, como la de 'Molina'. Esta osezna tuvo que ser capturada veinte días después de su liberación por su querencia a lo humano, y vive recluida en el cercado osero de Proaza, en Asturias.