

Nueve detenidos por asaltar trece bancos por todo el país, dos de ellos en Mataporquera y Puente Viesgo
La Guardia Civil y la Policía Nacional, en una operación conjunta, han intervenido más de 100.000 euros, tres armas de fuego, inhibidores y localizadores de frecuencia, herramientas para cometer los robos y cinco vehículos de alta gama
La Guardia Civil y la Policía Nacional, en una operación conjunta denominada 'Capuchinos', han desarticulado un grupo criminal itinerante y altamente especializado al que se ... le atribuyen trece asaltos en entidades bancarias de todo el país. En Cantabria, concretamente, habrían cometido dos el pasado mes de mayo en las localidades de Mataporquera y Puente Viesgo. Además, habrían asaltado dos bancos en la provincia de Navarra, dos en castellón y uno en Alicante, Badajoz, Burgos, Ciudad Real, Córdoba, Zamora y Valencia. En total habrían robado más de 400.000 euros en estas operaciones.
Los agentes han detenido a nueve personas y han registrado once domicilios y siete garajes. Han intervenido más de 100.000 euros, tres armas de fuego, inhibidores y localizadores de frecuencia, herramientas para cometer los robos y cinco vehículos de alta gama.
La investigación se inició en noviembre de 2024, después de que cometieran dos robos graves en entidades bancarias de las localidades navarras de Cabanillas y Barásoain. En total se llevaron unos 124.000 euros de las cajas fuertes y causaron numerosos daños en las sucursales. Después comenzó un goteo de asaltos a entidades bancarias de distintas provincias con un método similar.
Así, los agentes detectaron que los asaltantes tenían una alta preparación técnica y que seguían un esquema común durante la planificación de sus acciones delictivas. El grupo criminal elegía siempre bancos situados en poblaciones pequeñas, como son Mataporquera y Puente Viesgo, y con vías de escape rápidas, causando una elevada alarma social.
Un modus operandi digno de una película
La forma de actuar de este grupo parece sacada de una película de Hollywood. Los presuntos delincuentes preparaban el robo con antelación y de forma muy meticulosa. Colocaban cámaras de vigilancia portátiles, con tecnología de transmisión 4G en tiempo real, en las inmediaciones de la entidad bancaria para controlar la llegada de las fuerzas de seguridad que pudieran frustrar su asalto. Una vez que tenían asegurada la zona, cortaban el cable de comunicación físico de la alarma de la sucursal y cambiaban el bombín de la puerta principal, lo que provocaba el salto de la misma. Entonces se ocultaban hasta que llegaba personal de seguridad para realizar la comprobación pertinente.
Los investigados vigilaban al personal de seguridad a través de las cámaras que habían instalado previamente. Una vez que estos se retiraban entraban en el banco con la nueva llave (habían cambiado el bombín), inhibían los sistemas de alarma para evitar una conexión inalámbrica y destruían los medios de grabación. Ya dentro del banco atacaban la caja fuerte con unas pinzas hidráulicas profesionales o de radiales. Así se llevaban el efectivo y abandonaban el lugar rociando la sucursal con productos de limpieza o extintores para intentar eliminar los posibles restos biológicos.
Un equipo especializado
Los investigadores descubrieron que los líderes de la organización criminal elegían para cometer sus asaltos un equipo compuesto por entre seis y ocho personas. Entre ellos había especialistas en conducción y en apertura de cajas fuertes altamente profesionalizados. También contaban con personas encargadas de la adquisición y la preparación de herramientas y material empleado en los robos. Los aconductores utilizaban vehículos de alta gama, robados y con matrículas 'dobladas', que escondían en lugares de seguridad como garajes tipo 'box' (privados y cerrados), naves o fincas aisladas. Los utilizaban hasta que los creían 'quemados'. Cuando consideraban que estos vehículos podrían haber sido detectados por los investigadores, los despiezaban y vendían en el mercado negro. Antes de cometer los robos establecían una base de operaciones en la zona del banco que iban a asaltar. Allí solían alojarse en viviendas rurales de alquiler, en las que ocultaban los vehículos, planificaban el robo y se repartían el botín antes de regresar a sus residencias habituales.
Una vez identificados y localizados los integrantes de la estructura criminal, Guardia Civil y Policía Nacional establecieron un dispositivo conjunto en Madrid y Alicante, que permitió llevar a cabo, de forma simultánea, la detención de las nueve personas relacionadas con la trama: seis en Alicante y tres en Madrid. La investigación ha sido dirigida por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Tudela (Navarra).
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