Oria dice que la sequía no afecta a los agricultores y habla de «cultivos históricos»
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El consejero asegura que se ha superado la alarma inicial, mientras que el sector reconoce que la temporada ha sido buenaCRISTINA NORIEGA | Pedro Álvarez
Santander
Viernes, 25 de agosto 2017, 07:20
«No se está produciendo ningún problema este verano por escasez de precipitaciones en la agricultura de la región, sino más bien todo lo contrario». El entrecomillado es del consejero de Medio Rural, Pesca y Alimentación, Jesús Oria, quien este jueves aseguró que desde ... las organizaciones profesionales agrarias (OPAs) se habla este 2017 de «cultivos históricos», tras la «alarma» inicial a comienzos de la temporada, porque «las primeras lluvias no llegaban».
A pesar de los problemas por la sequía y la falta de agua en varios municipios de Cantabria, asegura que esta no ha tenido consecuencias en el sector agrícola. Los agricultores no desmienten lo dicho por el consejero, aunque no son tan contundentes a la hora de opinar.
Ignacio Parraza, gerente de Hortalizas La Colina, en Gama (Bárcena de Cicero) asegura que «están al 100% de la producción». «En la agricultura profesional siempre puede haber un daño colateral, pero no la sequía. No es un problema considerable», explica. En la misma línea, Fernando Sopeña, agricultor de maíz, reconoce que «no le afecta este problema».
Y es que la producción de los cultivos depende de varios factores como el sol, la temperatura o el agua. Pero, este último elemento es suministrado mediante su sistema de riesgos. «Si hace sol y buen tiempo es mucho mejor para la agricultura», afirma Parraza.
Para algunos el problema no reside en la escasez de agua, sino en los cambios de temperatura. O dicho de otra forma: en el cambio climático. Para Parraza, el problema es que «en los meses de enero y febrero no ha llovido ni ha nevado, que es cuando tiene que hacerlo. Ahora es normal que estemos en este proceso de sequía, es verano y la gente va a la playa y toma el sol. Pero mi observación como agricultor es que hay un cambio climático tangible, y lo estamos viendo todos».
Siguiendo en esa misma línea, Parraza detalla que a los cultivos de verano lo que les afecta son las temperaturas diurnas de 16 grados. Este tipo de fruto necesita una temperatura ambiental de 24 grados y no un vaivén de subidas y bajadas. «Vamos a extremos muy claros», recalca antes de incidir en que la sequía se agudizará con la entrada del otoño, «porque viene arrastrando un verano, un desgaste y un consumo alto».
«Aquí en Cantabria, años atrás se produjeron años secos y soleados y lo que provoca que se prolongue aproximadamente dos meses más. En otoño, si continúan estos cambios, podremos tener algún problema. Lo veo por la falta de lluvia, no por las temperaturas de 30 grados en verano. Para mi exportación, la sequía no es un problema, pero no descarto que lo pueda ser por esto», asevera.
Otra de las producciones que tampoco se ve afectada por la sequía es la de maíz. «Mi zona, Herrerías, no está perjudicada por la falta de agua. Todo lo contrario, se conserva bien y se ha desarrollado convenientemente», asegura Fernando Sopeña.
El cultivo de este agricultor ha sido mejor que el año pasado. «Se que existe escasez en varias zonas, pero en Herrerías no hay tanta. Las huertas, los cultivos y tampoco los animales y las personas se ven afectadas». El maíz se siembra durante mayo o junio dependiendo de la zona, pero «la mejor forma para su producción es que el tiempo sea regular», concluye.
La sequía sigue arrastrando problemas a más municipios de Cantabria. Pese a que el director general de Medio Ambiente, Miguel Ángel Palacio, minimizó el miércoles su impacto , el Ayuntamiento de Pesaguero, en Liébana, se ha sumado al de Ramales de la Victoria y también ha restringido el consumo de agua. El alcalde del municipio, Vicente Vélez, emitió ayer un bando en el que prohíbe a los vecinos usar agua pública para que «se riegue y llenen las piscinas». El número de visitantes que elige este municipio para sus vacaciones y la escasez de agua han sido los factores que han llevado a tomar esta decisión.
«Los dos pueblos donde estamos notando más la falta de agua es en Dos Amantes y en Obargo. En el primero de ellos, al tener un depósito con capacidad para 15.000 litros, en estos momentos no es suficiente para poder abastecer a la población, y hay que llevar agua casi todos los días. En Obargo, el depósito es de 50.000 litros y pese a ello, cada cierto tiempo también hay que llevar agua con la ayuda de los camiones cisterna del Gobierno de Cantabria», explicó ayer el regidor de Pesaguero, cuyos argumentos son los similares a los puestos el martes por su homólogo en Ramales de la Victoria, César García, para tomar la misma decisión.
Pero Pesaguero no es el único municipio de Liébana con problemas por la escasez de agua. Sus efectos se están dejando notar por toda la comarca. El caudal de los ríos está muy bajo y los manantiales están muy por debajo de su nivel por estas fechas, e incluso en alguno de ellos ya no baja agua. Ante este problema, tanto desde el Gobierno de Cantabria como desde los propios ayuntamientos, están abasteciendo de agua a los pueblos.
El alcalde de Vega de Liébana, Gregorio Alonso, reconoció que también tiene problemas con varios pueblos. «En la localidad de Dobres hemos utilizado el camión cisterna y se ha tenido que realizar la captación de agua de un manantial. En Pollayo, pese a que no son muchos los habitantes, tenemos que llevar una cuba de agua del Ayuntamiento dos o tres veces por semana para que no les falte agua; y en Valcayo, se ha tenido que captar de otro manantial y llevarlo al pueblo instalando un kilómetro de manguera».
En la misma situación está el municipio de Cabezón de Liébana, cuyo alcalde, Jesús Fuente, aseguró que «tenemos problemas en la localidad de Cahecho, uno de los lugares turísticos del municipio, donde en estas fechas aumenta el número de personas, por lo que se está llevando agua dos días por semana por medio del camión cisterna».
En la otra cara de la moneda, los regidores de Potes, Javier Gómez; de Tresviso, Javier Campo; de Camaleño, Óscar Casares;y de Peñarrubia, Secundino Caso, manifestaron que sus «poblaciones se encuentran bien abastecidas y no existe problema de falta de agua». Por su parte, Jesús Cuevas, alcalde de Cillorigo de Liébana, indicó que «actualmente no hemos tenido que abastecer a las poblaciones con el camión cisterna, pero me temo que si sigue esta sequía tan fuerte, lo tengamos que hacer dentro de quince días».
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