Los cuatro heridos más graves en el escape de gas de Isla «evolucionan favorablemente»

Después de la triste noticia del fallecimiento el viernes de José Manuel Calleja, los integrantes del grupo de excursionistas malagueños que se vieron afectados por la fuga de gas en el hotel Campomar de Isla (Arnuero) recibieron este sábado con optimismo desde el autobús que les llevaba de vuelta a casa el parte médico del resto de afectados que aún permanecen ingresados en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. Los cuatro heridos más graves por la intoxicación por monóxido de carbono -según los primeros informes de los técnicos se debió a una mala combustión de la caldera- continúan en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), pero presentan «una evolución favorable», lo que ha permitido retirar la respiración asistida a dos de ellos.

Entre los aún ingresados se encuentra la esposa de José Manuel, el único fallecido en un suceso en el que se vieron involucradas 92 personas entre huéspedes e integrantes de los servicios de emergencias que acudieron a auxiliar a los afectados. Según detalló ayer Ana Isabel González, delegada territorial de la Junta de Andalucía para asuntos de Igualdad, Salud y Políticas Sociales en Málaga, el cuerpo de este hombre de 62 años llegará a lo largo de esta mañana a su localidad natal, Rincón de la Victoria. Más concretamente, a la pedanía de La Cala del Moral, donde vive la mayoría de los integrantes del grupo, los más afectados por la fuga de gas del pasado jueves en Isla. Además, según detalla el Servicio Cántabro de Salud, a los cuatro heridos más graves hay que sumar una quinta persona que se mantiene en observación en la Unidad de Alta Resolución Hospitalaria.

«A pesar de que ha sido una situación dramática, la parte positiva es que todo el grupo se lleva también otro recuerdo y es que, ante la catástrofe y la tragedia, han recibido un trato exquisito a nivel sanitario y humano por toda la gente de Cantabria», explicó ayer a este periódico la delegada de Salud de la Junta, quien señaló que habían sido los propios afectados los que le habían trasladado esa sensación.

La representante del Gobierno andaluz también ha podido comprobarlo sobre el terreno, ya que el mismo jueves se desplazó hasta Santander para conocer de primera mano la situación de los vecinos de Rincón de la Victoria: «Venir aquí ha sido una petición expresa de la presidenta Susana Díaz para prestar todo el apoyo y explicitar que la institución está pendiente de ellos», detalló González. Además, remarcó la «continua comunicación» que ha habido con las autoridades regionales y locales, especialmente a la hora de cubrir las necesidades básicas de las víctimas, tanto en el aspecto sanitario como en la atención psicológica o en la reubicación en otro hotel de Isla.

Para facilitar la labor de los profesionales del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, donde se recuperan los heridos por la intoxicación de monóxido de carbono, la Junta abrió un canal de comunicación con el fin de que los médicos pudieran acceder al historial de los pacientes y así prestar una mejor asistencia. Ayer, González visitó junto a la consejera de Sanidad cántabra, Luisa Real, a las familias de las cinco personas que aún continúan pendientes de recibir el alta.

Alrededor de las 9.30 horas de ayer, los turistas malagueños que el pasado domingo vinieron a Cantabria para visitar la región en un viaje organizado por la Asociación de Mujeres Azalea de La Cala del Moral emprendieron el regreso a casa tras la trágica experiencia en Isla. Su autobús partió del hotel Estrella del Norte hacia Madrid, donde cogieron un AVE hasta la capital malagueña y allí otro autobús que les dejara en el pueblo. Hoy, la localidad vivirá el último de los tres días de luto oficial por la muerte de su convecino José Manuel Calleja.