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Cantabria pierde peso en el Gobierno central pero el bipartito confía en su buena sintonía con Sánchez

Cantabria pierde peso en el Gobierno central pero el bipartito confía en su buena sintonía con Sánchez

El presidente conversó el viernes media hora con Revilla y le anunció que le recibirá «en breve» para analizar las prioridades cántabras

Enrique Munárriz

Santander

Domingo, 10 de junio 2018, 15:55

Fuera de los focos de la trifulca y bajo el radar del espectáculo político-mediático, el nuevo Ejecutivo de Pedro Sánchez no se ve en Cantabria como esa idea de 'Frankenstein' impulsada desde la derecha, sino como un Gabinete «con solvencia, con perfiles interesantes, que genera confianza e ilusión y que ha conseguido mandar un mensaje muy sólido a los poderes económicos». Ni siquiera la pérdida de un puesto en el Ejecutivo tan relevante como el del ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, o, en menor medida, la del secretario de Estado de Agenda Digital, José María Lassalle, es considerado por el bipartito PRC-PSOE como una señal negativa o de pérdida de influencia en Madrid. Sólo el Partido Popular defiende que la región se ha quedado sin una «oportunidad histórica» para su futuro. Miguel Ángel Revilla confía en su estrecha relación con Sánchez -con el que el viernes habló media hora y le prometió un encuentro «en breve»- y en la cercanía de Pedro Casares, miembro de la Ejecutiva Federal, y de Pablo Zuloaga, secretario general del PSOE cántabro, para sacar rédito del Gobierno de la nación.

La falta de un ministro cántabro en el Ejecutivo constituye un hito significativo. Entre otras razones, porque contrasta con la presencia de representantes de la región en la mayoría de los gobiernos de la democracia. Adolfo Suárez confió en Alfonso Osorio, ministro de la Presidencia y vicepresidente segundo; Felipe González puso a Alfredo Pérez Rubalcaba como ministro de Educación y Ciencia (1992-1993) y ministro de la Presidencia (1993-1996); José María Aznar confió el primer ministerio de Medio Ambiente a Isabel Tocino; José Luis Rodríguez Zapatero volvió a llevar a Rubalcaba como ministro del Interior (2006-2011) y luego a la vicepresidencia; y Mariano Rajoy colocó en su segundo mandato a Íñigo de la Serna como ministro de Fomento.

Sánchez, en cambio, no ha hecho de momento ningún guiño a la comunidad. «Ha primado el perfil profesional, con solvencia acreditada en sus respectivos sectores, que les permita ponerse a trabajar de forma inmediata», analizan los dirigentes consultados en el PSOE cántabro.

En el mundo empresarial y económico no ocultan que hubieran preferido contar con un hilo directo en La Moncloa como ocurrió con De la Serna, independientemente del color político que sea, porque «el roce con la tierra hace el cariño». Pero en Peña Herbosa, sede del Ejecutivo cántabro, echan un jarro de agua fría a las expectativas y recuerdan con mordacidad que el exalcalde de Santander tampoco hizo «mucho más que una campaña de márketing electoral» con anuncios de anteproyectos, estudios, proyectos, infografías... pero que las máquinas todavía no han empezado a funcionar.

Disipar dudas

«En un momento clave para la Unión Europea, tener a Nadia Calviño como nuestra nueva ministra de Economía es una garantía de que España seguirá aumentando su peso en las instituciones europeas», escribió la presidenta de Banco Santander, Ana Botín, a través de su cuenta de Twitter. «A diferencia de Italia, Sánchez se ha posicionado y su mensaje sobre Europa es muy claro», sostiene un alto ejecutivo de una gran empresa. El único temor real de los empresarios es la debilidad del Gobierno en el Congreso de los Diputados. No obstante, pocos directivos creen que el PP se atreva a boicotear medidas que sirvan para impulsar la economía y el empleo.

Una tesis que comparte el presidente de la CEOE, Lorenzo Vidal de la Peña, quien reconoce que dentro de su sector ha «sorprendido positivamente» el Gobierno, porque se ha elegido a personas «con valía demostrada» y «reconocida dentro y fuera del país». Es buena señal para la patronal que se haya incorporado la Empresa a la cartera de Economía, y como líder de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam) agradece la vuelta de Industria. «Buenas señales que ahora se tienen que materializar en hechos», explica antes de afirmar que se tienen esperanzas en que continúe la «senda del crecimiento». Una opinión que comparten una decena de empresarios de la región consultados, que recalcan que «el cambio de Gobierno no debería afectar negativamente a Cantabria, y ello porque, en principio, deberán ejecutar los Presupuestos aprobados (pendientes sólo de su ratificación) y también porque se supone que el nuevo Ejecutivo tendrá una mejor sintonía con el Gobierno de Cantabria actual».

Los ministros y Cantabria

  • Carmen Calvo La vicepresidenta es una asidua a la región. Ha pasado por el Año Jubilar Lebaniego, la cueva de Altamira, el FISy la UIMP. Mantiene contacto con Eva Díaz Tezanos, con quien tendrá que departir como número dos y todos los temas de Igualdad.

  • Josep Borrell El ministro de Exteriores tiene un vínculo muy especial con Cantabria y es un fijo de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Miguel Ángel Revilla le llamó mientras estaba de vacaciones en la Toscana para conocer si sería ministro de Fomento.

  • Isabel Celaá La portavoz del Gobierno es una vieja conocida de los veteranos del bipartito por su etapa al frente de Educación en el Gobierno vasco. Una sobrina, María García Celaá, que la asesoró en su anterior etapa, es la directora del Instituto Fuente Fresnedo de Laredo.

  • Fernando Grande-Marlaska Dio sus primeros pasos como juez en Santoña. Aquí salto a la fama mediática tras hacerse cargo de la investigación del suicidio de Rafael 'Rafi' Escobedo, condenado por el asesinato de los marqueses de Urquijo. Desayunaba habitualmente en el bar Buciero.

  • Meritxell Batet La ministra de Administraciones Públicas conoce muy bien la región. Estuvo casada once años con José María Lassalle, hasta ahora secretario de Estado para la Sociedad de la Información, con el que tiene dos mellizas que visitan frecuentemente Cantabria.

En el mundo educativo piden más inversión y acuerdos. El rector de la Universidad de Cantabria, Ángel Pazos, considera «prioritario» abordar un pacto de Estado por la Universidad española que, entre otras tareas, incluya «una mejor definición de la normativa y de la estructuración de plantillas». También ve necesario «definir mejor el sistema de financiación estatal» y establecer «cuotas por objetivos». Igualmente ve «imprescindible» incrementar el porcentaje del PIB dedicado a la investigación y que los fondos recibidos se puedan gestionar y justificar de «forma razonable». «No es de recibo que tengamos que estar sometidos a continuos vaivenes por los retrasos en las convocatorias», lamenta.

Primeras peticiones

Con la llegada de Sánchez al sillón de mando de La Moncloa hace nueve días, el deshielo de las relaciones entre el Gobierno central y Cantabria ya ha comenzado. El viernes por la tarde Sánchez llamó a Revilla a su móvil personal y ambos mantuvieron una conversación de media hora en la que le avanzó que la ministra de Administraciones Públicas, Meritxell Batet, se pondrá en contacto con el bipartito para preparar pormenorizadamente los temas a tratar en una reunión que celebrarán «en breve».

Los días previos a esta conversación, que fue cordial y en la que ambos abordaron la actualidad política, Revilla se estuvo cruzando mensajes de texto -el presidente no es amigo de la tecnología y no usa el WhatsApp- con Sánchez y Óscar Puente, alcalde de Valladolid y portavoz del PSOE, para felicitarlos. El regionalista siempre ha mostrado su apoyo al socialista, con el que ha comido a solas en dos ocasiones, una en el restaurante Zacarías y otra en el Asador Donostiarra en Madrid durante la crisis interna que vivió el PSOE en Cantabria y cuyas consecuencias afectaron al propio Ejecutivo regional.

A Sánchez no se le escapa que Revilla le apoyó públicamente cuando su partido trató de acabar con él políticamente forzando su dimisión y, de hecho, fue a una de las primeras personas que contó que se presentaría a las primarias contra Susana Díaz. Fue el regionalista quien lo anunció en La Sexta durante una entrevista. A partir de entonces, han tenido un contacto fluido con conversaciones telefónicas para abordar distintas cuestiones y analizar la situación política nacional. Revilla ya le había dicho que si algún día gobernaba, algo que hace poco tiempo veía harto complicado, tenía en su cajón cuatro demandas: el «puñetero» tren de altas prestaciones, el pago de Valdecilla, la deuda por la implantación de la Lomce y el copago sanitario, y que se haga efectivo el convenio firmado por el exministro de Educación Ángel Gabilondo, ahora portavoz socialista en la Comunidad de Madrid, para pagar la conversión del antiguo Seminario Mayor de la Pontificia en la Fundación Comillas. Cuatro asuntos capitales para el presidente cántabro que volverá a poner sobre la mesa en su próximo encuentro y al que sumará que se avancen los trabajos para impulsar una conexión con Bilbao por ferrocarril en 45 minutos.

Hasta que esa reunión se produzca, el que ya ha movido ficha ha sido Pablo Zuloaga, quien ha mantenido una conversación con el presidente del Gobierno central. El alcalde de Bezana, al igual que Pedro Casares, tiene una relación directa y estrecha tanto con Sánchez como con el nuevo ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, a la sazón sucesor de Íñigo de la Serna. «Le he pedido que apueste por los compromisos con Valdecilla, que el PP dejó atrás durante los últimos años, inversión para los soterramientos de Santander, Torrelavega y Camargo, el proyecto de Comillas, que los populares abandonaron, y trabajar en busca de una solución para Vuelta Ostrera, además de desbloquear las obras del subfluvial de Santoña», reconoce Zuloaga a este periódico, quien explica que ha sido una primera toma de contacto y que ahora serán los ministros y secretarios de Estado los que tengan que ponerse a trabajar con el bipartito.

Agenda de infraestructuras

A falta de un cántabro, la designación de Ábalos como titular de Fomento sitúa al dirigente valenciano al frente de una de las carteras clave para Cantabria por los problemas endémicos que la región arrastra en materia de infraestructuras. El Gobierno, el PSOE y los empresarios dan por hecho que mantendrá todos los compromisos a corto y medio plazo, lo que incluye la licitación de la duplicación de la vía de Santander prevista para la primera quincena de junio y que se podría retrasar por los cambios en el Ejecutivo. A partir de ahí, Obras Pública pide que se sigan moviendo papeles. Es decir, que no vuelvan a meter en el cajón los proyectos en los que De la Serna había comenzado a trabajar administrativamente. Aunque no había fechas concretas para la mayoría de las actuaciones, sí reconocen que esos pasos son fundamentales, complejos y llevan tiempo para que, en un futuro, puedan hacerse realidad.

Unas de las reclamaciones más destacada es que el tren de altas prestaciones a Santander esté funcionando en pruebas en 2023. Eso es una decisión directa de Ábalos, ya que él decide qué infraestructuras priorizar. Casares, responsable de Transportes e Infraestructuras en Ferraz, aseguró esta semana en una entrevista con este periódico que todo lo que esté encaminado y sea sostenible se mantendrá. La baza con la que juega Cantabria es que el PSOE, a un año de las elecciones municipales y autonómicas, no puede permitirse parar las obras del tren por segunda vez. A nadie se le olvida que «Pepiño Blanco», como se refiere Revilla al exministro José Blanco, paralizó el proyecto sin encomendarse a nadie y desde entonces se convirtió en la diana de todas sus críticas.

En el capítulo de Cercanías, el Gobierno reclama más inversiones y modernización. Las principales reivindicaciones quedaron reflejadas en el nuevo Plan de Cercanías (presentado por De la Serna en diciembre 2017) pero los presupuestos de 2018 son, para el bipartito, Podemos y Ciudadanos, insuficientes. El temor del PP, en cambio, es que Ábalos, de cuya titulación como maestro dudan para una cartera como la de Fomento, centre todos sus esfuerzos en el corredor mediterráneo.

De Borrell a Ribera

También son las relaciones estrechas y fluidas con el ministro de Exteriores, Josep Borrell, que pasa varias semanas en verano en el Palacio de La Magdalena como director de algunos seminarios y recientemente ha recibido el premio Beato; con la ministra de Sanidad y Bienestar Social, Carmen Montón; la de Transición Ecológica, Teresa Ribera; y la vicepresidenta y ministra de Igualdad, Carmen Calvo.

La vicepresidenta regional, Eva Díaz Tezanos, bajo cuya consejería se aglutinan las competencias de estas tres carteras, tiene mucha relación con las tres y mantiene comunicación directa. Sus expectativas son muy buenas para desbloquear inmediatamente algunos asuntos como el copago de la dependencia, el incremento de fondos para la lucha contra la violencia de género, la solución definitiva para la depuradora de Vuelta Ostrera -cuyas alternativas fueron rechazadas por Díaz Tezanos-, además de retomar las obras del subfluvial de Santoña y convertir el bitrasvase del Ebro en trasvase -el PP ya lo aceptó pero hay que ratificarlo sobre el papel-. La mejora en las relaciones con Medio Ambiente resultarán vitales para que se tenga en cuenta la opinión de la región para elegir la ubicación de la depuradora. La llegada de Hugo Morán a la Secretaría de Estado, como todo parece apuntar, jugará a favor de la región.

Financiación autonómica

Las mayores suspicacias las ha despertado la llegada de María Jesús Montero al Ministerio de Hacienda. La andaluza tiene en su mano la llave de la financiación autonómica y como consejera de la Junta hasta ayer mismo defendió un modelo distinto al cántabro. Mientras la nueva titular de las cuentas públicas ha reclamado en el Consejo de Política Fiscal y Financiera que la población tenga que ser la variable decisiva en la distribución de recursos, su homólogo cántabro, el también socialista Juan José Sota, apuesta por incorporar el coste fijo de los servicios públicos, el envejecimiento y la dispersión de la población y la dependencia en el reparto de los fondos del Estado.

Sota defiende que Montero también ha pedido aumentar el dinero como quiere Cantabria por el coste de los servicios. Ahora confía en que logre aunar todas las voluntades. Quienes han coincidido con ella en los últimos dos gobiernos la definen como un hueso duro de roer. Pero Cantabria no cederá un milímetro en sus peticiones. Del futuro modelo dependen 300 millones al año.

El 'modelo cántabro' para sacar Universidad de Educación

Pedro Sánchez ha seguido los pasos de la vicepresidenta de Cantabria, Eva Díaz Tezanos, al decidir desvincular la Universidad de la cartera de Educación para ligarla a Ciencia e Innovación, en manos de Pedro Duque. Cantabria ya implantó este sistema en 2015. El rector de la Universidad, Ángel Pazos, ve «acertada» la creación de este departamento «porque la experiencia nos dice que es lo más conveniente».

También celebró que estos ámbitos se «hayan separado» de Educación porque la enseñanza universitaria es «muy diferente» a la de Primaria o Secundaria. «Existen otros patrones, otras necesidades», justifica el rector. Por tanto, valora esta reforma ministerial como «positiva».

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