Fuera de peligro el menor de 22 meses que se precipitó de un tercer piso en Gama

Aún se desconocen las causas por las que el menor de 22 meses, natural de Muskiz (País Vasco), se ha precipitado esta mañana por el balcón de un tercer piso en la urbanización Santa María, de Gama. Pero fuentes del 061 aseguran que se encuentra «estable, consciente y totalmente despierto». Según los testigos, que escucharon hablar a la madre tras el accidente, el pequeño se encontraba pintando junto a su hermana cuando ocurrió el accidente.

Suerte que ha caído sobre un bajo con jardín deshabitado, donde el césped, que llevaba tiempo sin cortarse, ha hecho efecto colchoneta. La primera persona en atenderlo fue una técnico de ambulancias de Santoña, que casualmente habita el bajo colindante al que cayó el menor, que presentaba un llanto fuerte. Pero tras una primera exploración ocular, no parece que tuviera ninguna herida grave.

El alcalde de Bárcena de Cicero, Gumersindo Ranero, ha explicado a Efe que el niño se encontraba jugando en la terraza con su hermana en presencia de los padres pero, al parecer, «se han despistado y el bebé ha trepado por la barandilla», cayendo en el bajo de la vivienda, desde una altura de «unos diez metros», sobre una zona ajardinada sin segar. «El niño, aunque lloraba, estaba consiente, se movía y parecía no estar grave», ha detallado el alcalde.

Inmediatamente acudieron al lugar una ambulancia de soporte vital avanzado del 061 de Laredo y el SUAP de Gama, que han inmovilizado al niño y lo han trasladado a urgencias pediátricas de Valdecilla, pasadas las 11.30 horas. Tras realizarle las pruebas pertinentes, fuentes del 061 aseguran que el niño se encuentra fuera de peligro.

La familia del niño accidentado vive en el País Vasco y pasa los fines de semana en esta segunda residencia de Gama.

La fortuna ha querido que este accidente, ocurrido en circunstancias parecidas a las que terminaron con la vida del menor de 14 meses que cayó de un segundo piso en Ampuero el pasado día 1, avance un mejor desenlace. Porque según la primera exploración ocular de los expertos, la gravedad del impacto sobre el suelo de césped ha amortiguado el golpe.