Cantabria registró 105 incidentes violentos a personal sanitario en 2017

La Consejería de Sanidad ha facilitado hoy estos datos, con motivo del día nacional contra las agresiones en el ámbito sanitario, y se ha sumado a la campaña tolerancia cero contra este tipo de incidentes.

Con este motivo, el sindicato de enfermería Satse ha lanzado una nueva campaña de información y sensibilización bajo el lema '#Stop agresiones. Nada justifica una agresión' y ha advertido de que «ocho de cada diez enfermeras y enfermeros han sufrido a lo largo de su trayectoria profesional una agresión física o verbal».

En un comunicado, la Consejería de Sanidad detalla que el año pasado se notificaron 48 incidentes violentos a profesionales sanitarios en atención primaria, mientras que en los hospitales se produjeron 26 agresiones en Valdecilla, 16 en Laredo y 15 en Sierrallana.

Por categoría profesional, 56 fueron notificados por médicos, 33 por personal de enfermería, 5 por auxiliares de enfermería, 5 por celadores, 5 por personal administrativo y 1 por profesionales del trabajo social. Del total, las mujeres Cantabria sufrieron el 67% de esos incidentes.

De las 56 notificaciones realizadas por personal médico, 33 han sido de Atención Primaria. En enfermería, 24 (de un total de 33) lo han sido en el ámbito hospitalario.

Por su parte, todos los incidentes en auxiliares de enfermería y celadores se han producido en el ámbito hospitalario, mientras que los incidentes violentos hacia personal administrativo y trabajador social han tenido lugar en atención primaria.

En cuanto a las características del agresor, en 72 casos ha sido un paciente y en 33 un familiar. Por género, el 57 por ciento de los incidentes fueron realizados por hombres.

Los incidentes verbales han sido los más frecuentes, con 33 insultos o injurias (60%) y 35 amenazas (33%), mientras que en 7 casos (7%) ha habido agresión física. El desacuerdo en la atención ha sido el origen del incidente en el 59 por ciento de los casos.

La Consejería de Sanidad ha precisado que, en Cantabria, se registran un número similar de casos al de otros servicios de salud, aunque considera necesario insistir en medidas basadas en la formación y sensibilización sobre el riesgo promoviendo a la vez una cultura de respeto entre usuarios y profesionales.

Y ha añadido que, en la Unión Europea, las profesiones del ámbito sanitario y las de educación encabezan la lista de las que tienen un mayor riesgo de violencia externa, por delante de policías y vigilantes de seguridad, que el Servicio Cántabro de Salud (SCS) considera un riesgo laboral a considerar.

La violencia en el sector sanitario supone el 25% de la total registrada, estimándose en 16 veces el aumento del riesgo respecto a otros profesionales del sector servicios.

El total de incidentes notificados en el Sistema Nacional de Salud en el periodo 2008-2012 superaba los 30.000, el 80% de tipo verbal. Tras esta realidad, y por colaboración entre los Ministerios de Sanidad y Justicia, en 2015 se reconoció la condición de 'autoridad pública' al funcionario sanitario por una enmienda del artículo 550 del Código Penal.

Por su parte, el sindicato Satse advierte, en otro comunicado, que en España hay, diariamente, en torno a 55 agresiones a enfermeras y enfermeros, o lo que es lo mismo, más de 20.000 al año.

Su secretaria autonómica, María José Ruiz, ha subrayado que se trata de una «grave lacra» que, según ha lamentado, «en la mayoría de los casos permanece invisible y no acarrea consecuencias para el agresor» y que considera que sigue siendo una «gran asignatura pendiente» para el Sistema Nacional de Salud.

La nueva campaña de Satse contempla la distribución de material informativo en los centros sanitarios, al tiempo que difundirá vídeos y reclamará a las distintas administraciones públicas y empresas sanitarias privadas que pongan en marcha las medidas preventivas necesarias para evitar esas agresiones y que se atienda a los profesionales que las sufran.

Con motivo de la celebración del Día contra las agresiones a los profesionales sanitarios el Colegio de Médicos celebró una Jornada que contó con la presencia de los dos Interlocutores policiales designados para la Comunidad Autónoma, el comandante de la Guardia Civil César Vázquez y la inspectora de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana, Marta Carbajo. Asimismo, también asistieron la directora general de Ordenación Sanitaria, María Antonia Mora, y Javier Hernández de Sande y Mariángeles Herrera Puente, presidente y secretaria del Colegio de Médicos respectivamente, y los miembros de la Asesoría Jurídica de la institución, María Álvarez y Gabriel Rodríguez.

El presidente del Colegio de Médicos destacó que una de las conclusiones principales con que se concluyó la Jornada fue la necesidad de sensibilizar a los profesionales sanitarios a denunciar las agresiones, «que se comuniquen todas las conductas violentas para evitar que se repitan, pues sólo se denuncian la mitad de las agresiones producidas»..

Asimismo, Hernández de Sande resaltó que Cantabria fuera la primera Comunidad Autónoma que contó con la figura del Interlocutor Policial Sanitario, que surgió del acuerdo firmado por el Ministerio del Interior y de Sanidad y la OMC, con el objetivo de dar respuesta policial, integral y transversal para esta lacra, que está constituida por una actuación coordinada y la adopción de medidas que refuerzan las ya existentes en un marco de actuación más amplio.

En los últimos diez años en Cantabria se han contabilizado un total de 77 agresiones. En el último año el porcentaje de agresiones ascendió a doce colegiados, cuatro hombres (33%) y ocho mujeres (67%), correspondiendo el mayor número de agresiones a las colegiadas comprendidas entre los 36 a 45 años.

De las doce agresiones registradas en el Colegio, todas fueron en el ámbito del sector público.

Con relación a la causa de las agresiones, el 58% fue por discrepancias con la atención médica y el resto (a partes iguales) por discrepancias personales, en relación con Incapacidad Temporal, no recetar lo propuesto por el paciente y por el mal funcionamiento del centro, necesitando la baja laboral un 17% de los profesionales agredidos.